La noticia de la precipitada huida de Cuba del dictador Fulgencio Batista fue conocida por el Comandante en Jefe Fidel Castro durante la fría madrugada del 1ro. de enero de 1959, en el batey del central América, cerca de Contramaestre, donde tenía emplazada su Comandancia General.
 
Su olfato político le indicaba que nada bueno estaba sucediendo en La Habana, y que todo indicaba a una traición del general Eulogio Cantillo, con quién se había reunido el domingo 28 de diciembre en las ruinas del central Oriente.
 
De esa reunión el Comandante en Jefe ha dicho: «(…) el jefe de todas las fuerzas en operaciones que luchaban contra nosotros; casi al final de la guerra, se reúne conmigo y me dice: "Hemos perdido la guerra". Yo le sugiero que organicemos un levantamiento conjunto: "Podemos salvar a muchos oficiales bien preparados y valiosos, no comprometidos con los crímenes".
 
«Estuvo de acuerdo, pero insistió en ir a La Habana. Yo le recomendaba que no lo hiciera; le dije: "Hay riesgos". Él insistió en que tenía suficientes contactos y que no podían tocarlo. Entonces es cuando le planteo tres cosas: no queremos contacto con la Embajada norteamericana, no queremos golpe de Estado en la capital, y no queremos que dejen escapar a Batista.
 
«(…) Se acordó con el general Cantillo que el levantamiento (del cuartel de Santiago de Cuba), se produciría el día 31 a las 3:00 de la tarde».
 
Cuando todo estaba previsto para que el Ejército Rebelde avanzara sobre la ciudad de Santiago de Cuba, el día 30 de diciembre Fidel recibe una nota del general Cantillo solicitándole una prolongada tregua.
 
La respuesta del Comandante en Jefe fue tajante: «Quedan rotas las hostilidades a partir de mañana a las 3:00 p.m. que fue la fecha y hora acordada».
 
Por eso, ante el intento de golpe de Estado, en la mañana del 1ro. de enero Fidel se trasladó a Palma Soriano, donde se encontraban instalados los equipos de Radio Rebelde.
 
Por medio de la emisora, comenzó a darles instrucciones a los Comandantes de los Frentes y de las Columnas para que continuaran combatiendo.
 
También convocó a la población para que se sumara y apoyara la Huelga General Revolucionaria que se iniciaba desde ese momento.
 
Fuentes:
 
Fidel y la religión, Frei Betto    
La contraofensiva estratégica, Fidel Castro Ruz