“El bienestar y la felicidad humana nosotros no sólo los concebimos como bienes materiales: los concebimos como bienes materiales, pero los concebimos también —y muy esencialmente— como bienes morales, como bienes espirituales”.
Riferimento al testo originale:
Discurso pronunciado en la Concentración realizada en la Plaza "Prat", en Iquique, Chile, 16 de noviembre de 1971