Resuena aún en la ONU el discurso de Fidel Castro hace 63 años
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Con su legendario uniforme verde olivo de guerrillero el entonces Primer Ministro del Gobierno Revolucionario de Cuba, Comandante Fidel Castro Ruz, mantuvo en vilo durante cuatro horas 29 minutos el 26 de septiembre de 1960 a la Asamblea General de Naciones Unidas, hablando claro, como el mismo advirtió.
Ese discurso es histórico no sólo por su extensión, que ocurrió por primera y única vez en el plenario del foro mundial, sino porque el líder de la Revolución Cubana alzó allí su voz en defensa de los pobres, de los países oprimidos, de la soberanía, independencia de las colonias y el cese de las guerras de agresión imperialista como condición para el desarrollo de los pueblos.
El victorioso jefe guerrillero que derrotó un gobierno tiránico que tenía todo el apoyo económico y militar de Estados Unidos, subió al podio de la ONU pasadas las tres de la tarde, y fue interrumpido unas 30 veces por aplausos. Bajó del estrado a las ocho de la noche con una cerrada ovación.
«Las guerras, desde el principio de la humanidad, han surgido, fundamentalmente, por una razón: el deseo de unos de despojar a otros de sus riquezas. ¡Desaparezca la filosofía del despojo, y habrá desaparecido la filosofía de la guerra! ¡Desaparezcan las colonias, desaparezca la explotación de los países por los monopolios, y entonces la humanidad habrá alcanzado una verdadera etapa de progreso!», proclamó Fidel con el auditorio de pie.
A un año y nueve meses del triunfo revolucionario, subrayó la necesidad del pueblo cubano a su autodeterminación, su soberanía y el desarrollo, y denunció las continuas agresiones de Estados Unidos. «Se habla del deseo universal de paz, que es el deseo de todos los pueblos y, por tanto, el deseo también de nuestro pueblo, pero esa paz, que el mundo desea preservar, es la paz con que nosotros los cubanos no contamos desde hace rato», recalcó.
«Hay que desenmascarar a los que negocian con la guerra, fustigó, a los que se enriquecen con la guerra. Hay que abrirle los ojos al mundo, y enseñarle quiénes son los que negocian con el destino de la humanidad, los que negocian con el peligro de la guerra, sobre todo cuando la guerra puede ser tan espantosa que no queden esperanzas de liberación, de salvarse, al mundo».
«¡Los guerreristas y los militaristas deben ser descubiertos y condenados por la opinión pública del mundo! Este es un problema que no les incumbe a minorías, le incumbe al mundo, y hay que desenmascarar a los guerreristas y a los militaristas, y esa es tarea de la opinión pública», reclamó Fidel.
«¿Quiénes son los interesados en estar armados? Los interesados en estar armados hasta los dientes son los que quieren mantener las colonias, los que quieren mantener sus monopolios, los que quieren conservar en sus manos el petróleo del Medio Oriente, los recursos naturales de América Latina, de Asia, de África; y que, para defenderlos, necesitan la fuerza», desenmascaró.
Era la esperada primera presentación de Fidel en la ONU, y fue seguida en televisión por millones de cubanos que se sintieron representados por lo directo de sus mensajes cuando habló en nombre de su pueblo y de muchos pueblos a los que el dominio imperialista de los medios de prensa pretende silenciar.
Relató Fidel que la delegación cubana fue obligada a abandonar uno de los hoteles de Nueva York y estaba dispuesta a instalarse en casas de campaña frente a la sede de las Naciones Unidas, cuando un hotel de los negros de Harlem les dio alojamiento. «Entendíamos que teníamos derecho a esperar que se nos dejase en paz. No, no se nos dejó en paz».
Tras reseñar el desolador panorama encontrado en su país tras el triunfo del 1ro. de enero de 1959, Fidel denunció las agresiones mantenidas desde entonces por Estados Unidos. «Y se lo advierto con toda honestidad a los compañeros delegados de América Latina, de África y de Asia: cuando vayan a hacer una reforma agraria justa, prepárense a confrontar situaciones similares a las nuestras, sobre todo si las mejores y mayores fincas son propiedades de los monopolios norteamericanos, como ocurría en Cuba».
«Nadie podrá culparnos a nosotros de que en Cuba hubiese 600 mil desempleados, 37,5 por ciento de la población analfabeta, dos por ciento de tuberculosos, 95 por ciento de parasitados. ¡No! Hasta ese minuto ninguno de nosotros contábamos en los destinos de nuestra patria; hasta ese minuto en los destinos de nuestra patria contaban los gobernantes que servían a los intereses de los monopolios, hasta ese minuto contaban en nuestra patria los monopolios. ¿Los estorbó alguien? ¡No! Nadie los estorbó. ¿Los perturbó alguien? ¡No! Nadie los perturbó. Ellos pudieron realizar su tarea y allí encontramos nosotros los frutos de los monopolios», dijo Fidel.
Ahora, 63 años después sigue resonando en Naciones Unidas el reclamo de Cuba, como cada año con la condena abrumadora de la inmensa mayoría de países al criminal bloqueo que mantiene Estados Unidos hace ya más 60 años.
La digna posición de nuestro país fue reiterada por el General de Ejército Raúl Castro Ruz en ese mismo foro el 2016 y actualizada en la actual Asamblea General de la ONU por el Presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, dando ambos continuidad al discurso alto y claro del Comandante en Jefe Fidel Castro en 1960.