“(…) los dirigentes revolucionarios tenemos que estarnos constantemente analizando y autocriticándonos, si no en público, en privado. Siempre debemos estar ajustando cuenta con nuestras conciencias. Y nunca, jamás, podemos estar conformes con nosotros mismos, porque el hombre que esté conforme consigo mismo no es revolucionario”.
Riferimento al testo originale:
Discurso en la Clausura del Primer Congreso del PCC, celebrado en el Teatro "Karl Marx", el 22 de diciembre de 1975