"Hemos tenido que desarrollar el turismo, y sabemos que tiene sus efectos, algunos pueden ser positivos y otros negativos […] tenemos que aprender a ser puros sin estar enclaustrados; tenemos que aprender a ser puros no en una urna de cristal ni en una torre de marfil, tenemos que aprender a ser puros en contacto con el vicio porque el vicio desarrolla las virtudes más que la pureza incontaminada y sin contacto con ninguna bacteria y ningún virus".
Riferimento al testo originale:
Discurso en la clausura del IV Encuentro Latinoamericano y del Caribe, Palacio de las Convenciones, 28 de enero de 1994