Perlas de diciembre en Revolución
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A medida que se aleja el pasado, los sueños del futuro se hacen realidad
Como muestra de los avances del proceso revolucionario, el primero de diciembre de 1959, se establece el record de más alta recaudación diaria de la historia económica de Cuba: las oficinas del Ministerio de Hacienda ingresan ese día un total de 6 162 453 pesos. Mientras tanto, el espíritu revolucionario de los santiagueros bulle de emoción con la presencia del Comandante en Jefe, Fidel Castro, en la capital oriental. Múltiples actividades se realizan en conmemoración del Alzamiento de Santiago y del Desembarco del Granma; entre ellas, la entrega de las primeras cien casas construidas en la ciudad por el Instituto Nacional de Ahorro y Vivienda que preside Pastorita Núñez. También, coincidiendo con esta fecha Fidel y la comitiva que le acompaña, inaugura la III Feria Ganadera, Agrícola, Industrial y Comercial de Santiago de Cuba. En su dialogo con los expositores y el pueblo que allí se congrega, muestra su interés por el desarrollo de la ganadería en Cuba. Vísperas del tercer aniversario de la llegada del yate Granma a las costas de Oriente, varios expedicionarios son entrevistados.Fidel Castro revela sus emociones al recordar la efemérides. «A estas horas, el primero de diciembre, nos íbamos acercando a Cuba para iniciar una guerra que no sabíamos cuánto duraría, en una cordillera donde nunca habíamos estado, pero con el firme propósito de vencer o morir. »Al cumplirse el tercer aniversario, después de 25 meses y 11 meses de Gobierno Revolucionario, es para mí motivo de sincera emoción encontrarme de nuevo en estas regiones, viendo ya estas obras que son el fruto más legítimo de los grandes sacrificios que se hicieron y de los hombres que cayeron en la lucha. Vean cómo han cambiado la vida y la mentalidad de los campesinos, el ambiente de optimismo, de alegría y de esperanza que reina en todas las familias. A medida que se aleja la pesadilla del pasado, los sueños del futuro se aproximan y se hacen realidad».
Certificado de defunción del latifundio
El domingo 6, en horas de la noche, Fidel Castro regresa a la capital del país después de varios días de recorrido por la provincia de Oriente. El lunes 7 de diciembre, preside la III Reunión Nacional de delegados de Zonas de Desarrollo Agrario que sesiona en el piso 20 del Instituto Nacional de Reforma Agraria. La noche del martes 8, se inaugura el tradicional Juegos de Estrellas entre peloteros norteamericanos y cubanos. La prensa habla de la presencia de Fidel Castro en ese juego. «No habían finalizado aún las ceremonias cuando hizo su entrada en el estadio el doctor Fidel Castro, quien tan pronto como fue advertido por el público, le dedicaron una ovación extraordinaria. Fidel se dirigió al terreno. A petición de los fanáticos fue al box y lanzó la primera bola. Y entonces el compañero Gonzalo López Silvero le acercó el micrófono y le rogó unas palabras. »—Voy a ser breve, muy breve —dijo Fidel—, y lo que quiero decir es que me perdonen los fanáticos por haber llegado tarde. Y es que en realidad me enteré hace apenas diez minutos, de que yo estaba invitado para lanzar la primera bola en este juego. Ustedes saben que yo siempre soy puntual a la pelota. Espero que para la próxima vez me avisen con tiempo, para no hacerlos esperar. Muchas gracias». El 9 de diciembre, último día de sesión, ocurre un hecho de gran relevancia histórica: en el Instituto Nacional de Reforma Agraria, su Presidente rúbrica los primeros títulos de propiedad de la tierra. «Con la firma por el doctor Fidel Castro Ruz de los primeros títulos de propiedad para los campesinos que laboran la tierra, fue clausurada la tercera reunión nacional efectuada por los orientadores del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA). »En los tres días de sesiones se trataron distintos proyectos de desarrollo agropecuario y beneficio social, como son: un plan de sustitución de importaciones; un plan de cultivos con destino a la exportación; un sistema de tecnificación del ganado, la caña, el café y el tabaco; un plan para la rápida construcción de viviendas campesinas; otro para el establecimiento de nuevas Tiendas del Pueblo en las cooperativas agrarias y un proyecto para la comercialización de los productos agrícolas. »Respecto al programa de industrialización el comandante Ernesto «Che» Guevara, jefe del departamento encargado de esa tarea en el INRA, dio a conocer a los seis delegados provinciales y los 33 jefes de Zonas de Desarrollo Agrario, el alcance y detalles del vasto plan de trabajo elaborado para dar la rápida y adecuada industrialización del país en aquellos renglones fabriles más propicios para dar inicio a esta ingente tarea. »Con los ministros de Obras Públicas, Educación, Trabajo y Salubridad, se coordinó la labor de sus respectivas dependencias, en cuanto a la parte agrícola y de población rural, con los lineamientos futuros en que el INRA desenvolverá su actividad durante 1960.En la última sesión de trabajo del INRA en esta tercera reunión nacional tuvo efecto la histórica firma de los primeros títulos de propiedad que inicialmente comprendió a 91 pergaminos. De todos esos 91 títulos el primero de ellos correspondió a la señora Engracia Blet, campesina residente en la hacienda «Duaba Arriba», en el municipio de Baracoa, Oriente. »Con destino a los trabajadores agrícolas de esa hacienda, cuya extensión es de 23 000 caballerías, se han expedido un total de 780 títulos. En la citada hacienda viven y trabajan 8 500 familias campesinas, las que recibirán próximamente, en su totalidad, los títulos de propiedad correspondientes, dando así cumplimiento a la Ley de Reforma Agraria. »Otros 450 títulos, pertenecientes a otros tantos campesinos que trabajan en el otrora latifundio «Rancho Múltiplo», en la provincia de Pinar del Río, en el municipio de Los Palacios. Durante las próximas semanas el INRA entregará miles de títulos de propiedad a campesinos que cultivan la tierra sin ser sus dueños» […]. «Fidel Castro, al estampar su firma en el título de Engracia Blet, afirmó: “Comenzamos a dar la tierra a los campesinos por donde mismo empezaron a quitársela los conquistadores a los indios, por Baracoa” ». Al día siguiente, el periódico Revolución publica, en primera página, el facsímil del primer título de propiedad de la tierra que ha sido firmado. Encima del de esta imagen aparece una breve nota escrita por el comandante Ernesto Che Guevara: Hoy se firmó el certificado de defunción del latifundio. Nunca creí que pudiera poner mi nombre con tanto orgullo y satisfacción sobre un documento necrológico de un paciente que ayude a “tratar”. Che.
La «Acción Ferrocarril» de la Operación Industria Cubana
A las dos de la tarde del 11 de diciembre salió hacia la provincia de Pinar del Río a iniciar el recorrido durante tres o cuatro meses por las distintas provincias de la República la «Acción Ferrocarril» de la Operación Industria Cubana. Un tren, con 64 vagones con almacenes, plantas eléctricas y locales de exposición, representados por los colores azul, anaranjado y blanco, partirá del patio ferrocarrilero de Ciénaga en La Habana, trasladándose hasta Isabel Rubio, en el extremo occidental de Pinar del Río, donde comenzará oficialmente su itinerario, hasta los Mangos de Baraguá en Oriente. «Este recorrido de la «Acción Ferrocarril» tiene como finalidad despertar el interés de todo el pueblo de Cuba hacia la industrialización de nuestra nación, y desarrollar nuevas industria. Además dar a conocer la labor del Gobierno Revolucionario en los principales sectores de nuestra economía. Inmensas posibilidades turísticas traerá consigo esta exposición de producto cubano. »La «Acción Ferrocarril» de la Operación Industria Cubana se debe a un grupo de estudiantes de Medicina de la Universidad de La Habana que han querido hacer en el pueblo cubano conciencia a favor de los productos de nuestra tierra, después del rotundo éxito obtenido en la inauguración de la primera exposición en la Escuela de Medicina. »Los estudiantes y personas que laboran en esta exposición se hicieron eco de la palabra del doctor Fidel Castro cuando habló en el acto inaugural de la Escuela de Medicina, de que tan importante evento fuera visto por todos los cubanos del interior de la República, que no debían privarse de admirar y comprender lo que ha adelantado nuestro país en el campo agrícola e industrial. Es éste un gran esfuerzo del Gobierno Revolucionario que ha tenido que vencer algunas dificultades económicas, de tiempo y de adquisición de equipos de transporte, para poder llevar a feliz culminación este propósito, y que se logra con la cooperación de los industriales cubanos».
Doscientos intelectuales venezolanos dan su apoyo a Cuba
La Agencia Prensa Latina informa al mundo que doscientas personalidades venezolanas dan su apoyo a Cuba. « “Los pueblos de Cuba y Venezuela no pueden fracasar en la empresa de la libertad ni ceder a la prisión de torvas conjuras», expresaron doscientas personalidades intelectuales, profesores universitarios, escritores y artistas encabezados por el maestro Rómulo Gallegos, en una declaración de solidaridad con Cuba. »Más adelante, dice el manifiesto: «nosotros, escritores profesionales, educadores y artistas venezolanos, venimos hoy a decir a los intelectuales de Cuba que su decisión también es nuestra. Estamos resueltos a defender los derechos de todo pueblo a escoger su destino, seguros de que no otra cosa puede hacer el nuestro en su propia defensa». » “Cuenten los intelectuales y el pueblo de Cuba —prosigue el manifiesto— con la irrestricta solidaridad fraterna de los escritores, profesionales, educadores y artistas y de todo el pueblo venezolano».
Serviré a la Revolución en lo que se me necesite y se me ordene
El juicio seguido al traidor Hubert Matos y otros veinte acusados, que comenzó el día 11 en el teatro de Ciudad Libertad continúa celebrándose. El martes 13, a las dos y media de la tarde, el comandante Raúl Castro, ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, interviene en calidad de testigo. En una parte de su intervención, enfatizó el periódico Revolución: «Raúl Castro, que puso especial énfasis en la labor disociadora que en todo momento, con su egoísmo, ha realizado Hubert Matos, manifestó que desconfió de él desde el primer momento. «Me mortificó su yoísmo —dijo— porque esta Revolución no es de nadie y es de todos.” »Señaló que mientras con todos los demás jefes rebeldes primaba la tarea de equipo, la colaboración de todos, Matos todo lo refería a su persona. Esta actitud, dijo, provocó algunas veces actitudes de protesta de otros oficiales de la Revolución. «Entre la columna 9 y Hubert Matos sólo se nombraba a Hubert Matos. Por eso al bravo comandante Duque nadie lo conoce, porque nadie lo mencionaba», expresó. […] »También destacó Raúl el hecho de que Hubert Matos coincide en todas sus declaraciones con Batista, Trujillo y la prensa contrarrevolucionaria. Después —contestando una pregunta del Fiscal— el comandante Raúl Castro relató cómo fueron degradados un comandante y un teniente en el II Frente hecho presenciado por Hubert Matos. Dijo que aquella fue una conspiración como ésta. Entonces no argumentaban el comunismo, sino el caudillismo. Es decir, entonces era ante el fidelismo. Un abogado llamado Lucas Morán preparó una «ley orgánica» para un «gobierno» en la Sierra, presidido por Urrutia, que «eliminará el peligro de convertir a Fidel Castro en caudillo». «Aquello era esta —exclamó—, con diferente nombre y en distinto lugar». »Después de reiterar que no era comunista ni anticomunista recalcó: «El día que el comunismo, o los ortodoxos o los auténticos hagan daño a la Revolución los denunciaré en el acto. Y el día que mi actuación estorbe al desarrollo de la Revolución me quitaré el uniforme y le serviré en lo que me necesite y en lo que se me ordene»».
El tribunal puede absolverlos, no importa: ¡LA HISTORIA LOS CONDENARÁ!
A las dos de la tarde, del martes 14 de diciembre, comienza la cuarta sesión del juicio que por la Causa 340 de 1959 se sigue al ex comandante Hubert Matos y al resto de los oficiales. Hasta cerca de las cinco y quince de la tarde estuvieron declarando algunos testigos de la defensa. «A esta hora, aproximadamente, hizo su entrada en el local del teatro de Ciudad Libertad, donde se efectúa el juicio, el compañero Fidel Castro, quien actuará como testigo de cargo. »Después de prestar el juramento de rigor el Comandante en Jefe, que llevaba un voluminoso sobre de documentos debajo del brazo, pidió permiso para colocarlos sobre una silla próxima, así como para despojarse del «jack» verde olivo que lleva puesto. »Inmediatamente comenzó a deponer, expresando que venía allí a declarar, que comparecía ante ese respetable Tribunal para que no quedaran dudas de ninguna clase sobre la integridad de la Revolución, para que la prensa y el pueblo conocieran toda la verdad en este juicio que se había convertido en un juicio político, del cual estaba sacando partido la contrarrevolución». En su intervención, el jefe de la Revolución analiza, paso por paso, cada una de las acciones del traidor desde la lucha guerrillera en la Sierra Maestra, y desarticula los argumentos que tratan de negar la conjura contrarrevolucionaria. A la preocupación del traidor Huber Matos de hacia dónde va la Revolución, Fidel responde: «La Revolución tenía su programa desde antes de tirarse aquí el primer tenido; yo no me explico o no entiendo cómo se pueden conciliar los intereses de un latifundistas de mil caballerías y de un guajiro que vive en la guardarraya; cómo se puede conciliar el interés de un rentista que cobra muchas veces más de lo que puede pagar una familia, y el inquilino de la casa; cómo se puede conciliar el interés entre un intermediario de esos que extorsionaba a los campesinos y el campesino. Hay intereses dentro de la sociedad que son intereses irreconciliables». Para fundamentar sus palabras, Fidel lee fragmentos de tres documentos redactados por él a partir del golpe de Estado de Fulgencio Batista, el 10 de marzo de 1952, todos bien conocidos porque fueron publicados por la prensa o circularon clandestinamente: Revolución no, zarpazo, Frente a todos y La historia me absolverá. Los textos prueban de manera fehaciente que el Gobierno Revolucionario está cumpliendo lo que en ellos se anunció. Fidel concluye: «Y no habla el soñador de ayer, sino el Primer Ministro del Gobierno Revolucionario, que ha cumplido todas sus promesas, y ¿cuándo una Revolución fue más clara que ésta?, ¿y cuándo una Revolución en el mundo ha cumplido más cabalmente que ésta? Esa es mi respuesta, señores del Tribunal, para que el Tribunal juzgue. En cuanto a mis sentimientos respecto a los que tomaron ese camino equivocado, en lo personal, libre de odios, libre de resentimientos; lo que el Tribunal decida, no importa, el Tribunal puede condenarlos o puede absolverlos: si lo absuelven, no importa: ¡LA HISTORIA LOS CONDENARÁ! »
Los azucareros: primeros en dar un paso al frente
Con la asistencia del primer Ministro, Fidel Castro Ruz, y otros dirigentes de la Revolución se inicia, la noche del 15 de diciembre, la plenaria nacional azucarera de la Federación Nacional de los Trabajadores Azucareros (FNTA). A nombre del Sindicato Provincial de Oficinistas Azucareros de Camagüey, entregan a Fidel Castro un cheque por la cantidad de 13 602.67 pesos, con destino a las FAR para la compra de armas y aviones. Una vez recibido el testimonio de solidaridad de los trabajadores azucareros, y de haber hecho uso de la palabra varios compañeros, Fidel se dirige a los micrófonos y comienza a pronunciar sus palabras. «Compañeros azucareros: »Yo no sé si ustedes pensaron que no asistiría a este Congreso. Lo digo porque ayer, debido a otros motivos, se hizo demasiado tarde para venir aquí, junto ustedes, por lo cual la inauguración del Congreso se transfirió para hoy. Yo le doy las gracias a todos los asistentes a este Congreso, por esa deferencia. Agradezco la oportunidad que me han brindado para asistir a este acto, porque yo no podía dejar de venir a este acto. Por muchas razones debía estar junto ustedes hoy. »Primero que nada, porque nunca he dejado de asistir a los más importantes eventos de los trabajadores. Y además por otra razón: porque era el Congreso de los Trabajadores Azucareros, y yo le estoy muy agradecido a los trabajadores azucareros. Tal vez mi agradecimiento se deba a que fue ésta la primera Federación que en los días iniciales del Gobierno Revolucionario dio un paso al frente, y respondió tan admirablemente en aquellos días inciertos. »En aquellos días cuando la zafra estaba retardada, cuando con mayor necesidad Cuba demandaba de los ingresos azucareros, cuando más importante resultaba poner en marcha la producción. No podré olvidar nunca que en aquellos días inciertos, cuando le pedimos a los trabajadores azucareros que renunciarán a sus demandas, que eran justas, que aplazaran su consigna por tener salarios más altos, porque el país estaba urgido de la contribución económica de la industria azucarera y de los recursos de la industria azucarera, ustedes sacrificaron sus intereses para colaborar con la Revolución. »No podré olvidar nunca aquella confianza y aquella fe con que los trabajadores azucareros renunciaron a todas sus demandas, renunciaron al derecho de huelga para hacer posible lo que es hoy ya una realidad: el haber logrado una zafra de cerca de 6 millones de toneladas. »Y es más meritorio, aquel gesto, porque en aquellos días no podía existir la identificación que hoy existe entre los trabajadores y el Gobierno Revolucionario. En aquellos días todavía estaba por ver la conducta del Gobierno Revolucionario. En aquellos días todavía estaba por ver si por fin se iba a establecer en Cuba un Gobierno Revolucionario y un Gobierno honrado. Porque el pueblo ya había sufrido muchos desengaños y muchas decepciones y que aunque todo el mundo estaba confiado la Revolución, no todo el mundo estaba seguro de la Revolución».
Una Reforma Agraria de un solo cero
En la intervención en la Plenaria Nacional Azucarera mencionada el compañero Fidel rememora los primeros momentos del triunfo revolucionario. «En aquellos primeros días todo el mundo estaba de acuerdo con la Reforma Agraria, todo el mundo ofrecía dinero para la Reforma Agraria. Había una ligera diferencia de ceros, y no a la izquierda. Todo el mundo estaba de acuerdo en que se cumpliera el artículo de la Constitución por el que se impone un límite a la posesión de tierra. Pero había una diferencia de ceros. Unos querían que se hiciera una Reforma Agraria de cuatro ceros, que se fijara un límite de 30 000 caballerías; otros querían una Reforma de tres ceros, un límite de 3 000 caballerías; otros, más radicales, querían una Reforma de dos ceros. »Pero el Gobierno Revolucionario, analizando las necesidades de nuestra economía y de nuestra población, estableció una Reforma Agraria de un solo cero. Treinta caballerías de límite máximo. Una pequeña discrepancia de ceros. Y en esos días había mucha gente jugando a los ceritos. Si el Gobierno hubiera hecho una Reforma de cuatro ceros, aquella gente, los latifundistas, las grandes compañías, hubieran dicho que ésta era la Revolución más democrática del mundo. Pero como es una Reforma de un solo cero, dicen que es la Revolución más comunista del mundo. No es un problema de principios, no es un problema de ideales, es un problema de ceros. »Si no hubiéramos rebajado, no un cero, si no medio cero, en los alquileres, los propietarios de casas hubieran dicho que ésta era una gran Revolución democrática. Pero por medio cero solamente, lo menos que quieren es que los criminales de guerra y los asesinos que ensangrentaron a nuestra patria, vuelvan a venir aquí. Y así, todo el problema que la Revolución tiene hoy con aquellos que estaban con la Revolución, según decían, el primero de enero, y el cinco de enero y el diez de enero, hasta incluso el 30 de enero, porque aquí empezaron a desertar a partir de la primera ley revolucionaria, que fue la rebaja de alquileres. Todo no ha sido más que una cuestión de ceros en las ganancias de unos pocos, y este ha sido todo el problema de la Revolución y por el cual una parte de los que estaban con la revolución en enero no están ya con la Revolución en diciembre».
Yo me hago del partido ese demócrata cristiano
El jueves 17 de diciembre, se entregan sesenta y cuatro casas construidas por el Instituto Nacional de Ahorro y Vivienda en la calle Panorama entre Conill y Tulipán, Nuevo Vedado, La Habana. En horas de la noche, Fidel comparece en el programa Ante la Prensa de CMQ-TV. Tras responder varias preguntas, invita a los periodistas del panel que estuvieron presentes en el juicio seguido al traidor Hubert Matos, a que compartan con la audiencia sus impresiones acerca del desarrollo de ese proceso judicial. Los testimonios desbaratan las maniobras de los enemigos que, apoyados por la prensa contrarrevolucionaria, han tratado de presentar al traidor como víctima de la Revolución. Más adelante, Fidel responde rápido a la pregunta relacionada con la creación del nuevo Partido Demócrata Cristiano, que la prensa ha anunciado. «Bueno, si no es el partido de los latifundistas, y de los garroteros y de los politiqueros, ¿quién va formar ese partido? ¿Es que van a superar ahora a la Revolución? ¿Qué quieren, que les demos el Gobierno para ver si lo hacen mejor? Pues miren si tuvieran una sola idea de lo que es el Gobierno posiblemente se dejaban de tanta bobería, pero desde luego, no es cuestión de Gobierno ni de nada. Es lo que yo digo. Si es un grupo que es mejor que nosotros, ¿dónde está? ¿Dónde está la maravilla esa que ha surgido ahora que han venido a arreglar el problema cuando nosotros no estamos arreglando? ¡Qué casualidad! Tuvieron no sé sobre cuántos años para arreglarlo todo esos señores, tuvieron muchos años para arreglarlo, ¿no? Entonces, ¿a qué vienen? ¿A arreglarlo o desarreglando? ¿A que vienen? Y entonces, desde luego, que lo que hay detrás de eso son los latifundistas y eso está un poco relacionado con el plan que tenían con el Congreso, darle carácter político para de ahí sacar la cuestión del partido. Y yo sabía de muchos latifundistas que en su vida habían ido a una iglesia que estaban más católicos que nunca recogiendo y buscando dinero y buscando máquinas y de todo porque estaban detrás del plan de llamarse demócratas cristianos. »Si son cristianos, ¿por qué no empiezan por hacer lo que decía Cristo: “Deja todo lo que tienes y sígueme; deja todo lo que tienes?». »Todavía más concreto, todavía más concreto, porque Cristo decía: «Entrégale a los pobres todo lo que tienes, y sígueme». Y yo les dijo que si ese partido demócrata cristiano que puedan organizar latifundistas le entregan todo lo que tienen a los pobres y sigue en la Revolución, yo me hago del partido ese demócrata cristiano».
Fidel cenó con los carboneros de la Ciénaga
El pueblo de Cuba celebra el 24 de diciembre, la Nochebuena de la Libertad en un ambiente que desborda todos los cálculos y expectativas. En ninguna otra época de la historia del país las condiciones han sido más propicias para entregarse al sano júbilo y sentarse a la mesa pascual sin temores, llenos de íntima y serena confianza. Fidel celebra esta noche especial en un bohío de carboneros de la ciénaga de Zapata. «[…] El anfitrión lo fue un carbonero miembro de la “Cooperativa de Soplillar”, el guajiro Rogelio García, acompañado por su numerosa familia, así como otros vecinos de la Ciénaga, que consumieron en la típica mesa criolla solamente productos del país, adquirido en la Tienda del Pueblo de Soplillar. »Los poetas populares improvisaron décimas revolucionarias en las que cantaron temas sobre la Reforma Agraria y las leyes revolucionarias. Acompañaron al doctor Fidel Castro el capitán Antonio Núñez Jiménez, Director Ejecutivo del INRA y su señora; el Ministro de Agricultura, comandante Pedro Miret y su esposa y la señorita Celia Sánchez, así como numerosos campesinos de la Ciénaga de Zapata».
La Universidad que se pinte de negro, de mulato, de pueblo
El pueblo villareño celebra con alegría desbordante el primer aniversario de la entrada a Santa Clara de las tropas de la Columna No. 8 “Ciro Redondo”, dirigida por el comandante Ernesto Che Guevara. Al despuntar el alba aviones de la Fuerza Aérea Revolucionaría arrojan sobre la población flores y obsequios para los niños, en contraste con los arteros bombardeos que sufriera Santa Clara por las naves aéreas de la dictadura, el 28 de diciembre de 1958. El comandante Che Guevara, quien participa en los actos, le expresa al pueblo: «Volviendo la cabeza a las enseñanzas de los grandes conductores de las epopeyas pasadas y actuando bajo la acción orientadora de nuestro líder de hoy, Fidel Castro, marchamos todos hacia el porvenir, como pueblo formado por mujeres, obreros, estudiantes y campesinos y nunca se podrá en esta Cuba de hoy torcer el rumbo decisivo, su rumbo hacia el futuro, su rumbo hacia la cabeza de los países de América Latina. Unidos hoy, como ayer, en este momento de la victoria, para lograr esta realización, hacia la cual vamos todos, con Fidel Castro. »En horas de la noche, el comandante guerrillero recibe de manos del rector de la Universidad Central, doctor Mariano Rodríguez Soiveira, el título de Doctor Honoris Causa de la Facultad de Pedagogía de ese importante centro de estudios. Usando por birrete su popular boina y por toga el mil veces glorioso uniforme del Ejército Rebelde, el comandante Che Guevara pronunció un brillante discurso. »Tengo que puntualizar como principio de estas palabras que solamente acepto el título que hoy se me ha conferido, como un homenaje general a nuestro ejército del pueblo. No podría aceptarlo a título individual por la sencilla razón de que todo lo que no tenga un contenido que se adapte solamente a lo que quiere decir, no tiene valor en la Cuba Nueva; y cómo podría aceptarlo personalmente, a título de Ernesto Guevara, el grado de Doctor Honoris Causa de la Facultad de Pedagogía, si toda la pedagogía que he ejercido ha sido la pedagogía de los campamentos guerreros, de las malas palabras, el ejemplo feroz, y creo que eso no se puede convertir de ninguna manera en una toga; por eso sigo con mi uniforme del Ejército Rebelde aunque puedo venir a sentarme aquí, a nombre y en representación de nuestro ejército, dentro del Claustro de Profesores. Pero aceptar esta designación, que es un honor para todos nosotros, quería también venir a dar nuestro homenaje, nuestro homenaje de ejército de pueblo y de ejército victorioso. »Una vez a los alumnos de este centro les prometí una pequeña charla en la que expusiera mis ideas sobre la función de la Universidad; el trabajo, el cúmulo de acontecimientos, nunca me permitió hacerlo, pero hoy voy a hacerlo amparado ahora, además en mi condición de Profesor Honoris Causa, y ¿qué tengo que decirle a la Universidad como artículo primero, como función esencial de su vida en esta Cuba Nueva? Le tengo que decir que se pinte de negro, que se pinte de mulato, no sólo entre los alumnos, sino también entre los profesores; que se pinte de obrero y de campesino, que se pinte de pueblo, porque la Universidad no es patrimonio de nadie y pertenece al pueblo de Cuba. […] »Si me pidieran un consejo a fuer de pueblo, de Ejército Rebelde y de profesor de Pedagogía, diría yo que para llegar al pueblo hay que sentirse pueblo, hay que saber qué es lo que quiere, qué es lo que necesita y qué es lo que siente el pueblo. Hay que hacer un poquito de análisis interior y estadística universitaria, y preguntar cuántos obreros, cuántos campesinos, cuántos hombres que tienen que sudar ocho horas diarias la camisa están aquí en esta Universidad, y después de preguntarse eso hay que preguntarse también, recurriendo al autoanálisis, si este Gobierno que hoy tiene Cuba representa o no representa la voluntad del pueblo, y si esa respuesta fuera afirmativa, si realmente este Gobierno representa la voluntad del pueblo, habría que preguntarse también: este Gobierno que representa la voluntad del pueblo en este Universidad, ¿dónde está y qué hace? Y entonces veríamos que desgraciadamente el Gobierno que hoy representa la mayoría casi total de pueblo de Cuba no tiene voz en las Universidades cubanas para dar su grito de alerta, para dar su palabra orientadora y para expresarlos sin intermedios, la voluntad, los deseos y la sensibilidad del pueblo. […] »Y a los señores profesores, mis colegas, tengo que decirles algo parecido. Hay que pintar de negro, de mulato, de obrero y de campesino; hay que bajar al pueblo, hay que vibrar con el pueblo, es decir, las necesidades todas de Cuba entera. Cuando esto se logre nadie habrá perdido, todo habremos ganado y Cuba podrá seguir su marcha hacia el futuro con un paso más vigoroso y no tendrá necesidad de incluir en su claustro a este médico, comandante, presidente de Banco y hoy Profesor de Pedagogía que se despide de todos».
Treinta y uno de diciembre: una noche de júbilo y esperanza
El pueblo de Cuba se apresta para celebrar las tradicionales fiestas de fin de año, a las que se une en esta ocasión, algo más valioso: el primer aniversario del triunfo de la Revolución. Dos días antes de que finalice 1959, en el Instituto Nacional de la Reforma Agraria, Fidel Castro firma nuevos títulos de propiedad de la tierra y se da a conocer que 1960 recibirá por nombre de Año de la Reforma Agraria. Los cubanos despiden el Año de la Liberación incorporándose a las nuevas unidades de milicias, entrenando militarmente, aportando dinero para comprar armas y aviones, fortaleciendo la unidad y vigilando las acciones del enemigo que intenta dar marcha atrás a la historia. «Personalidades de varias partes del mundo fueron invitados por el Primer Ministro, Fidel Castro a celebrar en Cuba el nuevo año. Los visitantes extranjeros, durante el jueves 31 de diciembre disfrutaron en la capital de varios actos y agasajos acompañados por Dorticós y Fidel, este último les ofrecerá una cena para despedir el año. »Para esta noche a las diez, está señalada, una Cena de Fin de Año que ofrecerá el Dr. Fidel Castro Ruz en su carácter de Presidente del Instituto Nacional de las Industrias Turísticas a distintas personalidades extranjeras que nos visitan. A la misma concurrirá también como invitado especial el presidente de la República Dr. Osvaldo Dorticós Torrado, y acompañándole numerosas autoridades revolucionarias civiles y militares. »La cena tendrá una significación especial, ya que en la misma se sentarán de modo fraternal más de cincuenta personalidades norteamericanas pertenecientes a grupos calificados como negros o blancos, según el color de su piel, lo que no impedirá que esa noche se sientan hermanados al calor de la hospitalidad tan cálida de nuestra tierra. »Las personalidades estadounidenses negras y blancas representan los sectores más importantes de su país de origen, tales como la industria, el comercio, los deportes, el arte, las ciencias, el profesorado universitario, periodistas de prensa escrita y radial, entre ellos los directores de los diarios más importantes de la población negra de los Estados Unidos, ministros religiosos, promotores de turismo, dirigentes de organizaciones de integración racial y de organizaciones femeninas». Los representantes del pueblo cubano y el norteamericano, así como todos los pueblos simbolizados en esa cena del INIT se abrazaron en una noche de júbilo y esperanza, por sobre las barreras de los intereses y prejuicios de enemigos comunes que los separan a veces. Al sonar las campanadas que anunciaban el advenimiento del nuevo año 1960, Fidel y todos sus invitados cubanos y extranjeros entonaron el Himno Nacional y el Himno de Estados Unidos. Momentos después, cubanos y extranjeros, comienzan a acercarse a la mesa que ocupa el líder de la Revolución para testimoniarle su afecto y admiración. Durante casi dos horas, Fidel firma postales, servilletas, pañuelos, sobres, sombreros, platos y hasta frutas a todos cuantos quieren un recuerdo suyo. A la una y treinta de la tarde del día Primero de Enero, el comandante Fidel Castro hace acto de presencia en la suite 420 del hotel Habana Riviera, acompañado de Baudilio Castellanos y Jesús Montané, con el propósito de saludar personalmente a cada una de las personalidades invitadas por él a los festejos del 31 de diciembre. Fidel pronuncia un discurso en inglés a sus invitados. Posteriormente, responde a sus preguntas.