El prestigio de Cuba en derechos humanos descalifica las acusaciones de EE. UU.
A las calificaciones antes dichas por el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, quien definió de indigna, inmoral y mentirosa la acusación reciente que el Departamento de Estado de Estados Unidos realizó sobre Cuba, en franca manipulación del tema de los Derechos Humanos, sumó sus valoraciones este lunes el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, quien rechazó, en Twitter, «las alegaciones engañosas y politizadas» del informe que las sostiene, del cual aseveró que falta a la verdad, y lo llamó «oportunista, arbitrario y unilateral».
En el mismo mensaje, el Canciller instó al Gobierno de EE.UU. «a cesar su campaña de descrédito e injerencia».
En la propia fecha, y mediante nota de prensa publicada en el sitio web Cubaminrex, se informó que, en la tarde de ayer, el director general a cargo de Estados Unidos, del Ministerio de Relaciones Exteriores, Carlos Fernández de Cossío, convocó al encargado de Negocios de Estados Unidos, Timothy Zúñiga-Brown, a fin de hacerle saber el rechazo a las consideraciones de su Gobierno, del que señaló que aprovecha, de modo oportunista, un tema tan sensible como los derechos humanos, para su política de agresión contra países que no se le subordinan, «y que defienden el derecho soberano de sus pueblos a la libre determinación».
«En lo que respecta a Cuba, repite calumnias que grupos políticos de los Estados Unidos, con posiciones extremas contra Cuba, han formulado durante años como pretextos para la promoción de acciones hostiles y la imposición de medidas económicas coercitivas dirigidas a perjudicar el nivel de vida de la población cubana y castigarla por su respaldo al sistema político, económico y social que el país ha escogido libre y soberanamente», argumenta la nota.
Según trascendió también, Fernández de Cossío «expresó que las violaciones flagrantes y sistemáticas de los derechos humanos en los Estados Unidos y por parte del gobierno de ese país son conocidas y están documentadas. Estas se refieren al racismo, la xenofobia, la brutalidad policial, la tortura a prisioneros, las encarcelaciones prolongadas, el uso de cárceles secretas, el antisemitismo, el macartismo y otras formas de intolerancia religiosa e ideológica. A ello se agregan los asesinatos extrajudiciales en varias partes del mundo y las detenciones arbitrarias y prolongadas de personas inocentes».
En contraste con la realidad estadounidense, el diplomático cubano resaltó, ante el Encargado de Negocios de la Embajada de EE.UU., el prestigio del archipiélago en el tema de los derechos humanos, «por los resultados que ha alcanzado en la promoción y protección de estos; por su tradición de cooperación con los mecanismos de las Naciones Unidas que se aplican sobre bases universales y no discriminatorias; y por el apoyo solidario del país a los esfuerzos de otras naciones en desarrollo para proteger los derechos de sus pueblos», y ejemplificó la reciente elección de Cuba como miembro del Consejo de Derechos Humanos para el periodo 2021-2023, y destacó que sea parte de 44 de los 61 instrumentos internacionales de derechos humanos.