El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel aseguró que el venidero 2021 será un año de retos para Cuba, una etapa de superación, perfeccionamiento, diálogo y continuidad en consonancia con las transformaciones que avanzan hoy en el país.
 
En un reciente encuentro con autoridades de La Habana tras dos jornadas de visita gubernamental al territorio, el dignatario reconoció que medio de complejos cambios, la nación demanda de esfuerzo y unidad.
 
“A la luz de los días, podemos decir que el 2020 ha sido un año duro, que nos puso a prueba; un año de resistencia pero que propició la solidaridad y la unidad”, recalcó.
 
Dijo que “no podemos ser ingenuos al conocer la existencia de un enjambre anexionista queriendo que la Revolución se venga abajo, que trata de sacar partido personal a todo lo que pasa, porque hay mucho dinero y asesoría desde el norte brutal”.
 
Agregó que trataron de aplicar una plataforma de golpe suave o guerra no convencional sin éxito,  “sin embargo esto debe alertar sobre provocaciones futuras en el país”, enfatizó.
 
“Por lo tanto, debemos con pulso fuerte, con la inteligencia y la lucidez afilada, enfrentar todos estos planes imperialistas”, aseveró Díaz-Canel.
 
Sobre el ordenamiento monetario, indicó mantener atención al comportamiento de los precios por el alto impacto que puede tener su incremento en el equilibrio financiero de la población.
 
Explicó que el diseño requiere que la relación precio-salario sea más proporcional porque se pierde la capacidad adquisitiva.
 
Como primer paso de esta estrategia, a partir del 1 de enero se aplicará la tasa de 24 pesos por un dólar, lo que implica un nuevo tipo de cambio, el cese de la circulación del CUC y el establecimiento del peso como única moneda nacional.
 
Además, se prevé la eliminación de subsidios excesivos y gratuidades indebidas y una modificación en la distribución de los ingresos.