El privilegio de haber trabajado con Antonio Guerrero
Quienes compartieron con Antonio Guerrero la ardua tarea de ampliar la pista y la remodelación de la terminal aérea de esta ciudad, lejos estaban de saber el privilegio que tuvieron por haberlo conocido.
Este jueves, compañeros y amigos que dejó en Santiago de Cuba quisieran felicitarlo en su cumpleaños 50, pero injustamente está preso en Florence, prisión de máxima seguridad en el Estado de Colorado, por luchar contra el terrorismo, al igual que otros cuatro compatriotas.
Muchos lo recuerdan como un hombre muy previsor y rememoran lo difícil que era encontrarlo en la oficina de la inversión, ya que prefería estar junto a constructores y técnicos, pendiente a cada detalle, de la entrada de los suministros, de la calidad...
No por gusto la obra fue tomada como ejemplo de modelo constructivo, y en cuya inauguración participó el Comandante en Jefe Fidel Castro, a quien Tony, como le llaman cariñosamente, explicó en persona los detalles de la ejecución.
Pese a su juventud, era ejemplo: días y noches en las agotadoras jornadas en la pista, con el fuerte sol y el salitre que quemaban la piel por el cercano mar. El aeropuerto santiaguero se convirtió en su segunda casa.
La tensión de su rostro ante la responsabilidad asumida se adornaba por momentos con la sonrisa picaresca que forma parte de su personalidad.
En su oficina no faltaron los libros, dada su afición por la lectura, lo cual también justifica su amplia cultura e inclinación por escribir poemas y pintar.
Muchos son los recuerdos que hoy vienen a la mente de quienes tuvieron el privilegio de trabajar junto a él, por ser buen profesional y -sobre todo- buen revolucionario cubano.
Este jueves, compañeros y amigos que dejó en Santiago de Cuba quisieran felicitarlo en su cumpleaños 50, pero injustamente está preso en Florence, prisión de máxima seguridad en el Estado de Colorado, por luchar contra el terrorismo, al igual que otros cuatro compatriotas.
Muchos lo recuerdan como un hombre muy previsor y rememoran lo difícil que era encontrarlo en la oficina de la inversión, ya que prefería estar junto a constructores y técnicos, pendiente a cada detalle, de la entrada de los suministros, de la calidad...
No por gusto la obra fue tomada como ejemplo de modelo constructivo, y en cuya inauguración participó el Comandante en Jefe Fidel Castro, a quien Tony, como le llaman cariñosamente, explicó en persona los detalles de la ejecución.
Pese a su juventud, era ejemplo: días y noches en las agotadoras jornadas en la pista, con el fuerte sol y el salitre que quemaban la piel por el cercano mar. El aeropuerto santiaguero se convirtió en su segunda casa.
La tensión de su rostro ante la responsabilidad asumida se adornaba por momentos con la sonrisa picaresca que forma parte de su personalidad.
En su oficina no faltaron los libros, dada su afición por la lectura, lo cual también justifica su amplia cultura e inclinación por escribir poemas y pintar.
Muchos son los recuerdos que hoy vienen a la mente de quienes tuvieron el privilegio de trabajar junto a él, por ser buen profesional y -sobre todo- buen revolucionario cubano.
Source:
AIN
Date:
16/10/2008