A solo tres meses del triunfo revolucionario en Cuba, el  líder Fidel Castro Ruz, Primer Ministro del Gobierno, visita varias ciudades de Estados Unidos. Casi al finalizar, en un grandioso acto en el Parque Central de Nueva York, asevera lo que la historia confirma: «Cuba se ha convertido en la esperanza americana; hay que salvar la esperanza».
 
Y el 28 de abril de 1959, después de cumplimentar una breve visita a Montreal, a bordo de un Britannia, el vuelo Libertad que conduce a la delegación parte desde Houston, Texas, rumbo a Sudamérica, con breve escala en Trinidad y Tobago. Desde la cabina, Fidel ofrece una conferencia de prensa, que interrumpe brevemente cuando se divisan las costas de la Patria. Momento en que le envía una felicitación al pueblo a tres días del 1ro. de Mayo, y enfatiza: «Porque el día de los trabajadores, debe ser el día de todo el pueblo».
 
Cuenta el periodista Eddy Martin, que actúa como moderador, que, tanto la conferencia de prensa, de una hora, como el saludo, se transmiten en vivo por Radio Rebelde, ya Cadena Nacional en La Habana, a la cual se unen otras emisoras del país. Las sorpresas continúan cuando a la altura de la provincia de Las Villas reciben un llamado desde la torre del aeropuerto de Camagüey y Fidel también congratula a la tierra del Mayor, a través de Radio Cadena Agramonte.
 
Por la hazaña técnica sin precedentes, la Asociación de Radio y Televisión otorga Gran Premio Especial de 1959 a Radio Rebelde, por el inédito control remoto desde un avión, unido al de la firma de la Ley de Reforma Agraria, por Fidel, desde La Plata en la Sierra Maestra. Este relato patentiza el valor que Fidel siempre da a las aptitudes de la radio y, sobre todo, que ni la distancia de 19 500 pies de altura impide estar abrazado a su pueblo y llevarle su aliento en el primer mayo liberado. Magisterio que cultiva en todos los momentos de peligro, de tristezas y de alegrías. Por eso su recuerdo está vívido, se multiplica, crece y germinará siempre como continuidad de la historia.