Crisis de Octubre: los cinco puntos de la dignidad
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Cincuenta y seis años nos separan de aquellos días en que la humanidad se vio al borde de una guerra nuclear, nunca antes el ser humano había estado tan cerca del holocausto atómico.
Para el Gobierno y pueblo cubanos significó una grave experiencia que reafirmó la firmeza de una nación que defendió con dignidad y valor extraordinario su autodeterminación frente a la actuación de dos superpotencias, una muestra de la capacidad política de sus líderes para negociar sin hacer concesiones de principios, pero con la flexibilidad necesaria para facilitar el proceso llevado a cabo por las Naciones Unidas y reafirmó la necesidad de fortalecer la defensa del país con una concepción propia, no alineada y firme en los principios de soberanía.
«He vivido días magníficos y sentí a tu lado el orgullo de pertenecer a nuestro pueblo en los días luminosos y tristes de la Crisis del Caribe. Pocas veces brilló más alto un estadista que en esos días».
Escribía en su carta de despedida leída por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz el 3 de octubre de 1965, el comandante Ernesto Guevara de la Serna.
Desde el mismo 1ro. de enero de 1959 la Revolución Cubana fue objeto de la política agresiva del Gobierno de ee. uu. Calumnias, agresiones directas e indirectas, sabotajes, creación de bandas armadas, guerra económica y bacteriológica, atentados contra los principales líderes, en una escalada que tuvo su colofón en la invasión mercenaria por Bahía de Cochinos.
Después de la victoria de Girón se recrudeció la política de cerco económico, político y diplomático contra Cuba, así como las acciones subversivas, la Operación Mangosta, considerada como una de las operaciones de subversión más grandes realizadas por la cia en el hemisferio occidental, pretendía provocar una sublevación interna que propiciara la intervención de Estados Unidos con el apoyo de sus aliados latinoamericanos.
«(...) La acción política será apoyada por una guerra económica que induzca al régimen comunista a fracasar en su esfuerzo por satisfacer las necesidades del país, las operaciones psicológicas acrecentarán el resentimiento de la población contra el régimen (...)».1
La propuesta soviética
A pesar de las diversas interpretaciones que ha tenido el propósito del Gobierno soviético de desplegar en Cuba armamento nuclear en 1962, existe el consenso de que la verdadera intención de la urss fue dar una respuesta simétrica a los misiles instalados en torno a su territorio, lograr equilibrio estratégico y garantizar además la seguridad del país caribeño.
El líder soviético, Nikita Jruschov, en una reunión con altos jefes militares de la urss en mayo de 1962 afirmó: «estoy absolutamente seguro, que, en venganza por la derrota de Playa Girón, los norteamericanos van a emprender una agresión contra Cuba (...)». 2
En la mañana del 29 de mayo arribaron a La Habana Alexander Alexeev, futuro embajador de la urss en Cuba, y el Mariscal Serguei Biryusov, viceministro de Defensa de la urss acompañados de dos generales, ellos tenían el encargo de Jruschov de proponer a la máxima dirección de la Revolución Cubana su idea de instalar cohetes nucleares en territorio nacional para garantizar la defensa del país.
A nosotros no nos gustaban los cohetes
El 30 de mayo se efectúo con el secretariado de las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ori) la reunión para discutir la propuesta, estaba claro para todos que la presencia de los misiles contribuiría a la defensa del país, pero valoraban el aspecto político negativo que tendría para la imagen de la Revolución en América Latina.
«(...) a nosotros no nos gustaban los cohetes. Si de nuestra defensa exclusiva se hubiera tratado, nosotros no hubiésemos aceptado los misiles (...)», diría Fidel luego acerca de estos hechos. 3
Sobre la decisión final afirmativa pesó el sentimiento internacionalista de los presentes. Fidel dijo en la entrevista con el Mariscal soviético y los generales que le acompañaban el 31 de mayo: «mire, si eso conviene a los intereses del campo socialista, nosotros aquí estamos dispuestos a que se instalen mil cohetes». 4
La dirección cubana estimaba y así se lo hizo saber a la delegación soviética, que debía firmarse un acuerdo militar y hacerlo público de inmediato.
La decisión de Nikita Jruschov de mantener oculta la operación, la no existencia real de un plan de respuesta de crisis objetivo, en caso de que se descubriera, como sucedió en realidad, hizo que la situación se tornara altamente peligrosa.
El «Reloj del Juicio Final»
En 1947 la revista estadounidense Bulletin of the Atomic Scientists publicó en su portada la imagen de un reloj cuya manecilla marcaba siete minutos para la medianoche. De esta manera los científicos calificaban la proximidad de una guerra nuclear.
En octubre de 1962 los científicos no tuvieron tiempo de poner en hora el reloj. El traslado del material militar a Cuba fue revelado por los aviones espías estadounidenses, que detectaron en la Isla los lanzadores de misiles.
Por orden del presidente estadounidense John F. Kennedy, 150 000 reservistas fueron movilizados, mientras que al mar del Caribe fue enviado un grupo de la Armada de EE.UU.
El 22 de octubre de 1962, ee. uu. empezó un bloqueo marítimo completo de Cuba. Como respuesta a ee. uu., la urss puso en disposición combativa a su Ejército.
Cuba se puso en pie de guerra: «Resistiremos el bloqueo, rechazaremos la agresión», convocaba Fidel al pueblo que se disponía a defender su Revolución a cualquier coste.
El 24 de octubre en el mar Caribe se descubrieron los barcos soviéticos que trasladaban el material bélico. El apogeo de la crisis se produjo el 27 de octubre, cuando la defensa antiaérea derribó un avión espía de ee. uu. sobre Cuba, lo que fue calificado como el primer disparo de la última guerra.
El 27 de octubre de 1962 fue el día más peligroso de la Crisis de los misiles y pasó a la historia como el «Sábado Negro». Los gobiernos de la urss y de ee. uu. se encontraron en un callejón sin salida: la guerra parecía inminente.
Cuba lucha por su soberanía
La noche del 28 de octubre el embajador de la urss en EE.UU., Anatoli Dobrynin, se reunió con el fiscal general estadounidense y hermano del presidente, Robert Kennedy, y este declaró que ee. uu. estaba dispuesto a presentar garantías de seguridad a Cuba y eliminar las bases de misiles en Turquía. Dobrynin de inmediato lo comunicó a Moscú.
Por órdenes de Jruschov, Dobrynin se puso en contacto de inmediato con Robert Kennedy para comunicarle la respuesta soviética. «Las consideraciones que R. Kennedy expresó por orden del presidente de EE.UU., encuentran entendimiento en Moscú».
A lo largo de tres semanas los misiles fueron desmantelados y trasladados desde Cuba. El 20 de noviembre ee. uu. levantó el bloqueo marítimo de la Isla.
Mantenida al margen del proceso de negociación entre la urss y Estados Unidos, el papel protagónico de Cuba durante la Crisis de Octubre se centró en el terreno político y diplomático.
El Gobierno revolucionario exigió, en nombre del pueblo cubano, el cumplimiento de cinco puntos que garantizaran la soberanía del pueblo cubano:
Cese del bloqueo económico y de todas las medidas de presión comercial y económica de Estados Unidos contra nuestro país.
Cese de todas las actividades subversivas.
Cese de los ataques piratas.
Cese de las violaciones de nuestro espacio aéreo.
Retirada de la Base Naval de Guantánamo y devolución del territorio cubano ocupado por Estados Unidos.
Los cinco puntos fueron ignorados por las grandes potencias de entonces, pero fueron estandarte de la dignidad del pueblo cubano.
El reloj del juico final mueve hoy sus manecillas peligrosamente a la hora cero, la actual carrera armamentista mundial pone al mundo de nuevo a las puertas de una crisis que, con la actual correlación de fuerzas y la existencia de más y mucho más destructivas armas, puede no tener solución, esta vez el primer disparo puede ser el último.
Fuentes:
1 Proyecto Cuba. Washington, 18 de enero de 1962.
2 Alexander Alexeev. La Crisis del Caribe. Revista Eco del Planeta, No. 33, nov. de 1998, pp.26-33.
3 Fidel Castro Ruz. Transcripciones de la Conferencia Tripartita de La Habana.
4 Fidel Castro Ruz. Transcripciones de la Conferencia Tripartita de La Habana.