Fidel Castro: Una lluvia fina lo invadía todo
1 de marzo de 1954.- Fidel describe en una carta, su situación en la celda de aislamiento donde lo habían situado en el presidio de Isla de Pinos
“Sigo sin luz, con hoy ya diecisiete días. Las velas no las dejaron pasar. Pero anoche no fue solamente la oscuridad y la soledad, sino también la lluvia”.
Señala que apenas oscureció comenzó a tronar con insistencia y luego a relampaguear, momentos en los que se iluminaba la celda.
“Al poco rato se inició un furioso aguacero. El agua, arrastrada por el viento, penetraba los ventanales sin más protección que las rejas, mojándolo todo impunemente. Hice cuanto pude por proteger los libros dentro de las maletas y colocándoles una frazada por arriba. La cama, entre tanto, se empapó, el piso se llenó de agua y un aire frío cargado de una lluvia fina lo invadía todo”.
Fidel precisa que, en un rincón, calados los huesos de humedad y frío, esperó con infinita paciencia el fin del vendaval.
Cinco años después, en 1959, una vez alcanzado el triunfo de la Revolución, Fidel entrega títulos de propiedad de tierras a 340 campesinos de la zona conocida como Remates de Guane, en el actual municipio Sandino, provincia de Pinar del Río.
Y el 1ro. de marzo del 2008 elabora la Reflexión titulada La marcha prematura, mientras que en el 2010 igualmente escribe la reflexión El último encuentro con Lula.
En la primera hace referencia y rinde homenaje al destacado actor y revolucionario cubano Sergio Corrieri, fallecido el día anterior, de quién afirma:
“De él aprendí cuando visitaba las bellas montañas del centro de la Isla. Admiraba sus principios”.
En la otra reflexión Fidel expresa del presidente brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva:
“Una vez tuve el honor de visitarlo en su casa, situada en un modesto barrio de Sao Paulo, donde residía con su familia. Fue para mí un emotivo encuentro con él, su esposa y sus hijos. No olvidaré nunca la atmósfera familiar y sana de aquel hogar, y el sincero afecto con que lo abordaban sus vecinos, cuando Lula era ya un prestigioso líder obrero y político”.
El primer día del mes de marzo del año 2012, Fidel sostiene en el Palacio de Convenciones en La Habana un encuentro con más de 700 activistas japoneses, entre ellos diez sobrevivientes de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki en 1945, que habían viajado a Cuba en el Crucero por la Paz.
En el 2010, había sostenido un encuentro similar con visitantes japoneses que habían llegado a La Habana en un viaje anterior de ese crucero.
Y el 1ro. de marzo del 2015, Fidel elabora un trabajo titulado Cinco horas con los cinco, en el que refleja su encuentro con los Cinco Héroes cubanos Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando González y René González.
Expresa que ellos nunca hicieron daño alguno a Estados Unidos y que sólo trataban de prevenir e impedir los actos terroristas contra nuestro pueblo, que la opinión pública mundial conoce que son organizados por los aparatos de inteligencia norteamericanos.
“Ninguno de los Cinco Héroes realizó sus tareas en busca de aplausos, premio o gloria. Recibieron sus honrosos títulos porque no lo buscaron. Ellos, sus esposas, sus padres, sus hijos, sus hermanos, y sus conciudadanos, tenemos el legítimo derecho a sentirnos orgullosos”.