Frente Guerrillero de Cubitas
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Considero La Huelga Nacional del 9 de abril de 1958, en la versión jurisdiccional del Camagüey de entonces, un elemento decisivo , como detonante final, en las aspiraciones de los revolucionarios de esta parte del país de crear un frente guerrillero en la provincia. Entre otras cosas porque obligó a los más comprometidos con su organización a pasar a la vida clandestina.
Ante dicha realidad, Alfredo Álvarez Mola, máximo dirigente de la huelga en los sectores con más peso en ella, viaja a la Sierra Maestra a entrevistarse con Fidel y logra tener su aprobación para la reapertura de un Frente Guerrillero en Cubitas, zona septentrional de Camagüey, provincia donde ya operaban dos destacamentos del ejército Rebelde en los límites de Las Tunas, uno al norte, comandado por el teniente José Botello y el otro al sur, al mando del teniente Roberto Reyes, ambos pertenecientes a la tropa del capitán Orlando Lara, que operaba en los llanos de Bayamo y Las Tunas respectivamente.
La propuesta estuvo también avalada por los conocimientos y contactos de Alfredo sobre el área, dada su condición de espeleólogo, y por consiguiente la exploración sistemática de las cuevas radicadas allí. Las que servirían en distintos fines, de seguridad a los combatientes y de almacén de logística, avituallamiento y armas. Además las condiciones que el Comandante en Jefe captó en el revolucionario camagüeyano para designarlo casi de inmediato como Oficial de enlace y Asesor del ejecutivo del movimiento 26 de julio para asuntos de la provincia.
Es necesario aclarar que la misión de organizar dicho Frente Guerrillero, la compartiría Alfredo Álvarez Mola con otras dos tareas de aprovisionamiento que ya realizaba, y referidas al envío de abastecimientos al Ejército Rebelde a la misma Sierra Maestra más la atención a los dos destacamentos mencionados con anterioridad.
Entusiasmado inició Álvarez Mola los preparativos del referido Frente, y con prontitud comenzó la ubicación de sitios y la selección del personal que lo conformaría, alrededor de 28 compañeros entre los más comprometidos y con riesgos para sus vidas, el embrión del futuro frente lo integrarían: Juan de la Peña Arzuaga(Boris), Mario Herrero Toscano, José Vázquez y Mario de la Peña.
Sin embargo, Alfredo se incorporó definitivamente al grupo guerrillero de Sierra de Cubitas a principios de julio, debido a la tenaz persecución de que era objeto. Él aprovechó todo el sistema de abastecimiento que existía en la provincia para el suministro del nuevo destacamento. Cerca de la Cueva del Indio, en diferentes cuevas, fueron almacenados víveres, uniformes, botas y otros medios que aseguraran una eventualidad de las operaciones militares.
Por otra parte, también se le había propuesto a Fidel realizar un grupo de acciones inmediatas en la ciudad de Camagüey, entre ellas el ajusticiamiento de Pata de Ganso. Para los preparativos de dicha acción fueron seleccionados dos compañeros del naciente destacamento de Sierra de Cubitas. Uno de ellos cometió violaciones e indiscreciones que llevaron a su apresamiento el 15 de julio, y delató los detalles sobre la organización del frente guerrillero.
En la madrugada del 16 de julio de 1958 unos diecinueve militares, se desplazaron a la zona. En la sorpresa fueron abatidos los dos compañeros que se encontraban de guardia: Benito Viñales y Amado Hernández. El resto de la tropa apenas pudo responder, se retiró y dispersó.
Tras la dispersión Alfredo Álvarez Mola y Mario Herrero Toscano se incorporaron a la lucha en la Sierra Maestra, allí se les dio la nueva misión de guiar a la Columna 2, Comandada por Camilo Cienfuegos, a través del territorio camagüeyano.
Fuente: Alfonso Zequeira Motolongo y Alberto Alvariño Atiénzer : “Alfredo Álvarez Mola: Un pequeño gigante”. Prólogo Fidel Castro Ruz. Casa Editora Abril. La Habana, 2015. Pág. 81-87.