El libro “Fidel Castro Ruz. Exequias”, un documento histórico y trascendental, fue presentado exclusivamente hoy en esta ciudad, por el ministro de Cultura, Abel Prieto Jiménez.
 
En la Sala José Soler Puig, en el Teatro Heredia de la Avenida Las Américas, Prieto Jiménez esbozó la publicación, que resume el itinerario del cortejo fúnebre con las cenizas del Comandante en Jefe Fidel Castro desde La Habana hasta el monolito en el cementerio Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba.
 
Las 166 fotos que integran el material gráfico de la obra, son de los fotógrafos Vicente González Díaz, Fernando Medina, Alcides Carlos González Díaz, Juvenal Balán, Omelio Borroto, Juan Carlos Palomo, Miguel Rubiera,  y Jesús Vicente González Portuondo, de quien también es el diseño.  
 
El Ministro de Cultura explicó, que se hizo esta edición muy especial, por el momento muy limitada, aunque existe una versión digital.
 
Ponderó el trabajo de los fotógrafos y la coordinación para elaborar la obra, responsabilidad del Dr. Vicente González Díaz.   
 
Detalló Abel Prieto, que es como un recorrido y se usa la canción de Raúl Torres “Cabalgando con Fidel”. Aparecen las muestras de respeto por su Líder del pueblo habanero y de las zonas cercanas a la Capital, en la Plaza de la Revolución.
 
“En los rostros se refleja un dolor muy hondo. Pero al mismo tiempo, todos vimos cómo ese dolor se fue convirtiendo en un compromiso. Pocas veces uno ha visto a este pueblo tan herido, tan hondamente dolido y al mismo tiempo tan comprometido a seguir adelante”, y recordó la consigna surgida espontáneamente: Yo soy Fidel… Todos somos Fidel.
 
“Aquí (en el libro) está todo ese sentimiento expresado en imágenes. Está el desfile de las personas por el monumento de la Plaza, luego el acto… Hay imágenes tremendas del acto. Después el recorrido de las cenizas de Fidel. Fue muy impactante ver el recorrido de la urna y pensar en ese gigante extraordinario, ese hombre colosal… fueron momentos tremendos.”   
 
El Ministro de Cultura fue mostrando páginas del libro y comentándolas.
 
“Es una edición preciosa; los niños, los jóvenes, los letreros que espontáneamente hizo la gente; el llanto del pueblo… hay imágenes de un valor incalculable… niños con el nombre de Fidel pintado en sus rostros.”
 

Calificó el texto como una obra de arte y reiteró el impacto que causa observar a la gente en los techos, viendo pasar la Caravana.
 
“Este pueblo perdió algo demasiado fuerte; la gente sintió algo muy personal… una pérdida muy personal, y al mismo tiempo queda el legado de Fidel que sigue vivo y tenemos que trabajar día a día para que siga ahí.
 
“Con ese recorrido, el nos dejó un saldo en términos morales, políticos; desde el punto de vista de las ideas que es difícil de calcular; eso nos dejaron esas horas de luto…
 
“Miren esta foto de esta mujer: ‘Fidel vive en el corazón de Cuba y del mundo’… ‘Fidel, sobran razones para amarte’. Hay murales improvisados…
 
“Y esa lección tremenda de Fidel de que no se nombre… que no se bautice con su nombre ninguna plaza ni edificio… y ustedes han visto la sencillez de su tumba. El pueblo santiaguero interminablemente está pasando por allí…
 
“Hay fotos tremendas… miren esta bandada de palomas que siguió la Caravana, y este cartel improvisado por este hombre del pueblo: ‘Fidel, viviremos, lucharemos y moriremos por tus ideales’. ‘Te amaremos por siempre hasta la eternidad’… miren la Caravana de noche bajo la lluvia. Y este hombre llorando… sin ningún pudor. Eso desdice el famoso refrán de que los hombres no lloran. Sí lloran. Y esta señora con ese cartel: ‘Fidel solo estás durmiendo. Los hombres justos viven eternamente’. Y este niño… miren lo que se puso en el pecho: ‘Tengo un chaleco moral’. Este otro muchacho se hizo un pelado de homenaje a Fidel.
 
“Y aquí ya en Santiago… en su Santiago. El acto tremendo, los visitantes, Evo Morales, aquí está Maduro, otros mandatarios, y el Concepto de Revolución en letras de bronce a relieve; el momento en que Raúl deposita en la roca las cenizas de Fidel y cómo Raúl lo saluda militarmente.
 
“Aquí lo dice: ‘Este libro es un homenaje a Fidel, de todos los cubanos y en particular del heroico pueblo santiaguero…’ Felicitó a quienes tuvieron esta iniciativa y que han dejado este regalo para el pueblo. Hay un tesoro en estas imágenes, que no se puede traducir en palabras.”