Los días 28, 29 y 30 de marzo del 2002 el Comandante en Jefe Fidel Castro dejaba inaugurados en Granma, nacionalmente, cuatro programas de la Revolución en medio de un ambiente de júbilo que estremeció a todo el territorio.
 
El primer día dejó abierto el correspondiente a Escuelas de Artes Plásticas al inaugurarse la Escuela Carlos Enríquez, de Manzanillo. Coincidiendo con su llegada un grupo de prestigiosos artistas del pincel habían terminado un mural dedicado a la Ciudad del Golfo.
 
A solicitud de los presentes Fidel dejó como muestra de su satisfacción por el acontecimiento un memorable dibujo.
 
La instalación fue concebida para beneficiar a alumnos de Manzanillo y municipios cercanos, pero que en su primer curso abarcaría algunos de Las Tunas y Bayamo.
 
El consagrado pintor cubano Roberto Fabelo definió el logro de la escuela como un viaje hacia lo más profundo del humanismo teniendo en cuenta el alto números de hijos de campesinos y de trabajadores que se beneficiarían.
 
La instalación contaba con dos talleres de grabado, dos de escultura, uno de cerámica, dos de pintura y dos de dibujo, para formar a alumnos que vencidos los cuatro años tienen derecho a ingresar, mediante prueba de ingreso, al Instituto Superior de Arte.
 
El artista Kcho agradeció al pueblo cubano por el logro de la escuela y se fundió en un fuerte abrazo con Fidel, gesto que fue reconocido por todos con una ovación.

El Ministro de Cultura, Abel Prieto reconoció la participación de los artistas que en número de 11 000 participaron con su arte en Tribunas Abiertas, marchas y proyectos como el que se presenciaba allí.
 
Prieto agradeció la presencia de destacados artistas y reconoció el impulso de Fidel a la vida cultural del país que ‘’ha colocado a la cultura en el centro de la vida espiritual de la nación’’.
 
El centro abierto en Manzanillo según se dijo era el primero de otros que se abrirían próximamente en Guantánamo, Bayamo, Morón, Ciego de Ávila, Matanzas y La Habana..
 
Ana María García, directora del centro, al responder preguntas formuladas por el equipo periodístico que integramos junto al periodista Félix López y el fotógrafo Juvenal Balán, resaltó:
 
‘’Aspiramos estar a la altura de los esfuerzos que ha hecho la sociedad para entregarnos esta maravillosa obra.’’

La estudiante Lira Yara Reyes, una de los graduados de novenos grado matrícula de la Carlos Enríquez, subrayó que así cumplía uno de sus sueños pero que al graduarse se incorporaría a estudios superiores para ayudar a su pueblo.
 
En horas de la noche Fidel dejaba inaugurado el programa Curso de preparación Integral para jóvenes, en una plaza Celia Sánchez Manduley, desbordada de juventud de las provincias orientales y habitantes de la Ciudad del Golfo.
 
El máximo líder de la Revolución diría emocionado, ‘’hace tiempo que no se habla, por ejemplo, de comunismo, porque el comunismo cualquiera comprende que está lejos todavía. Pero cuando se aprecian hechos como este, se puede empezar a soñar que un día habrá sociedades comunistas.
 
Explicó que la mayor parte de los jóvenes eran de las provincias orientales donde se hizo mas difícil el empleo con la llegada del período especial y que Manzanillo vio cerrada su Fábrica de implementos para riego por aspersión por falta de materias primas y que la de Baterías disminuía su producción.

Pero los avances, sentenció, no se miden solo por las cantidades de fábricas, sino por la cultura, los conocimientos y la preparación de los ciudadanos. ‘’Los veo a ustedes, expresó, y sueño en el gran porvenir de nuestra Patria’’.
 
Lo que vemos aquí, se está convirtiendo en una experiencia histórica y dudo sean muchos los que puedan aplicarla, enfatizó Fidel.
 
En el acto intervinieron varios oradores y estuvo presidido por los Comandantes de la Revolución Ramiro Valdés y Guillermo García, y varios representativos de organismos y del Estado.