El 16 de marzo de 1959, Fidel habla en el salón de actos del Colegio Médico Nacional en la sesión plenaria celebrada por el Comité conjunto de Instituciones Cívicas Cubanas. Manifiesta:
 
“¡Qué temor podemos albergar nosotros a hablarle con claridad a cualquier sector del país! Nosotros sabemos que al fin y al cabo, estarán contra la Revolución sólo aquellos que sean incapaces de algún sentimiento noble, de algún sentimiento generoso, de algún sentimiento humano, de algún sentimiento patriótico”.
 
Destaca también las cualidades del pueblo cubano, al enfatizar:
 
“Cuando me dirijo a mis compatriotas, lo hago suponiendo en todos un gran fondo de nobleza y un gran fondo de generosidad, porque tal es realmente el corazón y el carácter de los cubanos, y no se ha caracterizado, precisamente, el pueblo cubano, por las pugnas de clases, ni por los odios de clases”.
 
También precisa al referirse al método empleado por los politiqueros antes del triunfo de la Revolución:
 
“Nos casaron con la mentira y nos han obligado a vivir con ella en vergonzoso contubernio, nos acostumbraron a la mentira, y nos asustamos de la verdad. Nos parece como que el mundo se hunde cuando una verdad se dice, ¡como si no valiera más la pena de que el mundo se hundiera antes de que vivir en la mentira!”.  

El 16 de marzo de 1962, Fidel habla en el teatro Charles Chaplin en el acto de graduación de 300 instructores revolucionarios para las Escuelas de Domésticas, mujeres que habían tenido que trabajar como sirvientas y que la Revolución les ofrecía cursos para superarse y laborar en otros oficios y profesiones.
 
Señala acerca de la Revolución:
 
“Concebimos la Revolución como algo verdaderamente creador, como algo que no cese de crear un solo minuto, con un desarrollo incesante de las ideas, con una superación incesante de las ideas, en que cada día, cada mes, cada año, se haga más y se haga mejor”.
 
También asegura que concebía la Revolución como una lucha permanente contra todos los obstáculos, vicios y defectos así como una lucha por hacer una sociedad mejor, una patria mejor, un ciudadano más completo y más feliz. Al respecto señala:
 
“Esa es la Revolución, y así debemos entender una revolución”.
 
Plantea varias interrogantes al decir:
 
“Y, ¿qué es la Revolución? ¿Es acaso una cosa fácil? ¿Es acaso una cosa sencilla?”
 
A modo de respuesta expone:
 
“¡No! La Revolución es uno de los fenómenos sociales más complejos y más difíciles. El cambio de una sociedad por otra es uno de los hechos más difíciles en la historia humana”.
 
Igualmente asegura al comentar cuál debe ser la actitud de los revolucionarios:
 
“El deber de un revolucionario es conquistar; el deber de un revolucionario es ganar, el deber de un revolucionario es persuadir, fortalecer incesantemente la Revolución…”
 
En el 2008, Fidel elabora la segunda parte de la Reflexión titulada “Sed de sangre” y en el 2015 en esta fecha le escribe una carta al presidente venezolano Nicolás Maduro. En la misma se refiere a la Cumbre del ALBA que tendrá lugar en Caracas para analizar la insólita política del gobierno de Estados Unidos contra Venezuela y el ALBA.