Quien siembra para el espíritu, cosechará vida eterna
Fidel nos enseñó a creer, a tener fe. Y ese sentimiento puesto en otros fue de a poco abarcándolo.
Como parte del pueblo de Cuba, la feligresía de la Iglesia Presbiteriana-Reformada en Cuba experimenta conmoción y comparte el mismo dolor que el resto de sus compatriotas por la partida de Fidel, quien, a través de su pensamiento y acción, vivió con total apego a los principios que por siempre guiaron su conducta.
Coinciden en que Fidel fue un incorregible sembrador de justicia a favor de los pobres y excluidos de la tierra, y en los corazones de quienes, por sus desvelos y sus infatigables luchas, alcanzaron la dignidad que les había sido arrebatada. Su vida no termina sino que se prolongará por la eternidad, pues como dice un pasaje bíblico: «El que siembra para el Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna» (6,8)…
Nos alegramos por haber podido compartir su tiempo y su vida, y tenemos la convicción de que Fidel, desde la eternidad, nos continuará guiando con su pasión y sus bríos en esta lucha por establecer el reino de la justicia divina en la Tierra, aseguran.
También la Iglesia Morava en Cuba envía sus más sinceras condolencias por la muerte del Comandante, quien fue ejemplo de justicia, paz, y amor en su lucha por la dignidad del ser humano.
La muerte nunca triunfará sobre su recuerdo, afirman, y a su vez, elevan sus oraciones al Dios de la vida para que llene de fuerza y paz a los familiares y a todo el pueblo cubano que conservará siempre su legado.
Que descanse en Paz Fidel Castro Ruz y sea abrazado por la misericordia de Dios. Bendiciones para todo el pueblo. Así dicen los Misioneros Claretianos de la Delegación Independiente de Antillas, presentes en Cuba.
Y desde la Iglesia Misión Evangélica Mundial llega el más sincero pésame a los familiares y a la dirección del Partido y el Gobierno por la desaparición física del líder histórico de la Revolución Cubana, quien deja a tantas generaciones de cubanos su profunda influencia e innegable legado.
De igual forma, la Iglesia Evangélica de Confesión Luterana comparte el dolor por la pérdida irreparable y manifiesta su acompañamiento y compromiso de darle continuidad al legado que Fidel le deja a su pueblo, legado bien definido en el Concepto de Revolución.
Evocando las palabras bíblicas: «Como han caído los valientes, descansarán de su trabajo pero sus obras siguen con ellos», la Iglesia Evangélica Libre expresa sus condolencias y reconoce que los pensamientos y las ideas de Fidel están presentes. Y a ese sentimiento se suman la Asamblea Espiritual Nacional y la Comunidad Baha’I de Cuba, quienes dedican oraciones especiales por su progreso espiritual en los mundos divinos.
Como creyentes deseamos el eterno descanso al compañero Fidel. ¡Hasta Siempre!, dice P. Massimo Nevola, en representación de la Liga Misionera Estudiantil Italiana. Con su pueblo, señala, este gran hombre ha representado una fuerte y concreta esperanza a lo largo de muchos años para los pobres en todo el Mundo. Ha representado una alternativa y una espina para los poderosos de nuestra época. «Estamos convencidos que los puntos principales de la Revolución seguirán adelante. Con humildad y orgullo declaramos nuestra amistad al pueblo cubano y a su Revolución».
Alafin de Oyó, líder Yoruba en Nigeria hace presentes sus condolencias a todos los hermanos en Cuba, al igual que el Rev.Vitalino Similox, quien, en nombre del Consejo Ecuménico Cristiano de Guatemala, muestra su solidaridad ante el sensible fallecimiento de la persona que «nos inspiró en nuestra lucha revolucionaria, sin renunciar a nuestra Fe Cristiana. Y como legado del Comandante Fidel Castro llevaremos adelante la defensa de la vida y dignidad de todas y todos».