Allocutions et interventions

DISCURSO PRONUNCIADO POR FIDEL CASTRO RUZ, PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DE CUBA, EN EL ACTO EN CONMEMORACION DEL XXIV ANIVERSARIO DEL ASALTO AL CUARTEL MONCADA, CELEBRADO EN LA CIUDAD DE CAMAGUEY, EL 26 DE JULIO DE 1977.

Date: 

26/07/1977

Compañeros del Partido, del Gobierno, de la Juventud y de las organizaciones de masas;
 
Distinguidos invitados;
 
Camagüeyanos (APLAUSOS Y CONSIGNAS REVOLUCIONARIAS); Avileños (APLAUSOS);
 
Compatriotas de todo el país (APLAUSOS):
 
Hoy conmemoramos un aniversario más de aquel histórico 26 de Julio de 1953.
 
A todos, a los dirigentes del Partido, a los cuadros revolucionarios, a los familiares de los gloriosos caídos del Moncada y de los que dieron su vida en esta larga lucha, nos hace felices ver la alegría y el entusiasmo con que ustedes saludan esta fecha (APLAUSOS).
 
Sabemos la explosión de alegría que produjo entre los camagüeyanos y avileños la noticia de la designación de esta ciudad como sede del acto central del 26 de Julio (APLAUSOS).
 
Sabemos de las emulaciones, del esfuerzo especial, del impulso que recibieron todas las tareas en todos los terrenos en estas dos provincias.
 
Al principio se había estado considerando la idea de hacer un acto más pequeño, tal como el que se hizo a raíz de la conmemoración del XX aniversario en Santiago de Cuba, por la preocupación que siempre entraña una movilización de esta magnitud, los riesgos de accidentes, las incomodidades para los ciudadanos, las interminables horas que deben permanecer de pie muchos de ellos desde temprano (EXCLAMACIONES Y APLAUSOS). Pero los camagüeyanos y los avileños insistían en que querían un acto grande, donde pudieran participar todos (APLAUSOS). Al fin se acordó en la dirección del Partido realizar un acto de masas grande.
 
Nos han informado que aquí se encuentran presentes 150 000 ciudadanos del interior de las dos provincias, que se trasladaron en 4 000 camiones y 29 trenes (APLAUSOS), sin que, felizmente, hayamos tenido que lamentar el menor accidente (APLAUSOS). Eso es eficiencia, eso es organización (APLAUSOS). Se encuentran también presentes más de 100 000 vecinos de la ciudad de Camagüey (APLAUSOS). Y en total, nadie duda que la comparecencia a este acto ha rebasado los cálculos previstos (APLAUSOS). Al menos, hay muchos que están fuera del marco de esta gigantesca plaza.
 
Después vienen los problemas con los altoparlantes y los micrófonos, y algunos que dicen que no oyen (RISAS). Pero, al parecer, ahora todos están oyendo (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!"). Y se caracteriza este acto no solo por su organización y su entusiasmo, sino también por su ejemplar disciplina (APLAUSOS).
 
Los que creen en el mundo que las revoluciones pierden el entusiasmo de los primeros tiempos, tenían que haber venido a Camagüey en estas semanas pasadas (APLAUSOS), tenían que ver este acto para persuadirse de que las verdaderas revoluciones no pierden el entusiasmo de los primeros tiempos (APLAUSOS), de que en las verdaderas revoluciones, aparte de la mayor conciencia, mayor organización, el entusiasmo también crece, parejamente a la confianza de las masas, al mayor conocimiento de todos los problemas y a la seguridad que tienen en sí mismas. Porque las revoluciones a todos nos enseñan mucho, y nos enseñan cada día algo nuevo.
 
¿Pero por qué? ¿Cuáles son las raíces más profundas de este entusiasmo? Es que la Revolución no ha perdido el tiempo, es que la Revolución ha trabajado, es que el país ha avanzado en muchos terrenos, en todos los terrenos; es que el pueblo se ha esforzado mucho (EXCLAMACIONES DE: "¡No!"). Sí, pienso que sí, aunque siempre debemos tratar de esforzarnos más (APLAUSOS).
 
El pueblo puso en la Revolución toda su confianza, todo su entusiasmo, todo su apoyo. ¿Y cómo podríamos ser testigos de esta especie de milagro sin el apoyo que el pueblo le brindó a la Revolución en estos 24 años? (APLAUSOS) Sin ese apoyo del pueblo no habría sido posible la victoria, no habría sido posible la creación de una patria revolucionaria; no habría sido posible la obra de la Revolución, sin este apoyo y sin esta unidad ejemplar de nuestro pueblo de obreros, de campesinos y de trabajadores manuales e intelectuales.
 
La obra de la Revolución se ve. En esta misma ciudad de Camagüey la vemos. Pero la primera obra de la Revolución fue sobrevivir, defenderse, derrotar a los enemigos (APLAUSOS), para poder disfrutar este derecho a vivir en paz, a trabajar, crear y avanzar.
 
Camagüey es una parte de nuestra patria. Y aquí mismo, en Camagüey, se puede ver en todos los terrenos la obra de la Revolución y el impresionante avance de los últimos años.
 
La Revolución, al revés de lo que ocurría en el pasado, no se caracteriza por la demagogia o por las falsas promesas. Se enfrenta a las dificultades y trata de resolverlas, con sencillez y modestia.
 
Podríamos decir que en estos cinco últimos años, el avance de Camagüey y Ciego de Avila es en realidad impresionante. En el terreno industrial, se están construyendo una serie de fábricas, algunas de las cuales están ya en terminación. Solo en esta ciudad, ustedes han conmemorado este 26 de Julio con la terminación de esa importante industria que es la fábrica de tubos para acueductos y alcantarillados (APLAUSOS). Están construyendo —todo esto simultáneamente— una modernísima y amplia industria láctea, con capacidad para pasteurizar 200 000 litros de leche diariamente, y procesar otros 40 000 litros de yogur (APLAUSOS). Se está construyendo una panificadora, que puede producir 25 000 libras de pan diariamente (APLAUSOS): un gran combinado cárnico, que podrá procesar la producción de la ganadería de estas dos provincias. Se está construyendo una fábrica de viviendas capaz de producir 1 500 al año (APLAUSOS); se está desarrollando un combinado para las construcciones; se está montando un molino de piedra y arena capaz de producir 1 200 000 metros cúbicos anualmente (APLAUSOS). Y hay otras industrias en construcción: por ejemplo, el frigorífico agropecuario, el matadero de aves. Están construyendo también un hidropónico para el cultivo de vegetales en verano, que constituye una verdadera industria (APLAUSOS). Y en la medida en que las posibilidades económicas del país lo permitan, se continuarán ubicando nuevas industrias alrededor de la ciudad de Camagüey: industrias mecánicas, industrias alimenticias, industrias de la construcción, industrias textiles (APLAUSOS).
 
Habríamos querido incluir en este quinquenio —mas no fue posible— una fábrica textil importante y una moderna industria cervecera (APLAUSOS), para la cual se dice que ustedes poseen magníficas aguas. No fue posible en este quinquenio, pero vendrán esas industrias algún día también a la ciudad de Camagüey, puesto que esta ciudad es la tercera del país en población, y nos preocupa mucho que las nuevas generaciones que hoy se educan y crecen, puedan tener en su oportunidad el correspondiente puesto de trabajo (APLAUSOS).
 
Estas industrias no solo crean riquezas, sino que elevan el aporte de la región a todo el país y proporcionan una inmensa satisfacción.
 
Pero no solo hemos estado trabajando arduamente, y continuaremos trabajando, en el campo industrial para el desarrollo de esta ciudad, sino que también en los últimos años se ha hecho un impresionante esfuerzo de desarrollo social.
 
Ya Camagüey tiene su universidad (APLAUSOS), o sus universidades —como quieran llamarlo—, que contarán con 6 000 estudiantes en el próximo curso. Y ya las universidades camagüeyanas tienen muchas nuevas instalaciones, laboratorios, clases, residencias para los estudiantes y profesores, y continuará desarrollándose a impetuoso ritmo.
 
Ya Camagüey tiene su escuela vocacional "Máximo Gómez" (APLAUSOS), con capacidad para 2 500 alumnos, que es una de las más hermosas de su tipo en todo el país (APLAUSOS).
 
Ya Camagüey tiene su escuela de maestros primarios, de más de 2 000 alumnos, con su escuela primaria anexa con capacidad para 1 000, y que también constituyen un conjunto arquitectónico de los más hermosos de Cuba (APLAUSOS).
 
Ya Camagüey tiene su escuela de profesores de educación física y deportes (APLAUSOS), que garantiza el auge creciente de estas actividades en ambas provincias.
 
Ya Camagüey tiene casi terminada la escuela de iniciación deportiva (APLAUSOS), de donde no dudamos que saldrán grandes campeones nacionales e internacionales (APLAUSOS).
 
Ya Camagüey concluirá en el mes de agosto la escuela de educadoras de círculos infantiles (APLAUSOS), y a la vez comienza a construir lo que le falta.
 
Y me había olvidado mencionar el primero de estos centros, que fue esa magnífica escuela agropecuaria, Mártires de pino Tres, que fue la primera (APLAUSOS).
 
¿Y qué le falta a Camagüey para estar completa en estas instituciones educacionales? ¿Se lo digo? (EXCLAMACIONES DE: "¡Sí!") Le falta la nueva escuela vocacional militar "Camilo Cienfuegos" (APLAUSOS), que tendrá capacidad para 1 000 alumnos. Existe la escuela ahora, pero no tiene realmente instalaciones. Le falta el tecnológico de la salud y el tecnológico de la construcción y, por último, la escuela de arte (APLAUSOS).
 
Ya con eso esta ciudad, capital de esta provincia, tendrá todas las instituciones educacionales que, a nuestro juicio, deben tener las 14 provincias del país (APLAUSOS). Antes nos faltaba todo eso, hace apenas unos años, y ya realmente aquí, en ese tipo de instituciones, nos faltan unas pocas y comienzan a construirse.
 
En Camagüey se ha ampliado el hospital provincial y se han creado nuevas capacidades (APLAUSOS); se construyen nuevos policlínicos y círculos infantiles, y se construirán clínicas estomatológicas, hogares para ancianos, escuelas especiales; se construyen escuelas primarias, y en fin, todas esas instalaciones necesarias para la seguridad, la tranquilidad, el bienestar, la educación, la salud, los deportes y la cultura de los camagüeyanos (APLAUSOS). No se olvida prácticamente nada, no se descuida nada; si más no puede hacerse, no es porque falta voluntad en ustedes y en nosotros, es porque no tenemos más recursos. Se trabaja para el presente y se prevé el futuro.
 
Camagüey no es solo la tercera ciudad del país, sino una de las más antiguas, fundada hace 400 años o más (APLAUSOS). Se ha trabajado en la confección del plan director de la ciudad, que es algo muy importante, para saber dónde deben ir las viviendas, dónde las escuelas, dónde las fábricas, dónde las calles, las avenidas, el alcantarillado, el acueducto, etcétera. En virtud de ese plan director se resuelven importantes problemas, porque el viejo ferrocarril —como ustedes saben— atraviesa la ciudad, la vieja carretera central atraviesa también la ciudad. En los nuevos planes, la autopista nacional pasará próxima a la ciudad, próxima a este lugar, pero fuera de la ciudad y comunicará con la ciudad por una avenida de seis vías. El ferrocarril central moderno que se está reconstruyendo, mejor dicho construyendo, puesto que estamos transformando el viejo ferrocarril en un moderno y eficiente ferrocarril, tampoco pasará en el futuro por el medio de la ciudad; pasará por las afueras, a una distancia relativamente pequeña de este sitio en que nos encontramos (APLAUSOS) Por tanto, en los años venideros, Camagüey contemplará el cruce de ese ferrocarril moderno, de esa magnífica autopista nacional sin que moleste a los camagüeyanos, que, por otro lado, podrán recibir los extraordinarios beneficios de esas importantes vías de comunicación para todo el país.
 
En Camagüey se han hecho obras sociales, como el bello parque de recreación infantil, que fue prácticamente el primero de ese tipo construido en Cuba (APLAUSOS). Han construido también recientemente un hotel y además han estado ampliando la ciudad. Pero en el futuro debemos saber hacia dónde se amplía la ciudad, dónde va a ir cada edificio, dónde van a estar las viviendas, no sea que crezcamos, como antes, en cualquier dirección, y un día nos metamos en el ferrocarril otra vez o nos metamos en la autopista nacional.
 
Como ustedes saben, además de las obras hidráulicas construidas para la ciudad, se está construyendo una presa que tendrá capacidad de 150 millones de metros cúbicos de agua y se está construyendo una planta de potabilizar el agua. Esto en primer lugar, proporciona un agua en la cual se puede confiar ciento por ciento, y evita las enfermedades (APLAUSOS).
 
En el orden de las viviendas se está trabajando también en Camagüey. Ya tenemos el primer edificio de 12 plantas (APLAUSOS). Ya cuando alguien se acerca a la ciudad puede decir: "Estamos cerca de Camagüey", porque ese edificio se ve desde varios kilómetros. Son realmente hermosos edificios, se tiene proyectado construir algunos más. Desgraciadamente no siempre podemos construir hacia arriba, porque esos edificios comportan un gasto en divisas convertibles por apartamento mucho mayor —ya que hay que ponerles elevador y otras instalaciones—, mucho mayor que los edificios de cinco plantas. Pero sabemos que, aunque avanzamos en las viviendas, que se hacen nuevos microdistritos, en ese campo sí que no podemos decir que sea suficiente, ni en Camagüey ni en todo el país.
 
Se ha estado trabajando en estos años en la construcción de nuevas fábricas de cemento, cuyas primeras líneas comenzarán a producir en el año 1978, otras después en 1979, las últimas en 1980. Para ese año tendremos una capacidad de producción de cemento superior a los 5 millones de toneladas anualmente (APLAUSOS). Se construyen nuevas fábricas de baldosas, de materiales de construcción, de piedra, de arena. Algo tendrán que hacer ustedes con 1 200 000 metros cúbicos que producirá el nuevo molino de materiales de construcción.
 
Es decir, hemos estado creando las condiciones materiales para, cuando llegue el momento, darle un considerable impulso a la construcción de viviendas. Hemos podido impulsar estas otras cosas en estos años, como las que les mencionaba inicialmente; pero en el futuro podrán dedicarse mayores cantidades de cemento y de materiales de construcción a la solución del problema de la vivienda, en Camagüey y en todo el país (APLAUSOS).
 
Todo eso hay que hacerlo con mucha organización, con mucha previsión. De ahí la importancia de los planes directores.
 
Hacer edificios nuevos no significa que vayamos a olvidarnos de los viejos. Sobre todo en Camagüey esto tiene una importancia particular, porque ustedes poseen miles de edificaciones en el viejo Camagüey; edificaciones que tienen un valor histórico y cultural muy grande (APLAUSOS). Esas construcciones hay que preservarlas y hay que mantenerlas, para que en el futuro la comunidad y los visitantes de Camagüey puedan apreciar y disfrutar los dos estilos arquitectónicos: el antiguo y el moderno (APLAUSOS).
 
Ustedes comprenden que hoy no se pueden hacer ese tipo de casas de antes; hay que usar el prefabricado y combinar los elementos. Con ellos se producen edificaciones muy bonitas —desde luego—, pero no son del mismo estilo. Se construye con mucha más productividad, y la solución no puede ser sino a través del prefabricado. Pero mientras más tiempo transcurra, más valor tendrán las viejas instalaciones construidas con otro estilo.
 
Vean ustedes, por ejemplo, cuántas personas de las que visitan a Camagüey se acercan para conocer la residencia donde nació y vivió Ignacio Agramonte (APLAUSOS). Eso es de un gran valor histórico-cultural, que enriquece el espíritu de la comunidad y del pueblo. Las futuras generaciones estarán eternamente agradecidas de que ustedes hayan conservado esa casa. Y estarán igualmente, eternamente agradecidas de la conservación de esos edificios que tienen más de 100 años y hasta más de 200 años (APLAUSOS).
 
La Revolución, incluso, ha tratado de reproducir de nuevo esos famosos tinajones (APLAUSOS). Provenientes de la época en que no había acueductos, hoy constituyen prácticamente un elemento estético, una característica de esta región (APLAUSOS), y siempre falta uno que otro tinajón para sustituir alguno que se haya roto, o para un restaurante, o para cualquier centro de recreación, o para cualquier construcción que imite el estilo antiguo. Y creemos que si podemos construir acueductos modernos y grandes, y plantas de potabilización de agua, podremos también construir algunos tinajones (APLAUSOS).
 
No se ha trabajado solo en la ciudad de Camagüey. En Nuevitas ha surgido una nueva comunidad industrial, que hoy cuenta con una importante fábrica de cemento, productora ya de medio millón de toneladas al año; una importante industria termoeléctrica, que se ha venido ampliando constantemente, y donde ahora se levanta una unidad de 64 000 kilovatios. Allí se encuentra la importantísima industria química productora de fertilizantes, que se construyó allí con la generosa cooperación de la Unión Soviética (APLAUSOS). El combinado produce ya más de 200 000 toneladas de fertilizantes, tan importantes para la agricultura.
 
El puerto de Nuevitas se está modernizando. Se construye en esa ciudad un moderno hospital de 300 camas; se construye un tecnológico, o está ya casi terminado un tecnológico para más de 1 000 alumnos, y se construye también un combinado alimenticio.
 
En Santa Cruz del Sur se ha construido un moderno puerto pesquero, y ustedes acaban de rectificar y asfaltar, prácticamente reconstruir en mejores condiciones, la carretera de Camagüey a Santa Cruz (APLAUSOS).
 
Es desde el punto de vista agrícola que se están haciendo los mayores esfuerzos en esta provincia. Se han desarrollado en los últimos años importantes planes arroceros en el sur, se han estado desarrollando en esta sola área de los alrededores de Camagüey importantísimos planes lecheros, donde se han construido más de 150 nuevas vaquerías; se ha estado desarrollando el plan del Rectángulo para la producción de carne, que comprende 12 000 caballerías, y es hoy el mayor y el más importante del país (APLAUSOS); se está desarrollando un importante plan de cítricos, que tendrá una extensión de alrededor de 1 000 caballerías en la zona de Sola; se desarrollan nuevos e importantes planes cañeros. Ha crecido considerablemente en los últimos tiempos la producción de viandas y vegetales.
 
Hay en esta zona un importante recurso turístico también: la playa de Santa Lucía, conocida por su calidad en todo el país, donde se ha construido un moderno hotel, y se ha construido también una carretera, o al menos el terraplén para una carretera que une el territorio firme de la provincia con Cayo Sabinal (APLAUSOS), donde hay decenas de kilómetros de magníficas playas. Todo eso constituye un importante potencial para el turismo nacional e internacional, y se le está prestando la debida atención a esta posibilidad, para desarrollarla tan pronto las circunstancias lo permitan.
 
En la provincia de Ciego se realiza también un enorme esfuerzo. Ellos tendrán también su sede universitaria, constituida por la facultad agropecuaria ya en construcción (APLAUSOS). Ellos están construyendo sus escuelas de maestros primarios, una en Ciego y la otra en Morón, con capacidad para 1 000 alumnos cada una (APLAUSOS). Ellos están construyendo sus hoteles en cada una de esas ciudades. Ellos están construyendo fábricas de torula para la producción alimenticia, que tienen mucha importancia para el país. Ellos desarrollan también importantes planes citrícolas, ganaderos y cañeros.
 
En Morón se construye, además, un hospital de 600 camas (APLAUSOS). Y están ya prácticamente terminadas —según noticias—, o muy próximas a terminarse, las obras del alcantarillado de Morón (APLAUSOS). El alcantarillado y el hospital, las dos demandas más sentidas de Morón en los últimos tiempos, ya próximas a satisfacerse ambas (APLAUSOS).
 
En las dos provincias se han desarrollado en estos años importantes planes de comunicación y de construcción de caminos. Camagüey era una de las provincias más extensas y con menos comunicaciones en todo el país. Se está construyendo el circuito norte, se viene avanzando desde Santa Clara con la autopista nacional, y se han construido miles de kilómetros de caminos agropecuarios y cientos de kilómetros de carreteras socioeconómicas.
 
Pero tampoco podemos olvidar el esfuerzo que se ha hecho en ambas provincias en educación, sobre todo en las áreas rurales, los cientos de nuevos centros escolares primarios que se han construido, y sobre todo el importantísimo plan de construcción de secundarias básicas y preuniversitarios en el campo y de escuelas politécnicas en los centrales azucareros (APLAUSOS). En las dos provincias tenemos ya decenas de escuelas y politécnicos de este tipo, y se siguen construyendo. Gracias a ellas ha aumentado extraordinariamente el número de estudiantes de nivel secundario en estas provincias, y además de eso se han podido apoyar planes de desarrollo como el de Sola, Ceballos y otros.
 
Estas escuelas han constituido un paso de avance muy importante. Y ustedes, los camagüeyanos y avileños, saben que ninguno de sus hijos dejará de tener oportunidad de estudiar la secundaria básica (APLAUSOS); saben, hace rato, que todos pueden estudiar la primaria. Eso está asegurado. Pero se ha estado asegurando estos años el ingreso en las secundarias básicas, en los preuniversitarios, en los politécnicos y en los institutos tecnológicos. Y como decíamos recientemente en una graduación de estudiantes, tenemos esperanzas de que en el futuro podamos crear las condiciones para que cualquier ciudadano del país, bien mediante estudio regular o mediante estudio dirigido, pueda realizar, si lo desea, estudios superiores (APLAUSOS).
 
Al lado de eso —y para garantizar el desarrollo agropecuario de las provincias—, se le ha prestado una especial atención a la construcción de presas, micropresas, exploración y explotación de las aguas subterráneas.
 
Ustedes saben bien cómo se comporta el clima en este país, el trabajo que nos dieron las lluvias en el período seco, interrumpiendo constantemente la zafra: un abril lluvioso, un mayo más lluvioso todavía y un junio seco, y un julio casi seco, sin saber cómo vendrá agosto.
 
No podemos depender toda la vida de esas condiciones meramente naturales. Hay que llegar a dominar esos factores de la naturaleza. Y estas provincias cuentan con cuatro grandes brigadas constructoras de presas. Aunque, a decir verdad, una de ellas es resultado de la generosa colaboración de nuestras hermanas provincias villareñas: la brigada "Antonio Maceo" (APLAUSOS). También cuentan con numerosas brigadas de micropresas.
 
Se están construyendo presas, micropresas y sistemas de riego en todas las regiones de estas dos provincias. Y al paso que vamos, no tardaremos mucho tiempo en poder aprovechar hasta la última gota de agua que caiga en esta región.
 
Ese principio, aplicable para todo el país, por el cual se trabaja en todo el país, se está aplicando consecuentemente en estas provincias. Llegaremos a disponer en ellas de más de 3 000 millones de metros cúbicos para la agricultura, y podremos poner bajo condiciones de regadío a decenas de miles de caballerías. Solo eso le dará seguridad a nuestra agricultura; solo eso nos permitirá responder a las exigencias y necesidades de una población creciente.
 
En la agricultura cañera se trabaja. En estas dos provincias hay todavía grandes posibilidades de incremento de la producción azucarera.
 
Si hacemos comparaciones, en la agricultura y en la industria cañera todavía tenemos algunos puntos débiles. Por ejemplo, en las dos provincias tenemos más caballerías de caña que las que había en el capitalismo; en las dos provincias tenemos más caña por caballería que la que teníamos en el capitalismo; en las dos provincias en su conjunto producimos más azúcar que la que se producía, por ejemplo, en el último quinquenio del capitalismo. Pero en algunos puntos estamos en desventaja. Aunque los capitalistas tenían menos caballerías de caña, estaban sacando más azúcar por caballería. No obstante que nuestras caballerías tienen más cañas, incluso muchas mejores cañas que los capitalistas, estamos sacando, sin embargo, menos azúcar por caballería que los capitalistas en estas dos provincias.
 
Y la eficiencia industrial está por debajo de los capitalistas. Ellos tenían una eficiencia de algo más del 86% y en estas dos provincias, sin embargo, el último año hemos tenido algo más del 82. Son dos puntos en que hay que esforzarse.
 
¿En qué estamos muy por delante de los capitalistas? En la productividad por hombre en la agricultura cañera (APLAUSOS). Por ejemplo, en el año 1952 los capitalistas emplearon alrededor de 74 000 macheteros. Y en el año 1977 nosotros hemos empleado alrededor de 14 000 (APLAUSOS). ¡Unos sesenta mil macheteros menos que en el capitalismo!
 
Por obrero agrícola cañero, la Revolución está produciendo tres veces más azúcar de lo que producía un obrero agrícola cañero en el capitalismo. De 10 000 arrobas por hombre en zafra, que producía aproximadamente el capitalismo, hoy por hombre en zafra, incluyendo la mecanización, se producen más de 50 000 arrobas. Es decir, por lo menos cinco veces más (APLAUSOS). Este ha sido el mayor avance de estas dos provincias en la agricultura cañera, ¡y un importante avance! Ya el 55% del corte está mecanizado en ambas provincias, y el ciento por ciento del alza. Y continuará este proceso (APLAUSOS).
 
Recordarán ustedes la angustia de los primeros años de la Revolución, cuando no disponíamos de mecanización cañera y las decenas de miles de trabajadores y de jóvenes que era necesario movilizar, de todo el país, hacia Camagüey. Por eso se decidió poner el énfasis principal en la mecanización de la agricultura y de las zafras en estas provincias. Y ya estamos cosechando los frutos de ese esfuerzo.
 
Hay todavía que hacer movilizaciones. Tenemos la importante participación del Ejército Juvenil del Trabajo (APLAUSOS). Pero ya esas movilizaciones son mucho más pequeñas. Es incalculable lo que significa esto de la mecanización para las dos provincias.
 
Porque en el pasado, ¿de dónde salían esos casi 80 000 macheteros que venían a Camagüey? Pues venían de toda la isla, salían del ejército de los desempleados y se movilizaban ellos solos. A los capitalistas les costaba muy poco. Ellos no tenían albergues, ni comedores. ¡Nada! Ni transporte.
 
Cada cual venía por su cuenta, con su jabita al hombro y su mocha, a hospedarse en cualquier barracón, o en cualquier sitio, o a vivir como pudiera.
 
La propia Revolución, al crear nuevas posibilidades de empleo a los ciudadanos del país, hizo desaparecer esa categoría de hombres a los cuales el hambre obligaba a venir a Camagüey. Después fue el trabajo voluntario, el entusiasmo del pueblo, lo que pudo resolver el problema. Y ahora ya son prácticamente las máquinas las que están resolviendo el problema (APLAUSOS). Las máquinas en la agricultura, las máquinas en la cosecha, las máquinas en las construcciones, las máquinas en el transporte, etcétera. Como se sabe, actualmente se emplea el avión para regar herbicidas. Las máquinas y la química, podríamos decir.
 
Este año se hizo una movilización para ayudar a estas dos provincias en el cultivo y limpia de la caña. Se creó el contingente XI Festival (APLAUSOS), constituido por los obreros de la capital, que limpiaron —tengo entendido— unas 4 000 caballerías, o un poco más. Y dicen que trabajaron extraordinariamente (APLAUSOS). Hubo brigadas y sindicatos que cumplieron las normas al 300%. Trabajaban 10, 12 y hasta 14 horas. ¡Renunciaron a los pases! (APLAUSOS) Y estuvieron dos meses en la provincia.
 
Esa es una buena prueba del entusiasmo y la conciencia de las masas (APLAUSOS). Una buena prueba de que la Revolución se fortalece en el espíritu de trabajo, en el espíritu de lucha de sus hijos.
 
Pero no solo han venido obreros de la capital. Vinieron también obreros de Oriente, o de las hermanas provincias orientales (APLAUSOS). Y algo más. Se han movilizado miles de estudiantes al calor del XI Festival (APLAUSOS). Miles de estudiantes que ya habían trabajado en la agricultura como alumnos de escuelas preuniversitarias en el campo, o de politécnicos, o que habían cumplido seis semanas de trabajo en los programas de escuela al campo. Y, sin embargo, miles de estudiantes sacrificaron tres semanas de sus vacaciones de verano (APLAUSOS), y en los meses de más calor, cuando el trabajo es más duro, no vacilaron en incorporarse a esas tareas (APLAUSOS). Una buena prueba también del magnífico espíritu revolucionario de nuestra extraordinaria juventud (APLAUSOS).
 
¡Los que no crean en el espíritu creciente del entusiasmo y de la conciencia de los pueblos en épocas revolucionarias, que vengan y vean esto! (APLAUSOS) ¡Y qué gran importancia tienen estas movilizaciones! Porque no teníamos suficiente herbicidas para toda la caña. Lo ideal es limpiar la caña con herbicidas; pero con motivo del bajo precio que tiene el azúcar, el país no podía obtener todo el herbicida que necesitaba; obtuvo una parte del herbicida, no había recursos, no había divisas para comprar más herbicidas; sin embargo había que limpiar las cañas. Porque la Revolución puede suprimir la explotación del hombre por el hombre, pero no puede suprimir la necesidad de sembrar, limpiar, cortar las cañas y producir azúcar, porque esa es la base material de la vida del pueblo (APLAUSOS). Y con el herbicida de que se disponía y usándolo mucho mejor con aviones y con mochilas —según las circunstancias— y con el sudor y la voluntad de los obreros de estas dos provincias, de los obreros de La Habana, de Oriente, de los estudiantes, limpiando a mano, se ha llegado a este 26 de Julio casi con el ciento por ciento de las cañas limpias en las provincias de Camagüey y Ciego de Avila (APLAUSOS). Y eso se traducirá en más azúcar el próximo año.
 
Trabajando así, con nuevas variedades, incrementando el regadío —como lo estamos haciendo aquí y en las demás provincias—, nos liberaremos de los azares del tiempo. Y puedo asegurarles que ningún país cañero en el mundo y ningún país de este hemisferio, está haciendo el esfuerzo en regadíos que está haciendo Cuba, nada que se parezca a eso, en la caña y en lo demás (APLAUSOS). Pero trabajando así con los cultivos, con las nuevas variedades, con la fertilización, con la limpia y con la mecanización, podemos asegurar un crecimiento de la producción azucarera cada año.
 
Es verdad que el azúcar en el mercado mundial tiene ahora bajos precios; pero nosotros una parte muy importante de nuestra azúcar la vendemos a la URSS y a otros países socialistas (APLAUSOS), con precios muy satisfactorios para nuestra patria. Y seguirán creciendo después de 1980, de ahora a 1980 y después de 1980 y de 1980 a 1990, los suministros de azúcar de Cuba a la Unión Soviética, que es nuestro principal mercado y a otros países socialistas (APLAUSOS). Por eso, del azúcar no podemos olvidarnos.
 
Y estas dos provincias son azucareras por excelencia; y en el futuro tienen posibilidades no solo de producir más azúcar en los actuales centrales y en las actuales caballerías de caña, sino que tienen posibilidades de incrementar considerablemente nuevas áreas cañeras y nuevos centrales azucareros (APLAUSOS).
 
Nos agrada a todos saber que ya se está construyendo un nuevo central en la actual provincia de Camagüey, hacia el sur, y que se avanza rápidamente en la construcción de ese central, que tendrá una capacidad de 600 000 arrobas diarias, en una zona donde por lo general llueve bien y donde además se puede embalsar el agua. Ese nuevo central tendrá una gran parte de su superficie con regadío. Y existen posibilidades potenciales de construir en esta actual provincia de Camagüey hasta seis centrales nuevos de ese tipo (APLAUSOS). Esto, sin contar posibilidades de ampliación de nuevas capacidades, y sobre todo el incremento de rendimiento de caña por caballería y mediante el aprovechamiento industrial más eficiente posible. Puede llegar el día en que el actual Camagüey produzca tanta azúcar como producían Camagüey y Ciego de Avila juntos (APLAUSOS).
 
Ciego de Avila, por supuesto, tiene posibilidades, si bien no en la misma medida que Camagüey, de incrementar bastante su producción azucarera. El problema de ustedes es la mecanización. Porque los mismos camagüeyanos, y los nuevos que están creciendo, deben resolver por sí mismos sus tareas industriales y agrícolas (APLAUSOS). El país los ayudará fundamentalmente enfatizando el empleo de las máquinas, facilitándoles máquinas, facilitándoles fertilizantes y facilitándoles herbicidas, en la medida en que podamos incrementar las cantidades disponibles, para que llegue el día en que los camagüeyanos no necesiten movilizaciones de ningún tipo (APLAUSOS). Y nosotros estamos seguros de que ustedes lo van a lograr (APLAUSOS).
 
Juzguen el avance obtenido en muchos campos: en 1970 no teníamos prácticamente ni una brigada de construcción de esas que han llenado la provincia de politécnicos, tecnológicos, escuelas secundarias, que han llenado la ciudad de todas esas instituciones que mencionamos, que están construyendo los hospitales y otras muchas instalaciones sociales. Por el avance que Camagüey ha tenido en estos años, ya estamos convencidos de que para ustedes, camagüeyanos y avileños, no habrá tarea imposible de ninguna índole, no habrá obstáculo invencible de ninguna clase (APLAUSOS).
 
Ah, y qué buena noticia: mañana se inaugura en Holguín la fábrica de combinadas cañeras (APLAUSOS), que tendrá capacidad para producir 600 combinadas por año (APLAUSOS). ¡Y máquinas de calidad!
 
¿Quién no se acuerda de la angustia de los primeros años de la Revolución, de los esfuerzos del Che (APLAUSOS PROLONGADOS) por construir la primera combinadita cañera, en una época en que no había ninguna experiencia en ese terreno en el país? El país, bloqueado, no podía obtener ni el ejemplar de una máquina que estuvieran usando en Hawai o en algún otro lugar por el estilo. Y los países cañeros, subdesarrollados la inmensa mayoría, no tenían tampoco máquinas, y empezaron los primeros esfuerzos por construir una combinadita en nuestra pobre, prácticamente inexistente industria mecánica.
 
Y cuando empezaba a aplicarse la alzadora, la primera alzadora que se utilizó fue prácticamente un equipo que en la URSS utilizaban para elevar el heno, y se empezó a adaptar para cargar caña y aliviar el trabajo de los obreros cañeros (APLAUSOS). Y después siguieron otras máquinas, otros esfuerzos: los centros de acopio, para elevar la productividad del machetero. Y así sucesivamente. Y nuestros técnicos fueron desarrollando la máquina. Y los soviéticos, en colaboración con nosotros, fueron desarrollando su máquina también (APLAUSOS). Porque ellos no tienen caña de azúcar, ni producían combinadas, y en el interés de ayudarnos le dieron instrucciones a su industria mecánica acerca de esto. Y ya cuando teníamos un diseño, la tarea de ir perfeccionando ese diseño.
 
¡Cuántos esfuerzos en estos años, para llegar a tener nuestra combinada cañera! Y ya tenemos la KTP-1, que es una buena máquina (APLAUSOS). Y vamos a tener la KTP-2, que va a ser una mejor máquina todavía (APLAUSOS).
 
Y les puedo referir una anécdota: un amigo de Cuba, extranjero, tuvo un gesto, y dijo que quería donar el dinero necesario para comprar una combinada de caña, la mejor que existiera. Hizo el ofrecimiento. Nosotros hablamos con los compañeros de la agricultura, de la industria azucarera, del sector azucarero, y les preguntamos qué hacíamos. Nos recomendaron comprar con ese dinero los materiales para varias de las máquinas que estamos desarrollando porque esa, a la larga, va a ser la mejor del mundo (APLAUSOS).
 
No se trata de un chovinismo o algo por el estilo, y que nosotros padezcamos de la manía de pensar que lo de nosotros es lo mejor y que nos vamos a sobrestimar. No, no, nosotros sabemos todos los defectos que tenía la KTP-1, y cómo esa máquina año por año fue mejorándose, a medida que los defectos se iban corrigiendo. Nosotros sabemos que la KTP-2 tiene ya índices mejores que muchas de las máquinas más modernas de otros países, aunque todavía tiene partes mecánicas que después tendrán que ser hidraulizadas. Pero cuando se tiene una fábrica de 600 equipos por año y una masa de técnicos y obreros jóvenes, trabajando entusiastamente por mejorar —con la colaboración de todo el país— las máquinas, no tengo la menor duda de que con el curso de los años esas máquinas serán de las mejores que se produzcan en el mercado de combinadas de caña, seguro (APLAUSOS).
 
Todavía en estas primeras fases habrá dificultades, pero el poder decir ya que nuestro país tiene su fábrica de combinadas cañeras, constituye algo realmente estimulante y extraordinario. Y saber que nuestros propios obreros e ingenieros podrán cada día trabajar en el perfeccionamiento de esa máquina, nos da mucha seguridad (APLAUSOS).
 
Igualmente, pasado mañana se inaugurará en Manzanillo la fábrica productora de tubos para riegos por aspersión (APLAUSOS); y tras pasado mañana se inaugurará en Cienfuegos la primera planta de torula de las 10 que estamos construyendo en el país (APLAUSOS). Del mismo modo, el primero de julio se inauguró en Guantánamo un nuevo combinado poligráfico (APLAUSOS).
 
Por ello, podemos decir que este esfuerzo a que hemos hecho alusión en el día de hoy, referente a la provincia de Camagüey, en construcción de industrias, en desarrollo de la agricultura y en obras sociales, se puede aplicar a todo el país (APLAUSOS), porque en todo el país se está llevando a cabo un esfuerzo similar a este, y en todo el país las masas tienen una respuesta a los problemas similar a la de las masas camagüeyanas y avileñas, y en todo el país se ha hecho un gran esfuerzo por cultivar y limpiar las cañas, lo mismo que lo hicieron para llevar a cabo la zafra en las peores condiciones, bajo la lluvia prácticamente (APLAUSOS), y cumpliendo casi en un ciento por ciento el plan de producción de azúcar (APLAUSOS), a pesar de que en muchos años no habíamos tenido un clima tan adverso para hacer la zafra. Y los trabajadores y los dirigentes del Partido en todas las provincias, conscientes de la necesidad de hacer ese esfuerzo, lo hicieron.
 
De modo que podemos decir que hoy Camagüey simboliza el espíritu revolucionario de trabajo y de lucha que reina en todo el país (APLAUSOS). ¡Eso sí constituye un homenaje digno a los que han caído! (APLAUSOS) ¡No con palabras, sino con hechos! (APLAUSOS)
 
En el pasado estábamos acostumbrados a ver a los politiqueros hablando de Martí, de Maceo, de Gómez, etcétera, y todos sabíamos que ese era el más cínico y el más insincero de los homenajes, la más falsa de las invocaciones. ¡Qué distinto hoy cuando realmente por nuestras mentes, por nuestras almas, por nuestros corazones pasan los recuerdos del ayer y los hechos de ayer, y las formas en que rendimos hoy sincero y digno tributo a Martí, a Maceo, a Gómez, a Agramonte, a todos los patriotas de la lucha de aquellas generaciones por su liberación y de las luchas de nuestra generación por la liberación de la patria! (APLAUSOS)
 
Por eso, conmemoramos este 26 de Julio en medio de muchos avances y de hechos alentadores. Recibimos este 26 de Julio con la puesta en práctica de la nueva división político-administrativa del país (APLAUSOS), que, a no dudarlo, marcha perfectamente bien y aporta resultados alentadores y útiles. Se ve cómo trabaja mejor el Partido y cómo trabajan mejor las organizaciones de masas, y cómo trabajan los organismos estatales mucho mejor con esta nueva división político- administrativa, y sobre todo, cómo se crea esa fuerza extraordinaria y cómo se crea ese impulso y ese aliento que significan los Poderes populares (APLAUSOS), que apenas han comenzado su tarea y cuyos frutos ya pueden apreciarse. Ahora en cualquier provincia —claro, son más pequeñas— se puede hacer un trabajo mucho mejor en todos los sentidos, y se ve más control. Aparte, desde luego, que a esto se suma el hecho de que realmente nuestros cuadros, en todos los sentidos, tienen mucha más experiencia, mucha más comprensión y mucho más nivel.
 
Cuando mencioné las nuevas escuelas construidas aquí en Camagüey olvidé una. Precisamente la escuela del Partido (APLAUSOS). ¡Ah!, qué importante son esas escuelas del Partido, ¡qué importantes! ¡Y qué importante que los cuadros se preparen!
 
Hablaba de los primeros años de la Revolución, y recordaba cuando andábamos viendo cómo inventábamos una maquinita para cortar caña. Pues también en los primeros años de la Revolución recuerdo la ignorancia generalizada, la cantidad de analfabetismo en el país, la inmensa mayoría del pueblo sin un 3er grado, sin un 4to grado; la inmensa mayoría de los cuadros sin un 3er grado, sin un 4to grado, tener que enfrentarse de repente a todas aquellas tareas. Hay que ver los niveles que están alcanzando ya nuestros cuadros a través de la educación obrera y campesina, a través de los cursos dirigidos, a través de las escuelas del Partido; nuestros cuadros políticos y administrativos. ¡Hay que ver! Muchos de ellos ya en niveles de estudios universitarios, un gran número en estudios de nivel secundario: el espectáculo de todo un partido, junto a todo un pueblo, estudiando; y el espíritu de estudio que reina en todas partes, especialmente en el Partido, desde la dirección hasta la base.
 
Podemos decir con satisfacción, en este 26 de Julio, que tenemos compañeros en el Comité Central que fueron compañeros nuestros en la lucha guerrillera, que apenas tenían un nivel de primaria y que ya hoy tienen títulos universitarios (APLAUSOS), que los adquirieron a base de voluntad, tesón y constancia. Ya este gran esfuerzo educacional se empieza a reflejar y se ve gente mucho más preparada por todas partes. Y no es que sean nuevos; muchos son los mismos, que eran jóvenes al principio de la Revolución y se han ido preparando en estos años. Y lo que viene, lo nuevo, viene todavía mejor preparado (APLAUSOS). Las cosas se van haciendo mejor, mucho mejor.
 
Vean por ejemplo esta organización. No quiero decir que todo esté bien ni mucho menos; motivos para quejarnos tendremos de sobra. Pero también tenemos nuevas instituciones, y tenemos los Poderes Populares, y tenemos a las masas participando continuamente en todas estas cuestiones. De modo que podríamos decir, podrán decir las masas: "lo que marche mal, la culpa la tengo yo" —no yo, sino las masas, no confundir (RISAS Y APLAUSOS). Yo tengo mi cuota de culpa igual que todos los demás, y como parte de la masa también. Eso es lo que quiero decir: que ya los problemas están cada vez más en manos de las masas. Además, los dirigentes salen de las masas, los de ahora y los de mañana. Masas analfabetas, prácticamente solo podían dar dirigentes analfabetos o esperar que vinieran doctores de las universidades a gobernarlas. Sí, van a salir doctores de las universidades, pero hijos de obreros y de campesinos (APLAUSOS).
 
Antes, los doctores de las universidades eran hijos de burgueses, terratenientes, capitalistas y grandes magnates, por regla general, que no en balde aquí, en estas dos provincias, 1 500 familias y 16 empresas extranjeras eran dueñas del 80% de la tierra. Lo que más nos satisface hoy es ver esas instituciones donde se educan los hijos del pueblo, sin excepción. ¿Qué escuela capitalista —la mejor de ellas—, cuál de ellas, podía parecerse a esa escuela vocacional "Máximo Gómez"? ¿Cuál? (APLAUSOS) ¿Qué escuela capitalista —la mejor de ellas— podía parecerse a esas escuelas secundarias y preuniversitarios en los campos que ha hecho la Revolución para los hijos de los trabajadores? (APLAUSOS).
 
De modo que los hijos de nuestro pueblo hoy tienen no solo educación y no solo escuela para realizar sus estudios medios, camino hacia estudios superiores, sino la mejor de las escuelas imaginables. Es de mucha satisfacción poder decir al cabo de estos años de Revolución que hoy los hijos de los obreros y campesinos cubanos tienen escuelas mucho mejores, donde se da una educación muy superior y mucho más científica, que las mejores escuelas a las que asistían los hijos de los burgueses y de los terratenientes (APLAUSOS).
 
Por eso, por todas esas cosas, el pueblo apoya cada vez más al Partido y a la Revolución (APLAUSOS). Porque no es verdad que ningún ser humano sea hijo del maltrato, como se decía. Al pueblo lo maltrataban bastante y lo explotaban bastante, y respondía con el odio más profundo hacia los explotadores y hacia los opresores. De la misma forma, el pueblo responde hacia la Revolución con el máximo de apoyo y de solidaridad. Porque eso sí se ha desarrollado: la generosidad y la solidaridad en el corazón de nuestro pueblo (APLAUSOS).
 
Recibimos este 26 de Julio no solo con la nueva división político-administrativa, sino lo recibimos perfeccionando nuestro trabajo, llevando adelante progresivamente el Sistema de Dirección de la Economía, y aplicando consecuentemente los acuerdos del Primer Congreso de nuestro Partido (APLAUSOS).
 
Se celebra también este 26 de Julio en vísperas, o en el año víspera, del Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes que tendrá lugar en nuestro país (APLAUSOS), lo que constituye para nuestros jóvenes un inmenso estímulo y para nuestro pueblo un inmenso honor. Y el pueblo ha acogido con calor esa gran fiesta de la juventud como algo suyo. Se trabaja en la organización del Festival y en la recaudación de fondos, y se aspira a alcanzar una recaudación de 50 millones de pesos (APLAUSOS).
 
Entre las formas de recaudación, ninguna más hermosa que esa de los estudiantes que vinieron a limpiar caña para entregar el valor de su trabajo al fondo del Festival (APLAUSOS). También recibiremos el aporte de otros países, principalmente socialistas. Se pagarán los gastos del Festival con el aporte que se está recaudando en nuestro país, y con los aportes que recibamos también de otros países. Lo digo para que no vaya a surgir nadie que diga que el Festival le quita un grano de azúcar a cualquiera, o un grano de arroz. Si nos lo quitara, gustosamente lo damos, porque más de una vez lo hemos hecho (APLAUSOS PROLONGADOS). Ya una vez nos lo quitamos para dárselo a Chile, y otras muchas veces más. Pero simplemente para informar: el país recibirá miles de toneladas de alimentos para el Festival (APLAUSOS). De modo que se hará con un mínimo de sacrificio económico por parte de nuestro país, y sí con todo nuestro apoyo y nuestro entusiasmo (APLAUSOS).
 
También en 1979 nuestro país será sede de la reunión cumbre de los Países No Alineados (APLAUSOS). Estos hechos prueban el creciente prestigio de nuestra Revolución y de nuestra patria socialista (APLAUSOS).
 
El 28 de septiembre les hablé de las dificultades que teníamos por delante. Y, efectivamente, las hemos tenido y las tenemos; pero nos enfrentamos a ellas, luchamos contra ellas. Y, como les habíamos afirmado, a pesar de esas dificultades seguimos avanzando (APLAUSOS).
 
Los sacrificios se han reducido hasta ahora al mínimo; hemos tratado de racionalizar más nuestros esfuerzos y nuestros recursos. Y no podemos olvidarnos de que el mundo está viviendo una grave crisis económica —no podemos olvidarnos de eso—, y algunos países más que otros. Porque hay países que producen petróleo, por ejemplo, y reciben muchos recursos; pero los países productores de azúcar y otras materias primas, han tenido que pagar lo todo más caro, y están recibiendo mucho menos por sus productos. Pero nuestra Revolución y nuestro sistema prueban las ventajas de que con el socialismo se puede, con el apoyo de las masas —sobre todo con eso, con el apoyo de las masas—, enfrentar las dificultades de cualquier índole (APLAUSOS).
 
En varios países del mundo como consecuencia de la crisis económica y las restricciones económicas, gobiernos derechistas han ganado elecciones; en otros han ocurrido golpes de Estado, donde el problema lo resuelven a base del terror y la represión. ¿Cómo lo resolvemos nosotros? Con el entusiasmo, con el esfuerzo, con la unión, con la lucha. ¡Qué diferentes circunstancias! Porque aquí no se trata de un gobierno al servicio de explotadores que reprimen a las masas cuando surgen dificultades, para no afectar los intereses de los explotadores; aquí el pueblo es precisamente el dueño, el gobierno es precisamente el gobierno del pueblo (APLAUSOS). Y la respuesta del pueblo, de los trabajadores, de los campesinos, fue hacer un esfuerzo mayor, enfrentarse a la zafra, enfrentarse a las lluvias, ahorrarse lo más posible, movilizarse los obreros, movilizarse los estudiantes, trabajar todos para buscar más eficiencia, en lo que podamos. Y lo que la voluntad del hombre puede, lo demostraron las masas camagüeyanas y avileñas en estos días, ¡en estos días! (APLAUSOS) En las metas que se impusieron, en los sobrecumplimientos que han tenido, en la forma en que actuaron políticamente, revolucionariamente y económicamente (APLAUSOS).
 
Por eso, cualesquiera que sean las dificultades y las crisis mundiales y los bajos precios del azúcar en el mercado mundial, seguiremos luchando sin desanimarnos nunca, y seguiremos avanzando. Y en el futuro veremos cosas como estas y aun mejores que las que hemos visto en estos días (APLAUSOS).
 
Y no solo avanzamos, sino que hasta podemos permitirnos el privilegio de poder colaborar con otros (APLAUSOS). Sin contar los miembros de las fuerzas armadas, es decir, sin contar los compañeros militares, hay en la actualidad 4 100 civiles cubanos prestando servicios internacionalistas en otras partes del mundo (APLAUSOS PROLONGADOS). Y a fines de año tendremos alrededor de 6 000.
 
Para dar una idea, ¿ustedes recuerdan que este país al principio de la Revolución no tenía médicos, que la mitad se los llevó el imperialismo, y que los que quedaron fieles y leales a su país no alcanzaban? Faltaban médicos en las montañas, en el campo, en las ciudades y en todas partes, y estomatólogos, etcétera. Pues ya no tenemos ningún lugar del país prácticamente donde falten médicos. Los índices de mortalidad infantil fueron reducidos extraordinariamente, muchas enfermedades han sido vencidas. Bien. Ahora ya tenemos alrededor de 12 000 médicos (APLAUSOS). Había 6 000, quedaron 3 000, y tenemos en la actualidad 12 000. Y en el próximo curso, ¿saben cuántos van a ingresar en la escuela de medicina? ¡Tres mil! Y vamos a seguir produciendo médicos.
 
Pues bien, prestando servicios internacionalistas hay 370 médicos y 30 estomatólogos; es decir, 400 (APLAUSOS). Y a fines de año tendremos alrededor de 700, ¡alrededor de setecientos! (APLAUSOS)
 
Ya sabemos cómo van nuestros técnicos y nuestros trabajadores: van sin familia, llevan una vida austera y trabajan infatigablemente en el país donde estén. Lo hemos visto en nuestros viajes, lo que hacen, por ejemplo, nuestros médicos. Aumenta el número, porque aumentaremos el número de médicos en Angola, y aumentará, sobre todo, con los envíos de médicos que estamos haciendo a Etiopía y a otros países (APLAUSOS). Más del 90% de este personal civil cubano está prestando sus servicios internacionalistas en Africa (APLAUSOS). Por eso no hay que tener temor a graduar muchos ingenieros, médicos y técnicos de todas clases, que cuando no hagan falta aquí, pueden hacer falta en otro lado (APLAUSOS).
 
Como explicábamos recientemente, a medida que crece la colaboración internacional, nosotros vamos analizando la forma en que se brinda. Si son muchos, muchos, nuestra economía no puede sufragarlos: pero el principio que estamos siguiendo es que aquellos países que tengan mejores condiciones económicas, pueden compensar en parte ese servicio, y a los que tengan difíciles condiciones económicas se lo brindemos gratuitamente como hasta ahora (APLAUSOS); es decir, no cobrarles absolutamente nada por ningún técnico. Con esa política esperamos que los egresos se compensen con los ingresos. Porque lo importante en esto es el hombre, el médico dispuesto a ir al Africa, a ir a cualquier país; el ingeniero, el técnico, eso es lo que importa, lo más importante (APLAUSOS).
 
Y, desde luego, solo la Revolución produce esos hombres, ¡solo la Revolución! Recuerden ustedes que en el capitalismo muchas veces no se podía conseguir un maestro para dar clases en áreas rurales en el mismo país; no se podía conseguir un médico para trabajar en las áreas rurales, no había médicos para enviar a Baracoa. Hoy hay médicos para enviar al Africa. Y el país que no tenga médicos para enviar al Africa no los tiene tampoco para enviar a Baracoa (APLAUSOS). Eso es lo que significa el espíritu internacionalista. Quien no sea capaz de hacer algo por los demás es incapaz de hacer algo por sí mismo (APLAUSOS). Quien sea incapaz de hacer algo por otros pueblos es incapaz de hacer algo por su propio pueblo (APLAUSOS).
 
Pues les decía que a finales de año tendremos 700 médicos y estomatólogos, prestando sus servicios en 18 países, tantos como los médicos y estomatólogos que tiene la actual provincia de Camagüey ¿Qué les parece? (APLAUSOS)
 
No es que perdamos a esos médicos y técnicos. ¡No! Regresarán a la patria con todo ese prestigio de su esfuerzo, con toda esa conciencia mucho más desarrollada, con un espíritu de solidaridad humana mucho más profundo. Y tendrá por este camino nuestro país cada vez mejores técnicos, cada vez mejores cuadros, cada vez mejores revolucionarios (APLAUSOS).
 
Hace falta que cada generación haga su cuota de esfuerzo y tenga su cuota de gloria. Y la gloria no se alcanza solo bajo la opresión imperialista luchando contra ella, o luchando contra las agresiones imperialistas, o trabajando en el país. No se gana solo la gloria en los campos de batalla, sino también se gana una hermosa gloria prestando ese tipo de servicio a otros pueblos (APLAUSOS).
 
Pero está probado que tenemos hombres y mujeres dispuestos para cualquier tarea. Y lo probó la ayuda solidaria al pueblo hermano de Angola (APLAUSOS PROLONGADOS). Ustedes saben que cuando se estaba solicitando voluntarios para ir a Angola, cientos de miles de cubanos querían participar en esa ayuda solidaria al pueblo de Angola. ¡Cientos de miles! (APLAUSOS) Hay que decir que por cada uno que fue se quedaron 30 reservistas aquí con deseos de ir (APLAUSOS). Y podíamos aplicar el mismo principio: quien esté dispuesto a defender a otros pueblos, estará siempre dispuesto a defender hasta la última gota de sangre a su propio pueblo (APLAUSOS y EXCLAMACIONES DE: "¡Viva Angola!" "¡Viva!")
 
Ese espíritu, esa actitud, son los más hermosos frutos de nuestra Revolución. Por eso hoy a nuestra patria se le quiere, se le estima y se le respeta.
 
Ya todos saben, y lo saben sobre todo los imperialistas, después de todos los intentos que hicieron por aplastarnos, que ya hoy es imposible aplastar a Cuba (APLAUSOS), porque Cuba se ha multiplicado, y para aplastarla hay que aplastarla en muchas partes (APLAUSOS).
 
Verdaderamente que un día como hoy, en que se recuerda a los compañeros que murieron, a todos los compañeros que cayeron en estos últimos 24 años cumpliendo su deber, lo que realmente nos compensa a todos, y nos anima a todos, y nos consuela, es saber —como puede verse un día como hoy— que ninguno cayó en vano (APLAUSOS). Que los frutos de su sangre y sus sacrificios es este pueblo, esta Revolución, este espíritu patriótico, ¡profundo espíritu patriótico!, y este profundo espíritu internacionalista, estos sentimientos generosos y solidarios de nuestro pueblo (APLAUSOS).
 
Y si las revoluciones tienen muchas flores hermosas, la flor de la solidaridad humana, de la capacidad de sacrificarse por los demás —por los demás en su patria y aun fuera de su patria—, es la más hermosa de todas (APLAUSOS).
 
¡Flores como esas depositamos, un día como hoy, en la tumba de nuestros compañeros caídos!
 
¡Patria o Muerte!
 
¡Venceremos!
 
(OVACION)

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