“(…) el desafío que las enfermedades hacen a la humanidad es un desafío serio, grave y creciente, y será creciente en la medida en que el descuido y la inconciencia sobre los problemas de salud pública sean mayores, de lo cual no puede culparse por entero, ni mucho menos, a los países más pobres de la Tierra, ya que aquellos que nos saquearon durante siglos han sido incapaces de dar el mínimo aporte para esa lucha, en vez de gastar el dinero en cantidades fabulosas, en guerras, especulaciones, lujos y otras cuestiones de las que no resultan esenciales en la vida”.
Renvoi au texte original:
Discurso pronunciado en la Escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas, 3 de diciembre de 2002