El Consejo Mundial por la Paz le concede el Olivo de la Paz, por ser ejemplo de constante lucha por la convivencia pacífica entre las naciones.

Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, recibe en su nombre el reconocimiento durante la primera jornada de la reunión del Comité Ejecutivo de la organización.

El estímulo consiste en una escultura en madera que representa al globo terráqueo, coronada con los laureles de la paz, obra del artista griego Kosta Rotos.

También el Centro Brasileño de Solidaridad con los Pueblos y la Lucha por la Paz le obsequia un cuadro, de la pintora Ediria Amazonas, cuyo motivo refleja la lucha y las demandas históricas de los trabajadores de todo el planeta.