Margot Machado: “El nombre de la FMC se lo debemos a Fidel”
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Memoria admirable en una mujer que rebasa los 100 años de edad atesorando cultura y amando una organización que arriba al medio siglo de existencia, luchando por la equidad de género y defendiendo la Revolución.
Estoy frente a una venerable mujer, fundadora de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC). Se trata de Margot Machado Padrón, dirigente del Movimiento 26 de Julio en la antigua provincia de Las Villas, Inspectora Provincial de Escuelas Primarias y Superiores, dueña del Colegio privado llamado Instituto Lincoln, madre cinco veces y madre de mártir, esposa de un médico quien le enseñó que la obesidad es una enfermedad y que comer frugal y vegetales es el secreto de una larga vida. Muestra en el hablar pausado y enérgico la seguridad de la Dra. en Pedagogía; maestra de escuela durante muchos años, recalca y precisa la idea que ha de quedar clara: “Tengo dos amores en la vida: mi familia y mi Patria”, y añade que para ella la Patria es lo mismo que el pueblo.
Su cabeza erguida, de blanquísimo pelo, le brilla a la luz del solecito que penetra por la ventana de su cuarto-estudio, se estira para alcanzar en las mesas sus libros, que cuenta por miles, la lupa que la ayuda a leer, fotos con personalidades, objetos personales como un espejo en el que se mira muy coqueta cuando sabe le van a hacer unas fotos. Me muestra una junto a Vilma, Asela de los Santos y Mercedes Garrudo. Toma una colección de retratos de destacadas mujeres cubanas de todos los tiempos, realizada por Antonio Guerrero desde su injusto encierro, y me muestra la suya, hecha por él a partir de una foto de “cuando era joven”.
Recuerda y da respuesta a mi pregunta, de sí fue fundadora de la FMC, comienza por cómo conoció a Vilma y se remonta unos años antes de los 60: “Estábamos en medio de la lucha revolucionaria contra Batista. Era domingo y Vilma llega a Santa Clara de regreso de México, donde había cumplido una misión muy importante. Era cerca del medio día y no tenía un buen almuerzo que brindar, pues estaba arreglando la cocina. Improvisé algo rápido, con arroz, dos huevos fritos, aguacate y plátanos maduros. Ella muy serena, como era siempre, se comió aquel sencillo plato con agrado”.
Se sumerge en recuerdos sobre la personalidad de Vilma: Era una mujer muy querida y respetada por su carácter e inteligencia. Era muy culta y sensible. Sabía lo que había que hacer en cada momento y por eso inspiraba tanta confianza. Ella me tenía mucho aprecio y trataba con muchas deferencias. ¿Sería porque era por lo menos 20 años más joven que yo y me consideraba como a una persona mayor? En uno de mis viajes a Santiago, durante la lucha, Vilma me presentó a su padre, lo que recuerdo como algo especial”
Recuerda la labor de Vilma en la organización femenina, de tantos programas útiles y bellos a la vez que impulsó desde el inicio. Así cuenta: “En una ocasión después del triunfo en que Vilma me dio la tarea de dirigir la “Jornada Internacional de la Infancia”, en mi afán por sensibilizar a la gente con la atención especial que merece la niñez, pedí a varios dirigentes, entre ellos a Alicia Alonso, colaboración. El Ballet hizo una hermosa coreografía que se llamó “El Circo” Todavía me conmueve la respuesta de Alicia, otra gran mujer, grande en el arte y grande en el desarrollo de su pueblo
Sobre el día 23 de Agosto recuerda: Fidel estuvo con nosotras, llevábamos varios días, o meses trabajando en diferentes sitios, estuvimos en la sede del periódico Hoy. Cuando Fidel intervino en aquella memorable reunión, nos dijo: “¿Por qué llamarle Congreso de Mujeres y no mejor Federación de Mujeres Cubanas? Hubo aceptación inmediata; así fue como quedó fijado el actual nombre de FMC. Se lo debemos a Fidel.
Hace un largo paréntesis para hablar de las últimas veces que ha salido Fidel en público, “con su camisa verde olivo sin grados”. Lúcida habla de la labor actual de nuestro eterno Comandante: “Él aunque esté sin los grados, sigue siendo él, previendo, alertando, creando conciencia en el pueblo. Y pregunta con sapiencia ¿Dónde ha estado Fidel, que él no sea el jefe?
Habla en reiteradas ocasiones y con orgullo de su pueblo y de sus mejores hijos, entre ellos destaca a Raúl, su forma de dirigir muy acertada: “Mi casa en Santa Clara ostenta una tarja colocada por las organizaciones de la provincia que dice: “Baluarte de la lucha contra Batista”. En ella estuvo José Antonio Echeverría, Faustino Pérez, Marcelo Salado, Haydee, Melba, Vilma, Montané y una lista que sería muy larga”.
Por último su pensamiento va hacia el futuro: habla de los logros pero valora críticamente lo que aún nos falta por hacer. “De todos modos hay una obra donde se funden la verdad y la belleza….”, dice en tono sentencioso.