Discurso pronunciado por el Comandante en jefe Fidel Castro Ruz en la graduación del primer curso de las Escuelas de Instructores de Arte, en la Plaza Ernesto Che Guevara, Santa Clara, el 20 de octubre de 2004
Date:
Profesores y trabajadores de las Escuelas de Instructores de Arte;
Jóvenes graduados de Bachiller en Humanidades e Instructores de Arte;
Invitados;
Villaclareños;
Compatriotas de toda Cuba:
Han transcurrido exactamente cuatro años, cinco meses y tres días, desde que el 17 de mayo del 2000, en reunión del Grupo de Trabajo de la Batalla de Ideas aprobamos el proyecto de formación de instructores de arte. La medida inmediata consistía en localizar rápidamente en todo el país 15 instalaciones escolares con capacidades en desuso, y crear en ellas la base material necesaria para comenzar en septiembre de ese año con no menos de 4.000 alumnos el primer curso, y formar en diez años alrededor de 30.000 instructores de arte.
El programa en esa dirección creado en los primeros años de la Revolución, aunque dio modestos pero prometedores frutos, se había reducido casi a cero y era imprescindible restablecerlo sobre bases sólidas, con toda la fuerza, los conocimientos y la conciencia revolucionaria que ya nuestro pueblo poseía. Los alumnos debían ser rigurosamente seleccionados entre jóvenes recién graduados de noveno grado. Las escuelas, en cuanto a su capacidad, serían ajustadas lo más posible a la población de cada una de las 14 provincias y el municipio especial Isla de la Juventud.
En sólo tres meses se prepararon las 15 escuelas, a la vez que, en estrecha coordinación, la UJC, la Organización de Pioneros José Martí, y los Ministerios de Educación y de Cultura realizaron la captación de los primeros 4.000 estudiantes. Se elaboraron los planes y programas de estudios, se organizó el claustro, se diseñaron y produjeron uniformes, se dispuso de la bibliografía indispensable para comenzar, y se inició la compra de los instrumentos y materiales de trabajo.
El 4 de septiembre del 2000 comenzaron las clases en las 15 escuelas de instructores de arte.
Para ese primer curso optaron por matricularse 12.000 estudiantes. En los años posteriores se presentaron un promedio de 17.000 por cada nuevo curso. La selección pudo ser amplia y de calidad.
Algunos no creyeron que este plan fuera posible. Se preguntaban de dónde saldrían los profesores y los materiales de estudio. Otros se preguntaban cómo íbamos a crear nuevas escuelas si las condiciones en las existentes no eran buenas.
El 18 de febrero del 2001, después de seis meses de funcionamiento, quedó inaugurado oficialmente en la escuela "Manuel Ascunce Domenech", en Villa Clara, el Programa de Escuelas de Instructores de Arte que venía funcionando como parte sustancial e inseparable de la Batalla de Ideas.
A lo largo de estos primeros cuatro cursos se han ido concluyendo los proyectos constructivos que han facilitado contar con una capacidad para 16.200 estudiantes.
Los gastos en divisas para las inversiones fundamentales que se han producido fueron:
En la base material de estudio general y especializada, $1.795.036 dólares.
En la base material de vida, $1.958 796 dólares.
En inversiones constructivas y tecnológicas, $9.891 975 dólares.
Como dato de interés, añado que el costo total en divisas a lo largo de cuatro años para desarrollar las instalaciones de este extraordinario programa educativo y cultural, a los precios actuales del petróleo en el mercado mundial, equivale aproximadamente al gasto de tres días de consumo de combustible en Cuba.
En el primer curso ingresaron 4.086 estudiantes. El claustro lo integraron 1.111 profesores.
Hoy se cuenta ya con una matrícula de 16.168 estudiantes: 4.535 en Música, 4.202 en Plástica, 3.692 en Teatro y 3.739 en Danza.
El claustro está compuesto por 2.852 profesores, 715 de formación general y 2.137 para impartir las especialidades. De estos profesores, 1.228 son fijos y 1.624 cooperantes.
Es muy justo destacar que muchos profesores, artistas e intelectuales se han sumado al esfuerzo de cubrir el claustro de las escuelas de instructores de arte; ellos han enriquecido los planes de estudio y han logrado que, lo que en un momento desapareció, resurgiera con más fuerza como parte de la batalla colosal por lograr una cultura general integral en nuestro pueblo. También debemos reconocer el papel de los 2.531 instructores de arte que por muchos años a lo largo de la Revolución se han mantenido en su labor, y que han apoyado decisivamente esta iniciativa.
Durante estos cinco cursos de trabajo de las escuelas de instructores de arte, incluyendo el actual, se han matriculado en total 20.235 estudiantes.
Se gradúan hoy 3.237 estudiantes de los 4.086 que ingresaron en el primer curso escolar; 34 estudiantes se preparan para presentar próximamente su examen final, para un total de 3.271 egresados. Reciben el título de Bachiller en Humanidades e Instructor de Arte en Música, Artes Plásticas, Teatro o Danza, después de haber vencido un plan de estudio de 7.000 horas en el caso de los que recibieron la especialidad de Música, 7.320 horas los de Artes Plásticas, 6.840 los de Teatro y 7.000 los de Danza. Todos ellos deben poseer, además de su especialidad, una base amplia de conocimientos sobre todas las demás esferas del arte.
El plan de estudio se fue perfeccionando a lo largo de estos años de trabajo. El programa incluye los turnos de reflexión y debate, el programa audiovisual, las prácticas preprofesionales y la actividad independiente del cuarto año planificados en el horario curricular.
Para poder vencer estos objetivos, las escuelas cuentan con salas de video, bibliotecas, laboratorios de computación donde la relación de computadora por alumnos es de 1 por cada 30, cubículos de música, tabloncillos para la danza y el teatro, así como talleres de artes plásticas.
Los graduados de estas escuelas, durante sus cuatro años de formación, deben consultar o leer como promedio 167 títulos relacionados con la especialidad, la literatura y la historia cubana y universal.
De los que se gradúan:
* El 61,04 por ciento son blancos, 13,3 por ciento negros y el 25,6 por ciento mestizos, lo que se corresponde aproximadamente, de modo muy satisfactorio, con la composición étnica de nuestra población .
* El 62,09 por ciento son mujeres y el 37,90 por ciento hombres.
* De estos graduados, 1.822 son militantes de la UJC, para un 56,3 por ciento.
Los que hoy se gradúan no soñaron de niños ser instructores de arte. De la noche a la mañana apareció una nueva opción. Muchos de ellos habían soñado tal vez con la posibilidad de dedicarse profesionalmente a la música, las artes plásticas, la danza o el teatro, pero no habían tenido esa oportunidad.
El dilema de si serán artistas o no, nos ha acompañado. Hoy cada vez más es común escuchar que son artistas de la hermosa profesión de enseñar arte al pueblo. Ellos han descubierto en el trabajo con los niños un campo de la pedagogía que los enriquece, y no tiene por qué existir contradicción entre una función y otra. Tampoco habría que mutilar la posibilidad de desarrollar su obra artística si son capaces de cumplir con sus deberes como instructores de una escuela.
La responsabilidad individual ante el compromiso adquirido con la Revolución, y el trabajo, los conducirá a cumplir con sus funciones como instructores.
El 93 por ciento de los que hoy se gradúan, hace cuatro años no habían recibido una clase de ninguna de las especialidades que hoy conocen. Y si bien les falta mucho por aprender de su profesión, del arte, de la vida como trabajador y de su entrega a la Revolución, es muy cierto que no son los mismos que llegaron para abrir este camino. Han madurado física, política y socialmente.
A partir del 6 de septiembre de este año comenzaron a trabajar en escuelas primarias, secundarias y especiales de todos los municipios del país. Han sido distribuidos de la siguiente forma:
684 en escuelas primarias externas
704 en seminternados de primaria
56 en internados de este nivel
1. en escuelas secundarias básicas en el campo
50 en escuelas secundarias básicas urbanas
1. en escuelas de conducta
Las acciones que desarrollen los instructores ubicados en los centros docentes estarán encaminadas a alcanzar cinco objetivos fundamentales:
* El desarrollo de talleres de creación y apreciación con todos los alumnos del centro escolar.
* La atención a grupos y unidades artísticas de aficionados.
* La preparación técnico-metodológica del personal docente.
* La labor promocional de la cultura artística en la escuela.
* El mejoramiento del entorno de la escuela.
Con la llegada de los instructores de arte se consolida la escuela como la institución cultural más importante de la comunidad. Los resultados de su labor se reflejarán en el seno de la familia. El trabajo de estos profesionales se proyectará más allá de la institución escolar y dependerá del vínculo con el resto de las instituciones culturales y sociales de la comunidad.
Con su presencia, se enriquece el sistema de trabajo con los niños, adolescentes y jóvenes que se ha ido conformando en estos años de Batalla de Ideas. Serán indispensables los vínculos que se creen entre el maestro o profesor general integral, el profesor de computación, el trabajador social y el instructor de arte.
Ya teníamos antecedentes de los resultados que podríamos obtener. Esto se ha constatado en cada etapa de práctica preprofesional, donde los estudiantes desde segundo año se vinculan a centros docentes y a las comunidades. Baste con dos ejemplos. El primero de ellos:
La práctica preprofesional en el municipio La Sierpe, provincia de Sancti Spíritus, de los estudiantes de cuarto año, contempla una semana de trabajo en comunidades o escuelas que presentan condiciones de trabajo más difíciles que las habituales.
En el caso de dicha provincia, se decidió que los 183 estudiantes del cuarto año de su escuela que hoy se gradúan se vincularan al municipio de La Sierpe, por ser este un municipio nuevo, sin una sólida tradición cultural, donde no ha habido una fuerza técnica en la cultura durante décadas. O sea, un municipio donde no existen instructores graduados de épocas anteriores y donde incluso resulta muy difícil captar estudiantes para las escuelas de instructores de arte, al extremo que en el primer curso sólo ingresó una alumna, que hoy se gradúa. Los estudiantes fueron ubicados en todas las escuelas, y resultó que era la primera vez en muchos años, según la memoria de alumnos y profesores, que se producía un movimiento cultural tan fuerte en el territorio. Se albergaron en las escuelas, trabajaron en ellas y en las comunidades; en algunos casos se tenían que desplazar a pie varios kilómetros.
De lo que allí sucedió, hablan todavía niños y padres. Tres estudiantes de otros municipios solicitaron se les ubicara a trabajar en el municipio de La Sierpe, a partir de esta experiencia. Se logró captar para la escuela de instructores de arte 25 alumnos, para el curso escolar que recién comienza. Lo más notable es que en un encuentro que hace pocos días se sostuvo con una representación de los que hoy se gradúan, cada vez que alguno de ellos se refería a su formación, mencionaba como decisivo el impacto de esa semana. La imagen de la experiencia en La Sierpe se ha conservado en ellos como una misión internacionalista, la presencia en un combate o en una gran jornada productiva, o sea, les ha quedado el sentido de un acto por encima de lo normal, de un acto de total entrega.
En su paso por el municipio realizaron una especie de síntesis entre lo que hace el instructor de una Casa de Cultura y lo que debe hacer en una escuela: lo mismo trabajaban en la escuela por la mañana, que animaban la comunidad por la tarde, que se presentaban en actividades culturales en el municipio por la noche. Todo ocurrió en solo una semana. El gobierno del municipio y el Partido consideran que se ha producido el inicio de una transformación cultural, lo que resulta significativo si tenemos en cuenta que es un municipio con instituciones culturales en buen estado constructivo en sentido general, pero sin fuerza técnica para trabajar.
El segundo ejemplo:
Desde el curso 2002-2003 la Escuela de Instructores de Arte de Ciudad de La Habana "Eduardo García Delgado" recibe instrucciones de seleccionar a un grupo de estudiantes para realizar la práctica preprofesional en la Universidad de Ciencias Informáticas.
Durante el curso 2002-2003 se vincularon por espacio de 15 días. Ya en el curso 2003-2004 se estableció de manera permanente, dos veces a la semana, la asistencia de un grupo de instructores a ese centro de la educación superior. El trabajo realizado ha sido evaluado por los compañeros de esta universidad como muy necesario y han reclamado que se mantenga la presencia de estos estudiantes para reforzar el movimiento de aficionados que existe en el centro.
Los resultados hablan por sí mismos. En solo dos años de trabajo, la Universidad de Ciencias Informáticas cuenta con un movimiento de aficionados integrado por 799 estudiantes, es decir, uno de cada cinco estudiantes. En el primer curso obtuvieron en el Festival Provincial de la Federación Estudiantil Universitaria cinco premios y tres menciones. Y en el segundo curso, 11 premios. De éstos, tres se presentarán al Festival Nacional de la FEU.
Los graduados de las escuelas de instructores de arte podrán estudiar cualquiera de las especialidades o carreras de Humanidades que imparten los centros del Ministerio de Educación Superior, y las especialidades o carreras que imparten los Institutos Superiores Pedagógicos por el plan de Universalización de la Enseñanza Superior.
Teniendo en cuenta las peculiaridades del trabajo del instructor de arte, la necesidad de mantenerlos en una constante superación como profesionales identificados con su trabajo como instructores, y el interés de una gran parte de ellos en continuar preparándose en una carrera afín con su formación, se decidió abrir la Licenciatura en Educación, Especialidad Instructor de Arte, en estrecha coordinación entre los Ministerios de Educación, de Cultura y el de Educación Superior.
Se encuentran matriculados en esta carrera 1.476 de los instructores que se gradúan, para un 45,5 por ciento.
La nueva carrera se imparte en los Institutos Superiores Pedagógicos en las condiciones de universalización de la educación superior, con una duración temporal de cuatro años. Se apoya sustancialmente en el Programa Audiovisual y en otros materiales audiovisuales, y refuerza por igual la importancia del aprendizaje por esfuerzo propio y de la tutoría.
La carrera garantiza profundizar la formación humanista, profundizar la formación pedagógica, perfeccionar las habilidades artísticas en la especialidad de la que se gradúen en la Escuela de Instructores de Arte.
En los próximos días, a las escuelas que han recibido instructores de arte comenzará a llegar un módulo de trabajo de acuerdo con la especialidad del o de los instructores con que cuentan.
Para dar continuidad a la atención integral que ha recibido este programa, se decidió que los instructores ya graduados se continuaran atendiendo, y serán dirigidos desde el Grupo de Trabajo de la Batalla de Ideas por la Unión de Jóvenes Comunistas.
Para lograr esto, se han creado estructuras a nivel provincial y municipal, donde cuadros profesionales de la UJC asumen la responsabilidad de coordinar las acciones entre Cultura, Educación, Educación Superior y todas aquellas instituciones u organizaciones que estén implicadas en el trabajo de los instructores de arte.
A nivel nacional existirá una sede ubicada en la Habana Vieja, que se convertirá en el Centro Nacional de Superación de Instructores de Arte. Estará insertado en el corazón de uno de los proyectos socio-culturales más importantes del país, y en sus instalaciones se efectuarán actividades para el disfrute del pueblo, que tendrán que convertirse en referencia para todos.
Esta fuerza juvenil quedará organizada como la Brigada de Instructores de Arte "José Martí". Funcionará en cierta medida como un movimiento juvenil y como un ejército de la cultura cuyo teatro de operaciones fundamental, aunque no único, es la escuela.
Con la integración a esta brigada, se consolidará la identificación de estos jóvenes con sus responsabilidades como instructores de arte, y se encauzará el necesario vínculo que deben mantener con el movimiento artístico del país y de cada territorio en particular.
La Brigada de Instructores de Arte "José Martí" facilitará una mejor atención en todos los sentidos. Algo similar hemos hecho con los trabajadores sociales, poderosa y creciente fuerza con que cuenta hoy la Revolución.
No podemos darnos el lujo de permitir que por contradicciones burocráticas, ansias protagónicas y celos institucionales, esta colosal fuerza revolucionaria quede diluida en tierra de nadie, sin dirección política ni apoyo decidido en su polifacética tarea.
A su vez, cada instructor de arte acatará con respeto la autoridad y las atribuciones que les correspondan a quienes dirigen cada uno de los centros donde desempeñan su actividad, sea cual fuere el organismo al que pertenezcan.
Así han sido proyectadas la organización y las actividades de los instructores de arte. La vida dirá como siempre la última palabra. Las puertas del perfeccionamiento estarán siempre abiertas para todo lo que crea la Revolución.
La UNEAC y la Asociación "Hermanos Saíz" mantendrán un vínculo estrecho con estos jóvenes trabajadores de la cultura a través de este pujante movimiento que habrá de crearse con la introducción masiva de miles de instructores de arte cada año.
Noticias, impresiones y anécdotas impresionantes:
Entre la UJC, el Ministerio de Cultura y el MINED se ha estado efectuando un recorrido por todo el país donde, en intercambio con el Partido, el gobierno y las instituciones de cada territorio, se ha podido constatar el entusiasmo con que han llegado a las escuelas los nuevos instructores y los deseos de ser útiles que los acompañan.
Han llegado cargados de sueños y han sido recibidos con particular cariño y entusiasmo por los niños.
Existen muchas expectativas por parte de la escuela y la comunidad.
Ahora están en una fase de aprendizaje. Los directores, maestros y profesores no están acostumbrados a tener un instructor de arte y en muchos casos no están familiarizados con las responsabilidades que estos tienen.
En estas semanas han estado trabajando en el diagnóstico de los niños, personal docente y entorno de la escuela; comenzaron a impartir algunos talleres, a asistir a la Universidad y al sistema de superación diseñado por Cultura y Educación para cada uno de ellos.
La integración entre la UJC, Cultura y Educación ha facilitado el recibimiento en la escuela, la organización de sus turnos de clase y la inserción en el colectivo laboral.
Se les ha hecho un llamado a los cuadros de base de la UJC y de la Organización de Pioneros "José Martí" a ver la escuela como el principal Palacio de Pioneros, por ser una escuela de nuevo tipo. Antes la computadora, el video, el televisor y muchos de los talleres de arte había que buscarlos en los palacios y campamentos. Hoy esas condiciones se encuentran en la propia escuela.
Los televisores y videos con que cuentan los centros escolares, junto con las computadoras, serán también instrumentos de trabajo del instructor. Ellos conducirán a niños y adultos en las visitas que podrán hacer, a través de los discos compactos o el video, a museos del mundo.
A los instructores se les ha llamado a reconocer el privilegio de contar con una galería, un teatro y un taller de artes plásticas, de cuya programación son responsables ellos, y que no son más que las propias escuelas donde hoy trabajan.
Los video-clubes juveniles y las salas de televisión ubicados en zonas intrincadas del país serán escenario también del trabajo del instructor.
En el recorrido que se está efectuando por el país se han podido escuchar las primeras impresiones. De un territorio a otro muchas se repiten:
"Los niños quieren estar todo el tiempo conmigo. Cuando voy por la calle me da orgullo que los niños me saluden y les digan a los padres: 'mira, esa es mi profesora de música'. Me gustaría trabajar en equipo con el instructor de la otra escuela." Instructora de San Luis, municipio de la provincia de Santiago de Cuba.
"Yo he tenido mucho apoyo de mi Casa de Cultura... quisiera que me autorizaran a trabajar también con los niños de la escuela en la que hice la práctica preprofesional, no quiero que me reubiquen porque a estos niños que tengo ahora ya los adoro, pero los otros me ven por la calle y casi lloran. Yo puedo perfectamente trabajar con todos." Instructora de San José de las Lajas, municipio de la provincia La Habana.
"Gracias a las clases que recibí en cuarto año, porque he tenido que hacer de todo, he dado clases de Danza y de Música. Yo soy de Artes Plásticas... me ayudan mucho los de la Casa de Cultura y en mi escuela todos me quieren." Instructora de Holguín.
"Tengo dos niños con problemas muy delicados de salud, uno de ellos tiene fibrosis quística; son mis dos primeros alumnos, les estamos preparando una atención especial...eso me ha conmovido mucho...me siento muy útil." Instructora de Las Tunas
"Yo soy de Teatro y ya tengo un coro...el papá de una alumna es músico... yo capté a los niños que tenían mejores condiciones, los he organizado... le pedí ayuda al padre de la alumna y ya estamos trabajando. El trabajo es muy estimulante y los niños tienen mucho interés." Instructor de Jobabo, municipio de la provincia Las Tunas.
"Estoy en una escuela rural. La Directora no conocía bien las funciones de un instructor, entonces organicé un encuentro con todos los maestros y expuse cuál era mi trabajo. Mi Directora es mi mejor aliado. Me siento muy bien... y ya tengo un hijo adoptivo... es un alumno con problemas de aprendizaje, comencé a trabajar con él por medio del teatro... me enteré de que su papá no vivía con él y que no lo atendía desde hacía mucho tiempo como debía ser. Me fui a buscar al padre que vive en otro municipio... me presenté, le expliqué lo que pasaba... hoy mi hijo adoptivo ya está comenzando a tener mejores resultados docentes....estas cosas nos hacen descubrir que tenemos un corazón." Instructor de Camagüey.
"He dado clases de Danza y Música. Los niños se arrebatan con las clases. A veces no quieren ir a las otras asignaturas. Soy Instructora de Artes Plásticas." Instructora del municipio Camagüey.
"Nos dieron un recibimiento muy bonito... en la escuela de conducta el trabajo es una labor muy difícil, pero va a dar frutos. Somos cuatro instructores en ese centro... la escuela está en reparaciones y estamos junto a los otros profesores trabajando en las reparaciones... si no hay condiciones en la escuela, las tenemos que crear o inventar, para eso está el instructor..." Instructor de Granma.
"Yo estoy en Buenavista, un pueblo de Remedios... Allí nunca ha habido un instructor de nada... Doy clases en la escuela de todas las especialidades... La directora de la Casa de Cultura me pidió que fuera el fin de semana a atender a los abuelos del Círculo de Abuelos. "Yo soy de Teatro y los abuelos lo que querían era danza. Yo había aprendido los bailes de Majagua (bailes campesinos que se enseñan en las escuelas de Instructores de Arte)... Yo les enseñé los de Majagua y los abuelos me enseñaron los de Remedios y terminamos bailando El Gavilán todos juntos." Instructor de Remedios, provincia de Villa Clara.
Lo expuesto hasta aquí forma parte del trabajo realizado en el campo de la cultura y la educación en la Batalla de Ideas.
En estos cuatro cursos escolares no sólo tenemos las 15 nuevas escuelas de instructores de arte; se construyó la nueva Escuela Nacional de Ballet, con una capacidad de 300 estudiantes de formación profesional, y donde además funcionan los talleres vocacionales de ballet con una matrícula de más de 4 mil niños. Se han construido siete nuevas escuelas de artes plásticas, llegando así a disponer de ellas en 17 ciudades importantes del país; se efectuó una reparación capital en la de Trinidad y se efectuó una amplia reparación de San Alejandro; se reconstruyó la Escuela de Ballet-Teatro y Artes Plásticas de Camagüey; se construyó una nueva Escuela de Artes en Bayamo con capacidad para 500 estudiantes; surgió una escuela para la preparación de bandas de música, y de las diversas esferas de la actividad artística se efectúa en estos momentos la reparación de 21 escuelas y una importantísima obra, la reparación capital de las instalaciones en funcionamiento y la continuación de las obras hasta su terminación definitiva de esa joya de la cultura artística cubana que es el Instituto Superior de Arte.
He tenido el privilegio de participar en la inauguración de cinco de estos centros. Otros están pendientes de inauguración oficial, pero ya en pleno funcionamiento.
Si en el curso escolar 1992-1993 contábamos con una matrícula de 5.978 alumnos en las escuelas de arte, podemos decir que en pleno período especial esa cifra casi se ha duplicado, teniendo hoy una matrícula de 10.722; si a éstos se les suman los 16.168 de las escuelas de instructores de arte, significa que contamos con 26.890 jóvenes que enriquecerán la fuerza artística y pedagógica en la gran batalla por una cultura general integral y la elevación de la calidad de vida de nuestro pueblo.
No se ha trabajado en balde. El éxito ha premiado nuestros esfuerzos. Invito a cualquier otro país del mundo a presentar una cosecha parecida.
El 20 de octubre se conmemora el 136 aniversario de la toma de la ciudad de Bayamo por las tropas mambisas, encabezadas por Carlos Manuel de Céspedes.
Aquel día, en el atrio de la iglesia mayor de Bayamo, se entonó por vez primera el Himno Nacional cubano, letra y música de Perucho Figueredo, Mayor General del Ejército Libertador.
La interpretación del Himno el 20 de octubre coincide con el hecho de armas con el que la Revolución alcanza la primera y más importante victoria sobre las tropas coloniales españolas. La capitulación de Bayamo y la entrada victoriosa de Céspedes, suponen la culminación del acto de rebeldía iniciado el 10 de octubre en el ingenio "La Demajagua", que marcó un viraje en la historia del país e hizo nacer, sobre los escombros de los primeros reductos coloniales, la nación cubana.
El 20 de octubre coincide además con el nacimiento de Abel Santamaría, heroico combatiente y segundo jefe de las fuerzas que atacaron el Cuartel Moncada.
Por todas las razones mencionadas, en 1979 un Decreto del Consejo de Ministros instituyó esta fecha como el Día de la Cultura Cubana.
Hemos querido celebrarla con la graduación del primer contingente de instructores de arte y la creación de la Brigada "José Martí", como un especial regalo al pueblo villaclareño, ejemplo en el trabajo por conservar las tradiciones culturales que sostienen la identidad de nuestra nación, y ganador de la sede por los actos del 26 de Julio en el presente año.
¡Adelante, valientes abanderados de la cultura y el humanismo! Toda una vida de gloria los espera.
Cuando en el futuro hoy incierto de la humanidad se hable de revoluciones y de cambios sociales verdaderamente profundos e indelebles, nadie podrá olvidar la obra que aquí nos reúne. Nuestro pueblo se siente orgulloso de ustedes.
¡Viva la Patria!
¡Viva la Revolución!
¡Viva el socialismo!
Y como dijo quien regresara a Cuba desde Bolivia con su destacamento de refuerzo, aquí junto a nosotros: ¡Hasta la victoria siempre!