Fidel y los ciclones tropicales
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Características del huracán Michelle y principales afectaciones en la ciudad de Cienfuegos
El huracán Michelle se desarrolló a partir de la depresión tropical No. 15 de la temporada ciclónica 2001, surgida en el seno de una onda tropical en el mar Caribe occidental el 29 de octubre, afectando a Nicaragua y Honduras con intensas lluvias. El día 2 de noviembre en la mañana, ya en el mar, Michelle alcanza la condición de huracán categoría 1 (escala Saffir-Simpsom) y en la tarde del mismo día la categoría 2. A partir de ese día inclina el rumbo al nordeste, se intensifica rápidamente y el día 3 en la mañana ya es categoría 4 con un movimiento que lo aproximaba cada vez más a Cuba.
El día 4 Michelle comienza con una tendencia marcada al estacionamiento y a cierta desorganización en el campo nuboso cercano al centro, no así en sus bandas de alimentación que continuaban estables. Durante la madrugada y primeras horas de la mañana experimenta un movimiento al nordeste con una velocidad inferior a los 10 km/h, situándolo alrededor de la 1:00 p.m. (18:00 UTC) al oeste y muy próximo a Cayo Largo del Sur, con vientos máximos sostenidos de 220 km/h y una presión central de 950 hPa.
Su entrada a la isla de Cuba, ocurre por un punto muy próximo a la Bahía de Cochinos, al oeste de Playa Girón, alrededor de las 6:00 p.m. (23:00 UTC) de ese día. Un notable aumento en su velocidad de traslación a 24.5 km/h y un ligero movimiento más al estenordeste lo hacen atravesar la provincia de Cienfuegos entre las 7:00 p.m. (00:00 UTC) y las 10:00 p.m. (03:00 UTC), pasando su centro muy cerca de las localidades de Aguada de Pasajeros, Abreus, Rodas, Palmira y Lajas. En estas localidades se apreciaron áreas de calma de hasta una hora de duración, característica muy propia del paso del ojo del huracán, que hizo pensar a muchas personas que ya la tormenta había pasado. Luego continuó su rumbo al nordeste por territorio villaclareño, saliendo al mar, ya mucho más debilitado (Categoría 1), por un punto al este y cercano a Sagua la Grande (Ballester y Rubiera, 2001).
Michelle se debilitó considerablemente al entrar a tierra, sobre la provincia de Cienfuegos pasó realmente como un Categoría 2. Este debilitamiento se debió a que el organismo transitaba por un proceso de extratropicalización o pérdida gradual de características tropicales, lo que fue evidente al notar que los vientos del sector izquierdo fueron en general más fuertes y extensos que los del sector derecho (Ballester y Rubiera, 2001).
Se pueden abordar muchas aristas en este tema, pero puede significarse entre otras cosas, la poca lluvia, antes, durante, y después del paso del huracán. Las mayores lluvias se registraron en su sector izquierdo y no en el sector derecho, lo que no es característico en un huracán y sí es otra evidencia de que se había iniciado un proceso de extratropicalización.
Por su puesto otra característica notable, resultan los fuertes vientos registrados, en las estaciones meteorológicas de Cienfuegos, con rachas máximas de 167 km/h a las 7:00 p.m. (00:00 UTC) en Cienfuegos y de 176 km/h a las 6:00 p.m (23:00 UTC). en Aguada de Pasajeros, valor a partir del cual hizo inservible el equipo de medición (Barcia et al., 2012).
Los efectos sobre el mar fueron muy importantes. La apacible bahía de Jagua cambió su tranquilidad por olas superiores a los 3 metros de altura (fuerza 4-5) nunca antes vistas en este litoral, con un fenómeno de surgencia de tormenta que provocó una sobre elevación del nivel medio del mar, entre 1.5 y 1.8 metros, originando penetraciones del mar en las áreas costeras bajas (Ballester y Rubiera, 2001; Muñoz et al., 2018).
Los efectos destructores del mar pudieron apreciarse en toda la zona de Punta Gorda, incluso en el entorno del faro de Los Colorados y Pasacaballos, donde el oleaje fue aún mayor, se observaron grandes rocas sacadas del fondo del mar y lanzadas a gran distancia por encima de la carretera, la que quedó totalmente destruida e intransitable.
Michelle fue un huracán de gran intensidad, Categoría 4 de un máximo de 5, con una extensa área de influencia de sus vientos huracanados y fenómenos de inundaciones costeras por penetraciones del mar en tramos costeros del norte y el sur de Cuba.
El pueblo de Cienfuegos, se pudo mantener informado en pleno azote a través de la radio local y la comunicación telefónica. Radio Ciudad del Mar, la emisora .local, estuvo permanentemente encadenada con el Grupo Provincial de Pronósticos y las informaciones que emanaban se trasmitían en vivo a la ciudadanía, con una frecuencia de minutos; orientaciones, comportamientos del huracán, trayectoria, etc.
Afectaciones
La Biblioteca Provincial “Roberto García Valdés”, otrora Liceo de Cienfuegos, institución diseñada por el arquitecto italiano Alfredo Colli en 1921 expresamente para dicha sociedad de instrucción y recreo, edificación de dos niveles ubicada en la intersección de las arterias: calle 37 y Avenida 58 (Prado y Santa Cruz) sufrió el azote de este organismo tropical, provocando daños considerables en su estructura, cubierta y ventanas originales dado el influjo de los vientos huracanados llegados por ambas arterias.
Los fuertes vientos que acompañaban a Michelle destruyeron toda la cristalería del Palacio Ferrer, del ateneo del Teatro Tomás Terry y en la Catedral se perdieron varias secciones del conjunto de vitrales envidiables con que cuenta la misma. El museo provincial, antiguo Casino Español, construido a los efectos del fortalecimiento del grupo de inmigrantes españoles asentados en Cienfuegos en 1898 fue otra de las instituciones severamente dañadas al paso de este intenso ciclón tropical.
La Bahía de Jagua, sitio indispensable de la memoria e identidad del cienfueguero, se convierte en enemigo natural del hombre, cuando de ciclones se habla. La fuerza del mar afectó significativamente sitios emblemáticos como el Restaurant Covadonga, el Hotel Jagua, Club Cienfuegos, Club Cazadores, cabaret Costasur y el Muelle de la Real Hacienda. El viejo espigón, que recibe al visitante desde el mar, como buen anfitrión, reventando los oídos, perdió el derecho de mantener su estatus, dadas las condiciones en que quedó, después del paso de Michelle. Sus pilotes enclavados allí durante años, se dañaron, hiriéndolo de gravedad, para nunca más permitir el fondeado de los buques y barcos de cabotaje, que lo decoraron durante años.
Otras de las zonas marineras, fuertemente devastadas por este furioso fenómeno con nombre de mujer, fue la zona residencial “La Punta”4, situada en el extremo Sur de la ciudad de Cienfuegos, con una privilegiada ubicación, levantada desde la segunda mitad del siglo XIX y donde reina un conjunto de arquitectura en madera, de amplia influencia norteamericana y caribeña. Su larga península, fue envuelta en instantes por el mar embravecido, capaz de eliminar la línea de costa y su cota cero, para entregar, a los residentes, unas visiones dantescas de casas destruidas y la tierra firme desaparecida. A esto se sumaron los daños provocados al exótico Palacio de Valle y el destacado exponente de la arquitectura racionalista, Hotel Jagua, el que sufrió daños en una de sus habitaciones esquineras superiores y en casi toda la cristalería, del primer piso, símbolos todos de la “Perla del Sur”.
Años costó la rehabilitación de “La Punta” arrojando como resultado el rescate integral de la zona, el mejoramiento del hábitat y del estado técnico - constructivo de los inmuebles y su entorno, incluyendo las redes técnicas y su comunicación vial y marítima, convirtiéndose en la actualidad en un agradable punto de atracción para el visitante, que, de hecho, al llegar aquí, ya ha sido conquistado por la “Ciudad del Mar”.
Fidel y los ciclones en Cienfuegos
Todos los ciclones que afectaron la provincia Cienfuegos en las últimas 4 décadas estuvieron acompañados por la labor de un pequeño grupo de hombre liderados hasta el año 1998 por el Doctor en Ciencias Geográficas Antonio de J. Fernández García y luego por el eterno profesor Gonzalo Alfonso Calzadilla quienes eficientemente utilizaron con sapiencia, tono y perseverancia las prestaciones ofrecidas por el Radar Meteorológico, ubicado en el Pico “San Juan”5.
Lili en 1996 y Michelle en 2001 lograron el vínculo - encuentro intelectual- entre dos grandes figuras del país y de la ciencia, quienes hicieron de su labor diaria, una marca o huella indeleble, por su ética sostenida, al servicio humano, que practicaron libres de todo bien propio, los Dr. Antonio de J. Fernández García y Fidel Castro Ruz.
La primera vez de este suceso ocurrió durante el paso del contradictorio huracán Lili, en octubre de 1996 y acertadamente pronosticado por los meteorólogos cienfuegueros, dejando en la comunidad científica nacional una huella de buen trabajo y prestigio, a pesar de ser un pequeño y joven Grupo Provincial de Pronósticos.
Allí en la Región Militar de Cienfuegos, el Comandante en Jefe fue testigo de su sapiencia y modestia. Las explicaciones del joven meteorólogo formado en Cuba y la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), lo hicieron comprender lo acertado de su decisión, sobre la ubicación del radar “Pico San Juan”; y además conocer de la existencia de un personal calificado, fuera de la capital del país, colmado de ideas y aportes para la meteorología de Cienfuegos y Cuba.
Una foto muy estimulante en el joven meteorólogo, constituyó la tomada en las áreas de dicha instalación militar. En la misma se ve un Fidel impresionado, por los desastres ocurridos, la confianza en la recuperación, pero más aun por la presencia de un equipo provincial ya fraguado en estas contiendas naturales, al punto de mantenerse en la puerta de su vehículo por espacio de 45 minutos, escuchando y dando orientaciones. En el fondo de la imagen, un Tony pensativo y confiado, al saber que sus conocimientos hicieron más fáciles la toma de decisiones para enfrentar tan aciago ciclón.
Tiempo después, otro evento climatológico los aproximó nuevamente, el huracán Michelle. A pocas horas del paso de Michelle, el Comandante en Jefe arriba a Cienfuegos con el fin de apreciar las afectaciones causadas por el huracán en la agricultura y las viviendas del territorio (Ramos 2011). Vino directo a la sede de la Asamblea Provincial del Poder Popular6, para conocer los daños ocasionados por este intenso fenómeno meteorológico.
Su estancia fue por espacio de entre 45 minutos y 1 hora y en la misma se le rindió un informe preliminar sobre la magnitud de los daños sufridos, las acciones de recuperación realizadas en el más breve tiempo, más las perspectivas futuras en la mitigación de los mismos. Trasmitió además un reconocimiento a la población, indagó los detalles más mínimos del peligroso huracán y se interesó por las necesidades de recursos. Nuevamente el Dr. Sc. Antonio de J. Fernández García, le informó detalladamente los pormenores del huracán a su paso por la provincia, en un pequeño local escogido a estos efectos. Una mesa grande los separaba, con un mapa de Cuba como telón de fondo, más se mostraba seguro de sus fundamentadas explicaciones.
Sin dudas una parte considerable de la cultura que tiene la población cubana sobre ciclones tropicales obedece a la particular atención que le prestó el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz a este tema. El máximo líder de la Revolución cubana le dedicó mucho tiempo al estudio de los fenómenos hidrometeorológicos y, sobre todo, a contrarrestar su impacto en los bienes de la población y la economía.
El paso del huracán Michelle representó la primera afectación de un huracán de gran intensidad a nuestro país en pleno siglo XXI. Curiosamente la última del siglo XX, había ocurrido también por un Huracán categoría 4 en la misma zona del país en 1952. El tiempo transcurrido entre ambos hechos, casi medio siglo, 49 años, hizo que dos generaciones no conocieran un huracán de esta naturaleza, habiendo tenido la experiencia de sistemas tropicales más débiles.
Michelle causó serias afectaciones al patrimonio histórico de la ciudad de Cienfuegos. Los daños y destrozos ocasionados en la infraestructura de las instituciones emblemáticas de la ciudad por el paso de los ciclones tropicales han sido solubles en la medida de las posibilidades económicas, pero sus pobladores guardan en su memoria recuerdos imborrables de todas ellas.
NOTAS
1Conferencia impartida en Cienfuegos, con motivo del tercer aniversario de la declaratoria de la Ciudad Patrimonio de la Humanidad.
2Vidrieras. Espacio exterior de las tiendas, cerrado por cristales, donde se exponen las mercancías a la vista del Público.
3El 15 de julio del año 2005 en la XXIX sesión del Comité del Patrimonio Mundial efectuada en Durban, Sudáfrica, se aprobó por unanimidad la declaración del Centro Histórico Urbano de Cienfuegos PATRIMONIO CULTURAL DE LA HUMANIDAD. Se consideraron los criterios: El Centro Histórico de Cienfuegos muestra un importante intercambio de influencias basadas en la Ilustración española y ser un ejemplo excepcional y adelantado de su implementación en el planeamiento urbano en América Latina en el siglo XIX.
4Sitio Histórico Urbano: 7 hectáreas, limita al norte con la Avenida 2, al este, sur y oeste con el litoral e incluye 29 inmuebles por su uso original. Posee 26 Viviendas, 1 Hotel: Jagua, 1 Restaurante: Covadonga. El 20 de enero del 2000 fue proclamada Monumento Nacional la zona conocida como "La Punta", en Punta Gorda, situada en el extremo sur de la ciudad, con ello la provincia cienfueguera se enorgullece al alcanzar la cifra de 11 inscriptos en esa categoría.
5Instalación ubicada en la máxima elevación del macizo montañoso Guamuhaya perteneciente a Cienfuegos a tenor de las valoraciones realizadas por el Comandante en Jefe Fidel Castro, al cruce del huracán Allen en 1980, al sur de Cuba.
6Se reúne en el Poder Popular Provincial, con los máximos directivos del gobierno, el PCC, los órganos de prensa, y miembros del Consejo de Defensa Provincial.