"La calidad, y no el número, es lo que debe importar a los fines de este movimiento si queremos realmente tener una fuerza moral y política ante los pueblos del mundo. De no ser así, podemos correr el riesgo de que las fuerzas reaccionarias penetren en su seno para entorpecer sus objetivos, y de que la unidad y el prestigio de los países no alineados se pierdan irremediablemente".
Renvoi au texte original:
Discurso pronunciado en la IV Conferencia de Países no Alineados, en Argel, el 7 de septiembre de 1973