“Yo tengo la convicción plena, por la experiencia vivida, de que los valores pueden ser sembrados en el alma de los hombres, en la inteligencia y en el corazón de los seres humanos. Nosotros no andamos con hipocresías de ninguna índole al hablar de la ‘libertad’ de la prensa (…) Nosotros soñamos con otra libertad de prensa, en un país educado e informado, en un país que posea una cultura general integral y pueda comunicarse con el mundo. Porque quienes temen el pensamiento libre no educan a los pueblos, no les aportan, no tratan de que adquieran el máximo de cultura, de conocimientos históricos y políticos profundos, y aprecien las cosas por su valor en sí, y porque saquen conclusiones de sus propias cabezas”.
Renvoi au texte original:
Libro Cien Horas con Fidel, Enero de 2003