Denuncia a la SIP como instrumento de Estados Unidos
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) es un instrumento de la política exterior de Estados Unidos, con objetivos que buscan dañar los procesos de cambios en Latinoamérica, denunciaron hoy periodistas cubanos y de varios países del continente.
En la Mesa Redonda Informativa se expuso como la SIP en 65 años de historia se ha dedicado a defender los intereses de los dueños de los grandes medios de prensa, alinearse a los objetivos del Departamento de Estado norteamericano y establecer plataformas mediáticas para el dominio ideológico de los pueblos.
La reciente reunión de la SIP, el 16 de marzo en Paraguay, fue otra expresión de esos intereses mafiosos, con un informe final calificado de maniqueo y manipulador por el argentino Juan Carlos Caamaño, presidente de la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP).
Asumen un papel de vigilantes de los gobiernos , refirió Caamaño por vía telefónica, y señaló la agresividad contra Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua y otros países donde han tomado el poder fuerzas revolucionarias y progresistas.
Juan Marrero, vicepresidente de la Unión de Periodistas de Cuba, afirmó que este es un cartel de desinformación de los propietaros y directores de los más de mil 500 periódicos que la integran, quienes defienden la libertad de empresa bajo el manto de la libertad de expresión.
Bien podría llamarse sociedad imperial de prensa , dijo, y recordó como desde el triunfo de la Revolución Cubana ha sido un permanente instrumento para las campañas propagandísticas contra este proceso.
En tal sentido recordó la triste figura de Jules Dubois, un coronel de la inteligencia de Estados Unidos disfrazado de periodista, quien presidió durante muchos años la Comisión de Libertad de Prensa de la SIP, desde donde lanzó constantes ataques contra Cuba y estableció agendas ideológicas para la región.
El canadiense Jean Guy Allard la consideró como una cámara de comercio de los grandes medios, una corporación de vendedores de periódicos aliados a las peores causas en el continente.
La prensa es para esa gente un negocio, una forma de controlar a la opinión pública de estos países, y por eso son tan dóciles con la CIA y con las políticas imperiales, arguyó.
Recordó su contubernio con otras organizaciones, como Reporteros sin Fronteras, quienes han desplegado un terrorismo mediático contra todo lo que aparezca como progresista o revolucionario en el mundo.
Roger Ricardo Luis, subdirector del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, manifestó que operan sobre los ejes de la libertad de expresión, los derechos humanos y la democracia, bases desde donde pretenden el poder político, el económico y el mediático.
Para la SIP libertad de expresión equivale a libertad de empresa, y pretenden que esta sea una patente de corso para agredir, manipular y tergiversar la realidad, opinó.
En el panel intervino Ivan Canela, portavoz del gobierno boliviano de Evo Morales, quien rechazó el injerencismo de la SIP sobre su país, a la vez de denunciar sus políticas de explotación a los periodistas, su oposición a que estos se organicen en sindicatos o colegios y la negación a otorgarle seguros de salud.
La mesa redonda expuso las declaraciones de Ernesto Vera, presidente honorario de la FELAP, quien al revisar la historia de la SIP consideró que ha sido parte del arsenal de armas ideológicas del imperialismo para tratar de sojuzgar a los pueblos de América Latina.
En la Mesa Redonda Informativa se expuso como la SIP en 65 años de historia se ha dedicado a defender los intereses de los dueños de los grandes medios de prensa, alinearse a los objetivos del Departamento de Estado norteamericano y establecer plataformas mediáticas para el dominio ideológico de los pueblos.
La reciente reunión de la SIP, el 16 de marzo en Paraguay, fue otra expresión de esos intereses mafiosos, con un informe final calificado de maniqueo y manipulador por el argentino Juan Carlos Caamaño, presidente de la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP).
Asumen un papel de vigilantes de los gobiernos , refirió Caamaño por vía telefónica, y señaló la agresividad contra Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua y otros países donde han tomado el poder fuerzas revolucionarias y progresistas.
Juan Marrero, vicepresidente de la Unión de Periodistas de Cuba, afirmó que este es un cartel de desinformación de los propietaros y directores de los más de mil 500 periódicos que la integran, quienes defienden la libertad de empresa bajo el manto de la libertad de expresión.
Bien podría llamarse sociedad imperial de prensa , dijo, y recordó como desde el triunfo de la Revolución Cubana ha sido un permanente instrumento para las campañas propagandísticas contra este proceso.
En tal sentido recordó la triste figura de Jules Dubois, un coronel de la inteligencia de Estados Unidos disfrazado de periodista, quien presidió durante muchos años la Comisión de Libertad de Prensa de la SIP, desde donde lanzó constantes ataques contra Cuba y estableció agendas ideológicas para la región.
El canadiense Jean Guy Allard la consideró como una cámara de comercio de los grandes medios, una corporación de vendedores de periódicos aliados a las peores causas en el continente.
La prensa es para esa gente un negocio, una forma de controlar a la opinión pública de estos países, y por eso son tan dóciles con la CIA y con las políticas imperiales, arguyó.
Recordó su contubernio con otras organizaciones, como Reporteros sin Fronteras, quienes han desplegado un terrorismo mediático contra todo lo que aparezca como progresista o revolucionario en el mundo.
Roger Ricardo Luis, subdirector del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, manifestó que operan sobre los ejes de la libertad de expresión, los derechos humanos y la democracia, bases desde donde pretenden el poder político, el económico y el mediático.
Para la SIP libertad de expresión equivale a libertad de empresa, y pretenden que esta sea una patente de corso para agredir, manipular y tergiversar la realidad, opinó.
En el panel intervino Ivan Canela, portavoz del gobierno boliviano de Evo Morales, quien rechazó el injerencismo de la SIP sobre su país, a la vez de denunciar sus políticas de explotación a los periodistas, su oposición a que estos se organicen en sindicatos o colegios y la negación a otorgarle seguros de salud.
La mesa redonda expuso las declaraciones de Ernesto Vera, presidente honorario de la FELAP, quien al revisar la historia de la SIP consideró que ha sido parte del arsenal de armas ideológicas del imperialismo para tratar de sojuzgar a los pueblos de América Latina.
Fuente:
AIN
Fecha:
20/03/2009