Ellas son mayoría en el sector de la Salud
Organizan procesos, atienden a pacientes, ofrecen soluciones y crean alternativas. Algunas cumplen su misión, ante la urgencia pandémica, en policlínicos, consultorios u hospitales de nuestro país; otras libran el mismo combate allende los mares, impulsadas por esa vocación humanista y solidaria que define a la mujer cubana, especialmente aquellas que visten batas blancas y salvan vidas.
Hoy son mayoría en el sector de la Salud Pública. Según estadísticas publicadas en el sitio web del Ministerio del ramo (Minsap), representan el 70,3 % de los trabajadores. Sin embargo, son mayoría también en las misiones solidarias: en 2020, de todos los colaboradores internacionalistas, 24 717 fueron mujeres, el 55 % del total de los cooperantes, y, particularmente, de ellas, 2 952 integraron brigadas del Contingente Especializado en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias Henry Reeve.
Para homenajear a las que prestan servicios lejos de su patria, y en nombre de ella, se realizó recientemente, en la Unidad Central de Colaboración Médica, un conversatorio virtual entre la miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba y secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas, Teresa Amarelle Boué, y representantes de las brigadas médicas cubanas en 15 países.
Amarelle Boué agradeció el esfuerzo que hacen, día a día, en lejanas tierras, las doctoras, enfermeras y técnicas de la Mayor de las Antillas, e intercambió sobre las experiencias vividas en cada una de esas naciones, donde pueden ser distintas las oportunidades de realización y desarrollo de las mujeres.
Ante la entrega imprescindible de las cubanas, sobre todo en el actual enfrentamiento a la pandemia de la COVID-19, la FMC tiene, en el reconocimiento justo de la obra en todos los sectores –especialmente en el de la Salud y el de la Ciencia–, una de las principales actividades en ocasión del aniversario 61 de su fundación, significó la Secretaria General de la organización femenina.
La doctora Elizabeth Segura Sierra, segunda jefa de la misión médica que brinda servicios en Haití, expresó, en nombre de las colaboradoras que, como ella, llevan largo tiempo sin ver a su familia y amigos, pero que «dondequiera que estemos llevamos a Cuba y a la Revolución en el corazón, nuestro mayor orgullo es ser mujeres cubanas».