¡Qué valientes son nuestros profesionales de batas blancas! Con el slogan #CubaSalva en el lado izquierdo del pecho y la mirada serena, llegan al Oriente de la Mayor de las Antillas, luego de desafiar por meses el nuevo coronavirus en México y Panamá.
 
Qué nobleza y humanismo, la de estos 16 enfermeros y 13 médicos del Contingente Internacional Especializado en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias Henry Reeve, quienes arribaron este martes a Guantánamo para apoyar la atención a pacientes con COVID-19 y reforzar servicios de vital importancia como la Terapia Intensiva en el Hospital General Docente Dr. António Agostinho Neto, la más grande institución de Salud del territorio.
 
Provenientes de provincias como Pinar del Río, La Habana, Villa Clara y La Tunas, en cada uno de ellos vibra el alma de un hermano, que sin sacudirse el polvo del camino, llega de cumplir su misión en el exterior, el pasado jueves, y de inmediato responde al llamado del Ministerio de Salud Pública a colaborar con el manejo de la pandemia en esta región de la tierra que los vio nacer.
 
Abel Tobías Suárez Olivares, especialista de Medicina Interna, santiaguero de nacimiento, lidera al grupo de expertos, quienes apoyarán los servicios de terapia intensiva, neumología, ginecostetricia, anestesiología, cardiología… «vinimos a dar el máximo esfuerzo por salvar vidas, pero también requerimos el apoyo disciplinado y organizado de los ciudadanos, solo así será posible detener esta pesadilla», afirmó.
 
Suárez Olivares fungía como jefe de misión en México hace tan solo unos días, allí vivieron momentos indescriptibles con más de 30 pacientes en cuidados intensivos y el dolor de ver partir personas a las que habían dedicado tiempo y amor. Por eso junto a sus colegas asevera estar listo para iniciar la labor enseguida, «lo que vivimos en la tierra azteca no permitiremos que pase en la zona roja del Hospital General, el único centro que atiende casos graves y críticos por la COVID-19».
 

Similar convicción comparte el médico intensivista Yosvanys Reyes Mayeta, quien aseguró venir a esta porción de Cuba a ayudar a su propia familia. «Mi hijo nació acá y soy de Santiago de Cuba, así que somos como vecinos. Vinimos a cumplir nuestro deber y lo haremos con la misma entereza con que asumo todas las misiones que me da la Patria», detalla el galeno que formó parte de la tropa solidaria que acudió a Lombardía, Italia, en el más crudo momento de ese país.
 
Por el cuerpo de enfermería habla también la Licenciada Eneida Ortega, nativa de Matanzas, quien hasta este jueves estuvo México dando su aporte contra la COVID-19 por seis largos meses.
 
«Apenas hemos descansado, casi ni vimos a la familia, nos avisaron que nos necesitaban y dimos el sí, por Guantánamo y por Cuba. Estamos seguros de que contribuiremos a aliviar esa terrible tensión que existe en la provincia, así que cuenten que con nosotros», sentenció la experimentada enfermera, quien acumula en su aval haber prestado apoyo en Venezuela, justo en el periodo que falleció Hugo Chávez; en Bolivia, en plena misión Milagro, y en Emiratos Árabes, llevando la medicina cubana por doquier.
 
En el complejo escenario que vive Guantánamo el arribo de los especialistas es de vital importancia, así lo hizo notar Yamila de Armas Águila, funcionaria del Ministerio de Salud Pública, quien apuntó que los galenos vienen a trabajar y compartir saberes para perfeccionar la atención médica en un momento crítico, por el alza de fallecidos, unos 49 hasta la fecha, entre ellos trabajadores del propio sector de la Salud.
 
Mientras se preparan las condiciones en centenares de sitios clínicos para el proceso de vacunación masiva, el Alto Oriente no ceja en su empeño por detener la propagación de la COVID-19, de hecho se incrementan tanto los centros como las capacidades de hospitalización para confirmados y sospechosos, además recientemente se graduaron varios estudiantes de Ciencias Médicas, quienes integrarán el contingente Razones por la Vida que reforzará la atención en centros de aislamiento y la comunidad.