Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM): un proyecto de amor y humanidad
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El 21 de noviembre de 1998 durante la clausura del XVII Forum Nacional de Ciencia y Técnica, el líder de la Revolución Cubana Fidel Castro Ruz proclamó al mundo la creación de la Escuela Latinoamericana de Medicina, un nuevo proyecto de solidaridad, único por su concepción para dar respuesta a la falta de médicos en los países de Centroamérica y el Caribe que habían sufrido los embates de los huracanes George y Mitch semanas antes.
Cuba había respondido de inmediato ante esta emergencia, con el envío de brigadas médicas que llevaron la encomienda de trabajar en la prevención de enfermedades y la promoción de la salud, lo que constituiría el germen de lo que sería posteriormente el Programa Integral de Salud (PIS), dirigido a mejorar la calidad de vida y salvar de una muerte segura a miles de habitantes de esos recónditos lugares. Los médicos que en la ELAM se formarían de forma gratuita serían los encargados de dar sostenibilidad y continuidad al PIS en sus respectivos países, una vez que los médicos cubanos regresaran a Cuba.
La ELAM fue inaugurada por el Comandante en Jefe el 15 de noviembre de 1999 con la presencia de los jefes de Estado y Gobierno de los países iberoamericanos, como actividad inicial de la IX Cumbre celebrada en Cuba en ese año.
La escuela está ubicada en el extremo oeste de la provincia de La Habana, en las instalaciones de la otrora Academia Naval “Granma” de la Marina de Guerra Revolucionaria, institución que fue donada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias al Ministerio de Salud Pública. Un río cercano y el litoral del mar Caribe le dan al escenario un colorido muy particular.
Aunque la idea inicial era de ingresar hasta 700 estudiantes por año, la matrícula con que se inauguró la escuela fue de 1 929, procedentes de 18 países. En el año 2012 se comenzó a expandir el proyecto hacia otras áreas geográficas del planeta, por lo que hoy hay estudiantes de más de 90 países, de todos los continentes.
Para ingresar, los estudiantes tienen que haber concluido los estudios de doce grados (bachillerato), ser menores de 25 años de edad, no tener ningún impedimento físico o psíquico que les impida desempeñarse como médicos. En la escuela los alumnos disfrutan, de forma gratuita, de todos los aseguramientos para la docencia, alimentación balanceada, residencia confortable, y todo tipo de asistencia médica
Cuba les ofrece a los países un número determinado de becas cada año, siendo sus instituciones quienes seleccionan a los estudiantes que serán enviados a la escuela. Antes de iniciar la carrera de medicina tienen que hacer un año de estudios preparatorios, que incluye un semestre de idioma Español, como lengua extranjera, y un semestre del Curso Premédico, donde reciben un grupo de asignaturas dirigidas a reforzar sus conocimientos precedentes y lograr una nivelación entre todos los estudiantes, después comienza la carrera de medicina que tiene una duración de seis años.
En la ELAM cursan los dos primeros correspondientes al Ciclo de las Ciencias Básicas y cuando arriban al tercer año se distribuyen por el resto de las Universidades de Ciencias Médicas del país, donde harán los cuatro años del Ciclo de la Ciencias Clínicas.
Se gradúan con el título de doctor en medicina, con un nivel de médico general orientado hacia la atención primaria de salud, mediante acciones de prevención y promoción, y con todas las habilidades elementales para la asistencia médica, la rehabilitación y el análisis del estado higiénico epidemiológico del área donde se desempeñen.
Como parte de la formación integral de los estudiantes está el trabajo de extensión universitaria, que incluye actividades en las comunidades cercanas, lo que les permite vincularse con la población, enriqueciendo de esa forma los lazos con la nación que los acoge.
La diversidad cultural constituye uno de los retos mayores que debe enfrentar la escuela, para lo cual se ha establecido el principio del respeto y la tolerancia, propiciando todos los espacios para que se establezca el intercambio de todas las manifestaciones culturales, convirtiéndose ese crisol de costumbres, creencias, expresiones artísticas y literarias, en la gran fortaleza del proyecto.
En la actualidad el protagonismo de este maravilloso proyecto no lo materializan los excelentes profesores, ni los dedicados trabajadores de las universidades que los forman, los verdaderos protagonistas son los más de 28 mil médicos graduados de la ELAM, que en los lugres más apartados de sus respectivos países están cumpliendo con el sueño de su creador, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, de mejorar la calidad de vida de los que nacían y morían sin haber tenido la oportunidad de contar con la atención de un médico.
El sitio Web Cubadebate en su edición del martes 2 de agosto de 2017, y con el título “La ELAM ha graduado en Cuba 170 médicos estadounidenses”, daba a conocer, que gracias a ese proyecto impulsado por el Comandante en Jefe Fidel Castro, se han podido graduar esos jóvenes médicos procedentes de la tierra de Abraham Lincoln, lo que evidencia lo que él expresó en muchas oportunidades: “el pueblo cubano nunca dejará de ofrecer ayuda médica solidaria a otros pueblos sin importar las diferencias que existan”.
Según el artículo, que cita a la directora de la Secretaría General del proyecto, desde la primera graduación en 2005 hasta la fecha (2017), de la ELAM han egresado más de 28 500 médicos de 103 países, de forma totalmente gratuita.