El internacionalismo y la solidaridad humanista de Cuba frente a la pandemia de la Covid-19 destaca hoy el diario La Jornada en un artículo de fondo firmado por Luis Hernández Navarro.

En la sección Opinión, el periódico de mayor circulación en México relata la presencia en Lombardía, en el norte de Italia, de médicos y enfermeros cubanos que combaten incansablemente la epidemia del coronavirus en condiciones de campaña.

Señala que pertenecen a la Brigada Médica Internacional Henry Reeve, creada en 2005 por Fidel Castro para ofrecer asistencia a Estados Unidos, después del paso del huracán Katrina por Nueva Orleans.

La misión isleña está integrada por un jefe de logística y 35 doctores: 23 médicos generales, neumólogos, especialistas en cuidados intensivos y en enfermedades infecciosas, además de 15 enfermeros.

Varios son veteranos en estas lides, que lucharon en 2015 contra el ébola en África Occidental. Su abnegación y profesionalismo son ampliamente reconocidos.

En 2017, añade La Jornada, la Organización Mundial de la Salud (OMS) les otorgó el premio de Salud Pública Lee Jong-Wook. Al llegar a Italia, Carlos Ricardo Pérez Díaz, jefe de la brigada cubana de batas blancas, declaró:

'Tenemos una formación humanista, basada en el principio de la solidaridad, del compromiso con la profesión y de la medicina'.

Hernández Navarro explica que la solidaridad sanitaria de Cuba en Lombardía no es una excepción, sino la regla. En 2015, más 37 mil galenos cubanos cooperaban en 77 países. El apoyo médico a otras naciones comenzó en 1960, con el envío de doctores a Argelia, recuerda el diario.

Añade que como bien lo saben muchas naciones africanas y americanas (como Haití), a pesar del inhumano e ilegal bloqueo económico de Estados Unidos en su contra por más de 60 años, el respaldo isleño en momento de grandes desastres ha sido crucial para derrotar plagas y enfermedades.

Cuba, expresa el matutino, es el país con mayor demanda de turismo médico en el planeta. Su gobierno ha formado, en 13 escuelas de ciencias médicas y 25 facultades, doctores y personal sanitario, altamente calificados. Actualmente estudian la carrera de medicina más de 63 mil jóvenes.

Esta nación caribeña está muy lejos de ser candil de la calle y oscuridad de su casa. Por el contrario, su modelo sanitario cubano brilla en todo el mundo.

Impulsada desde un primer momento por Fidel Castro, la experiencia sanitaria caribeña, orientada a garantizar el derecho a la salud de sus habitantes y alejada del lucro y la mercantilización, ha cosechado logros trascendentales, señala.

Más allá de su experiencia pedagógica o de atención sanitaria, esta nación ha desarrollado a profundidad la investigación de biotecnología y concretado a contracorriente una industria farmacéutica que ha producido una sorprendente cantidad de medicamentos y vacunas de punta, claves para atender diversas enfermedades.

Pocos países han desplegado ante la crisis del coronavirus la solidaridad que Cuba ha otorgado. Desde el primer momento, sus doctores brindaron ayuda sanitaria en Wuhan, China. Las autoridades chinas utilizaron como herramienta para tratar la enfermedad, junto con otros 30 medicamentos, el interferón alfa 2B, fármaco elaborado en la isla, recuerda el escrito.

Cuando diversas naciones le cerraron las puertas al crucero británico MS Brarmar, porque cinco pasajeros a bordo estaban enfermos de Covid-19, La Habana le permitió desembarcar.

Finalmente la Jornada enlista la solidaridad concreta de Cuba en estos momentos en países como Venezuela, Nicaragua, Surinam, Italia, Granada, Jamaica, Belice, Antigua y Barbuda, San Vicente y Las Granadinas, Dominica y Santa Lucía, y pronto, a Angola, además de los de Europa.