Noviembre 25 de 2019. Escalinata de la Universidad de La Habana. La noche está despierta. Los mismos predios que tantas veces te vieron caminar por sus pasillos y defender con la fuerza de tu corazón la continuidad de la lucha independentista del país, la misma en la que te formaste como revolucionario, desmiente el adiós llorado por Cuba entera hace tres años. Repleta de jóvenes de todas las edades, porque la continuidad de tu obra nos contempla a todos, la casa de altos estudios vuelve a sentir tus pasos agigantados de líder indiscutible del estudiantado cubano, de defensor del pueblo, ese que hoy te invoca y canta.
 
Para verte convertido en versos, canciones y música ha venido a rendirte tributo, junto a los artistas, todo un pueblo, encabezado por ese hijo de tus ideales, martiano como tú, seguidor de tu ejemplo, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de la República de Cuba, y el Comandante de la Revolución y miembro del Buró Político del Partido Ramiro Valdés, también el teólogo Frei Betto, entre muchas otras personalidades y dirigentes cubanos. Estás en todas partes, lo mismo en las notas del himno, que suenan más vehementes si pensamos en ti, que en las palabras de Susely Morfa, primera secretaria de la UJC.
 
En palabras de la joven dirigente, cuando partiste del mundo, marchabas a la inmortalidad y adquirías otra dimensión. Te recordó como soldado ejemplar, el que nos enseñó a desterrar la palabra rendición. «Fidel se ha vuelto presencia y no nos ha abandonado ni un instante, porque nos acompaña en cada batalla, desafío o victoria ante los desmanes del imperialismo», dice de ti, y le asiste la razón. Asegura que es firme hoy tu denuncia, y tu alerta es permanente frente a las amenazas del Gobierno de EE.UU. contra la paz y el progreso de nuestros pueblos.
 
No nos faltó tu imagen redentora mientras se escuchaba en las voces de Yaser Castañeda y Flavia Mirabal, con el acompañamiento de la Banda Nacional de Conciertos, El Mambí, de Luis Casas Romero; ni has podido escabullirte entre los versos del poema Escribo Fidel, de Jesús Cos Causse, en la declamación de Tomás Pantoja, instructor de arte guantanamero.
 
Temas lejanamente conocidos como El Elegido (por la pionera Adriana Gutiérrez y acompañado por Sampling) y Girón, el preludio, de Silvio Rodríguez, interpretado por Sampling, se hicieron nuevos al escucharlos esta noche contigo tan cerca, matando nuevos canallas con tu cañón de futuro. Por quien merece amor, del propio Silvio, se escuchó al estilo del trovador Luis Franco, y tú te nos antojas siempre merecido.
 
Para ti se armó la rumba, la del Conjunto Folklórico Nacional; y se han cantado décimas, a cargo del repentista Antonio La Villa. Otro de los temas épicos, Mi historia crecerá, del grupo Moncada, se hizo sentir, seguido de las Compañías danzarias Revolution y Tiempos, que escogieron para bailar el tema Latinoamérica, de Calle 13, y no fue difícil advertir en su sentido mensaje los sucesos que viven Colombia, Bolivia y Chile…
 
Los versos de Yo soy Fidel, poema declamado por la capitana Rosemarys Quesada, y el tema Saberse cubano, de Kiki Corona, interpretado por Kiko Ruiz y Vocal Renacer, fueron la reserva para cerrar la velada. Después de ella no duermes. Como el gigante de Villena, no estás sino donde no hay algo grande que hacer… Y mientras la gente se marcha tarareando los sabidos acordes que acaban de escucharse, tú deambulas, insomne y laborioso, desde el mañana de la escalinata.