Fidel Castro y el programa del Moncada
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El 13 de agosto se cumplirán 92 años del natalicio del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro (1926-2016), fecha que por estos días invita a la reflexión sobre el legado de un hombre comprometido con las causas justas.
La Revolución liderada por Fidel Castro ha tenido entre sus pilares el enfoque social, beneficiando a millones de cubanos condenados a la exclusión por el capitalismo, cambio proyectado en el Programa del Moncada, documento presentado mucho antes del triunfo del 1 de enero de 1959.
Tras la alegría del triunfo y ante la mirada incrédula de los enemigos, el proceso revolucionario en Cuba, articulado por Fidel Castro, puso en marcha la transformación social necesaria.
Cuando entraron a La Habana, aquel 8 de enero memorable, los rebeldes se encontraron con varias facciones dentro de las fuerzas que habían apoyado la Revolución. Ese fue, según la historiografía oficial, el primer reto al que se enfrentaron.
En uno de sus primeros discursos señaló: 'La tiranía ha sido derrocada. La alegría es inmensa. Y sin embargo, queda mucho por hacer todavía'. En ese mismo mensaje le alertó al pueblo cubano de que 'quizás en lo adelante todo sea más difícil.
'Decir la verdad es el primer deber de todo revolucionario. Engañar al pueblo, despertarle engañosas ilusiones, siempre traería las peores consecuencias, y estimo que al pueblo hay que alertarlo contra el exceso de optimismo', aseguró.
Aunadas las fuerzas políticas —miembros del Directorio Revolucionario, del Partido Socialista, los campesinos y obreros—, Fidel implementó las primeras medidas revolucionarias que marcaron el destino de la nación.
Desde su posición como Primer Ministro del gabinete revolucionario habló al pueblo sobre la liberación económica y la reforma agraria que serían el eje de los cambios que se avecinaban. Así quedó recogido en el libro Historia de Cuba (1959-1999).
Los autores del volumen, los historiadores José Cantón y Arnaldo Silva, resaltaron que antes de renunciar al cargo de Primer Ministro, Fidel anunció otras medidas como la creación de un organismo para resolver el tema de la vivienda.
El clamor popular lo hizo volver al cargo de Primer Ministro en un acto por el 26 de julio. En ese momento, fue consciente que el proceso para lograr una Cuba independiente, económica y políticamente, debía reforzarse.
Destruyeron los arcaicos aparatos institucionales que le servían a la dictadura de Fulgencio Batista e instauraron el concepto de 'poder popular' desde la base de las comunidades, idea vigente hasta nuestros días.
La misión militar norteamericana presente en la Isla, previo acuerdo con Estados Unidos, fue cancelada. La situación dio paso a la obligada reorganización de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, herederas de la lucha insurreccional mambisa.
'Fueron intervenidos 14 centrales azucareros para investigar el origen de sus capitales, así como la Cuban Telephone Company, monopolio norteamericano implicado en transacciones fraudulentas con Batista', precisaron los historiadores.
De todas las medidas tomadas, la reforma agraria fue la médula del proceso revolucionario liderado por Fidel. Firmada en la comandancia de La Plata, el 17 de mayo de 1959, la ley benefició a cerca de 100 000 familias campesinas.
La legislación eliminó el derecho de compañías extranjeras a poseer tierras en Cuba excepto en algunos casos y además dispuso la creación del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA).
Ese era uno de los principales puntos contenidos en el Programa del Moncada, presentado por el propio Fidel cuando manifestó su alegato de defensa ante los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en el oriente cubano, el 26 de julio de 1953.
La transformación educativa en el país, uno de los sectores más precarios, fue otro de los sectores incluidos gracias a su visión política.
'Ante el cuadro de un millón de analfabetos y 600 000 niños sin escuela, en contraste con 10 000 maestros sin empleo, se dispone la creación de 10 000 nuevas aulas para cubrir principalmente el vacío existente en las zonas rurales', precisaron los historiadores.
El éxito de la Campaña de Alfabetización fue un ejemplo del carácter transformador de la Revolución cubana desde sus primeros años.
Otro de los retos a los que se enfrentó Fidel como líder revolucionario fue el vecino poderoso del norte que no quedó feliz al ver cómo sus intereses políticos y económicos eran desterrados.
Las relaciones con Washington se volvieron tensas desde el primer momento. Cuando Batista huyó ante el inminente triunfo de los barbudos, el embajador de la nación norteamericana jugó un papel de 'mediador' en la conformación del primer Gobierno. Al ver que no iba a salirse con las suyas, Estados Unidos implementó una agenda de hostigamiento contra la Isla que se ha mantenido durante todos estos años de Revolución.
La concreción del bloqueo económico, financiero y comercial impuesto en los primeros años, su participación en atentados contra Fidel, y el apoyo a las campañas de difamación de la realidad cubana formaron parte de las acciones de la nación norteña.
Fidel, conocedor del poderoso enemigo, no se rindió y a solo 90 millas declaró el carácter socialista de la Revolución. Ese hecho delineó el proceso en la Isla y marcaría las relaciones con Estados Unidos.
Ante el aislamiento diplomático de los primeros años de la Revolución, Fidel expuso la Primera Declaración de La Habana, el 2 de septiembre de 1960.
El hecho que impulsó tal medida fue la censura contra Cuba durante la reunión de cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Costa Rica, como represalia a la decisión cubana de establecer relaciones diplomáticas con la Unión Soviética.
Apenas triunfó la Revolución, Fidel puso en práctica lo prometido y bajo el respeto al pensamiento del héroe nacional, José Martí. No había sido en vano las diferentes etapas vividas por Cuba en su liberación.