Muchos pensadores y políticos creen justamente que “una idea desde el fondo de una cueva puede más fuerza que un ejército”, porque una idea puede contribuir a cambiar el curso de la historia de la humanidad o de una nación, como ocurrió en Rusia, por ejemplo, con la Revolución de Octubre en 1917, ideada y dirigida por Lenin, que derrocó el sistema feudal en ese país  y lo transformó  en socialista, influyendo en todo el mundo.  
 
En Cuba, el caso más notorio del siglo XX es el de Fidel Castro Ruz, cuyas ideas han servido  a nuestro pueblo como arma y escudo para enfrentar con éxito todas las tareas internas y  las dificultades y amenazas externas, en una lucha de casi 60 años, por lograr la construcción de una sociedad más justa y humana; una sociedad donde, como establece la Constitución de la República, lo primero sea el mejoramiento del ser humano.
 
De su extenso y brillante arsenal de pensamientos, escogemos su creación de  la Batalla de Ideas, en medio de un contexto que exigía el enfrentamiento a tensas situaciones en varios frentes de combate.