Comité Internacional Paz, Justicia y Dignidad a los Pueblos
 
“Cuba no anda de pedigüeña por el mundo: anda de hermana y obra con autoridad de tal...
Al salvarse, salva. Nuestra América no le fallará, porque ella no falla a América”
                                                                                                   José Martí
 
Esa misma frase la pronunció Fidel en la 2da Cumbre Iberoamericana de Madrid, cuando arreciaba el bloqueo genocida ante la caída de la Unión Soviética y el campo socialista. Era julio de 1992.
 
Han pasado 25 años y dos meses. Aquí está Cuba y su heroico pueblo, levantándose siempre contra viento y marea, demostrando con creces que no le ha fallado ni le fallará jamás a nuestros pueblos.
 
En medio de la recuperación tras el desastre provocado por el huracán Irma, Cuba está enviando médicos a Dominica y allí donde sean necesarios. Cuba está ofreciendo ayuda a México en las labores de rescate tras el trágico terremoto que asoló a ese pueblo hermano.
 
Porque es consustancial a los principios y la historia de la Revolución, Cuba comparte no lo que le sobra sino lo que tiene. Su amor y su dignidad martiana y fidelista al servicio de la humanidad siempre.
 
Se siente vergüenza ajena ante el discurso guerrerista, amenazante, arrogante, desestabilizador y brutal de quien se cree amo del mundo, el impresentable presidente Trump, pronunciado en la sede de la Asamblea General de la ONU en el día de ayer.
 
Sus amenazas a Cuba, Venezuela, Corea del Norte e Irán, nos hacen más antiimperialistas y renuevan con más fuerza nuestro compromiso en defensa de la Revolución Bolivariana de Venezuela, la Asamblea Nacional Constituyente, la Paz, la autodeterminación y el socialismo.
 
El aumento de la provocación de EE.UU a Corea del Norte e Irán, ponen al mundo ante el peligro de una conflagración nuclear.
 
La agresión permanente de los países ricos a la madre tierra, la ausencia de políticas concretas para mitigar los efectos del cambio climático, dejan a los países pobres, especialmente los insulares, indefensos y al borde de la catástrofe, tal como lo estamos presenciando.
 
Como tantas veces lo advirtió Fidel, hay una especie en peligro: la humanidad. Ante ello debemos levantarnos y actuar antes de que sea tarde.
 
Reafirmarnos en la defensa del derecho de nuestros pueblos a la Paz, la Justicia y la Dignidad.
 
Redoblar la lucha contra el bloqueo y ayudar a Cuba en su recuperación, ante el recrudecimiento y las amenazas de Trump, es hoy tarea principal de todos.
 
Amamos a la Revolución cubana, a Fidel y Raúl. Junto a ellos y su heroico pueblo estaremos siempre.

Reiteramos lo que reflejaba un gran cartel que con gracia cubana decía: ¡Señores Imperialistas, no les tenemos ningún miedo!