A Fidel Castro, el máximo inspirador del desarrollo científico en el país, dedican los villaclareños la celebración aquí este domingo de las actividades centrales por el Día de la Ciencia Cubana, sede conquistada por cuarto año, gracias al empeño y la profesionalidad de muchas personas que desde el lugar más simple y hasta el más encumbrado, han trabajado sin descanso para cumplir los sueños del Comandante en Jefe.
 
No podía ser de otra manera, dijo a Granma la doctora María del Carmen Velasco, delegada del Citma en Villa Clara, quien recordó lo que era este territorio cuando triunfó la Revolución en 1959, con escaso o casi nulo desarrollo científico, contrario a lo que muestra hoy con orgullo esta provincia, convertida sin duda en uno de los polos científicos productivos de mayor reconocimiento en el país.
 
Y para demostrarlo, la doctora Velasco habla con vehemencia de la producción científica puesta en práctica de manera sistemática, de la integración de los actores del sistema de Ciencia e Innovación, entre las cuales menciona las universidades, organismos y entidades de los diferentes territorios.
 
Resalta asimismo, el decisivo rol de-sempeñado por la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, esa casa pintada hoy de pueblo, como lo pidió el Che aquel 28 de diciembre de 1959 al conferírsele el Doctorado Honoris Causa en Pedagogía, de donde nacieron por idea del Comandante en Jefe el Centro de Bioactivos Químicos (CBQ) y el Instituto de Biotecnología de las Plantas (IBP), además de varias instituciones surgidas posteriormente como el Centro de Investigaciones y Desarrollo de Materiales de la Construcción (Cidem) y otros en el campo de la electrónica, la informática o las ciencias sociales, por solo citar algunos ejemplos.
 
De igual manera, se refiere al papel visionario de Fidel, al recomendar la incorporación de profesionales de otras disciplinas y especialidades al Instituto Nacional de Investigaciones en Viandas Tropicales (Inivit) abanderado hoy de en la producción de clones y tecnologías de raíces, rizomas y tubérculos para la agricultura cubana, además del fomento de otras instituciones académicas y universitarias como la unidad de Toxicología Experimental en Ciencias Médicas, donde se ha formado la fuerza técnica y calificada capaz de sustentar el desarrollo de la provincia y el país, explica María del Carmen.
 
La impronta del líder de la Revolución, también está presente en obras como el pedraplén Caibarién-Cayo Santa María, construido bajo la mirada escrutadora de Fidel, quien siempre estuvo al tanto del cuidado medio ambiental de la obra, merecedora, por sus méritos constructivos y por preservar el ecosistema, del premio Puente Alcántara, según refiere el doctor Ángel Quirós, uno de los protagonistas de aquella proeza científica.
 
PREMIO A LA CONSTANCIA
 
Haber obtenido en los últimos cuatro años 32 premios nacionales de la Academia de Ciencias de Cuba y dos a la Innovación Tecnológica, demuestran la estabilidad de Villa Clara en el trabajo científico, lo cual es fruto de la Estrategia Integrada de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente aprobada en el territorio.
 
En ese sentido, resulta difícil encontrar una esfera de la economía, la sociedad o los servicios, donde no esté presente el accionar de los hombres y mujeres que integran la comunidad científica e innovadora en Villa Clara.
 
Así por ejemplo, en estos momentos en las Ciencias Sociales y Humanísticas existe un grupo que atiende la dinámica poblacional en la provincia, una de las más envejecidas de la nación; mientras otros laboran con prioridad en la producción de alimentos, entre ellos el realce de la producción cafetalera en la montaña, la producción de sorgo para la alimentación humana y animal, así como la introducción de tecnologías integrales en el fomento de los granos.
 
Destacan igualmente la creación por el Inivit de nuevas tecnologías que han permitido elevar los rendimientos en cultivos como el plátano, el boniato, la yuca y el pepino, esta última propuesta, según el doctor Sergio Rodríguez, director de la institución, para el Premio Nacional a la Innovación Tecnológica en el 2016, además de otras vinculadas a la producción de pastos y forrajes para la masa ganadera, técnicas enarboladas por la Estación Experimental encargada de esta tarea.
 
Tampoco quedan exentos de esta labor el programa cañero azucarero, el desarrollo ganadero y porcino y la búsqueda de nuevas fuentes renovables de energía, entre otros sectores donde la ciencia pugna por convertirse en una fuerza productiva al servicio de la nación.
 
En materia de calidad de vida destaca el trabajo del Cardiocentro Comandante Ernesto Che Guevara, centro promotor de métodos y técnicas capaces de identificar las alteraciones electrofisiológicas en el músculo auricular y la reconstrucción de la válvula pulmonar en pacientes con endocarditis activa, innovaciones que han permitido salvar muchas vidas.
 
Resalta igualmente la actividad de los médicos en la obtención de células madre para la medicina regenerativa, técnica que ha beneficiado a más de cuatro mil pacientes de la región central, además de la producción de Furvina por parte del Centro de Bioactivos Químicos, destinados a la producción del Dermofural, un ungüento dermatológico de extraordinaria utilidad, entre otros estudios y resultados que han contribuido a mejorar la vida de las personas.
 
De trascendencia ha sido asimismo, la participación del Cidem en la obtención del cemento de bajo carbono, resultado que promete revolucionar esta actividad en Cuba y el mundo, razones suficientes para conferirle en el 2015 el Premio al resultado científico de mayor impacto económico en el país.