El Memorial Granma quedó reinaugurado hoy en esta capital, después de una rehabilitación integral con motivo de cumplirse el aniversario 60 del desembarco por el oriente cubano de los expedicionarios que, al mando del joven abogado Fidel Castro, reanudaron la última fase de las luchas por la independencia nacional.
 
La ceremonia de reapertura la encabezó el General de Cuerpo de Ejército Ramón Espinosa Martín, miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y viceministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
 
Espinosa Martin y oficiales de las FAR entregaron diplomas de reconocimiento a representantes de órganos, unidades y empresas que remozaron por completo todas las zonas, objetos y equipos de la instalación, ubicada frente al Museo de la Revolución, por donde tiene su acceso.
 
Poco después recorrieron sus áreas, que acogen a valiosas piezas históricas, muy vinculadas con la guerra de liberación de 1956 a 1959 y con las batallas posteriores del pueblo cubano en defensa de su soberanía e independencia.
 
Un novedoso sistema de luminarias sobresale en las obras, restitución las redes hidráulicas, el sistema de climatización, la jardinería, ambientación en general y la pavimentación de su calle interior.
 
Una felicitación en nombre de su jefatura extendió el Coronel Rigoberto Quintana Velázquez, jefe de Dirección de las FAR, a sus brigadas ejecutoras, en presencia de personal del Museo de la Revolución y guardiamarinas de la Academia Naval Granma, que posee la Orden Antonio Maceo desde 2014, en ocasión del aniversario 55 de su fundación.
 
La disciplina, profesionalidad y dedicación han hecho realidad los objetivos de mantener con sus valores arquitectónicos e históricos este Memorial, afirmó Quintana Velázquez en su intervención al referirse a constructores, inversionistas, proyectistas y suministradores.
 
Esta obra que hoy entregamos constituye un homenaje a la memoria de nuestro invicto Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, aseguró el oficial.
 
El Memorial Granma lo inauguraron, frente al antiguo Palacio Presidencial, hoy Museo de la Revolución, el primero de diciembre de 1976.
 
La nave que trajo a Cuba, desde México a los jóvenes del Movimiento 26 de julio, que iniciaron la lucha guerrillera en la Sierra Maestra bajo las órdenes de Fidel Castro, reposa en una urna de cristal climatizada para su mejor conservación.
 
Otras piezas de marcada significación en la etapa de la Sierra Maestra y aún antes y después, se encuentran en sus alrededores.