Fidel Castro y su legado en el béisbol cubano
La sorpresiva presencia del Primer Ministro del Gobierno Revolucionario doctor Fidel Castro en la inauguración del Campeonato regional de baseball amateur en el Stadium Latinoamericano dio más entusiasmo y colorido al acto ofrecido el domingo 17 de diciembre de 1961.
Sin previo aviso, Fidel irrumpió en el parque del Cerro. Y cuando, cediendo a la presión de la masiva concurrencia, bajó al terreno, sorprendió a los presentes al solicitar por los altavoces que se le permitiera alterar la vieja costumbre y en vez de lanzar la primera bola, prefería “batearla”.
El pitcher hizo un lanzamiento a buena altura y Fidel produjo un lineazo sobre segunda base con destino a los jardines. Fue el primer hit del campeonato.
En su mensaje de saludo a los fanáticos, Fidel destacó la importancia de un campeonato nacional de baseball amateur que brinda a todos iguales oportunidades y sirve de eficaz vehículo de compenetración entre los cubanos.“en todos los deportes vamos a mejorar extraordinariamente Yo estoy seguro de que en atletismo se van a mejorar todas las marcas nacionales”.
Recientemente concluyó la plenaria del Sindicato Nacional de Trabajadores Gráficos, caracterizada por su espíritu de vigorosa unidad y de solidaridad revolucionaria.
Sus principales acuerdos fueron: aprobar las resoluciones y acuerdos del primer Congreso Nacional de Trabajadores Gráficos y los del XI Congreso de la CTC-R; respaldar las viriles declaraciones del Primer Ministro Fidel Castro contra las maniobras del imperialismo yanqui a través de la OEA; saludar la elección del compañero Lázaro Peña como vice presidente de la Federación Sindical Mundial, lo que entraña un alto honor para la clase trabajadora cubana. También se acuerda intensificar las actividades para brindar la más cálida recepción y el mejor alojamiento a los Brigadistas que regresan de su victoriosa tarea.
Como Premio al Primer Nacimiento, se anuncia que el primero de enero de 1962 la Sociedad de Seguros de Hungría repetirá su costumbre de obsequiar un seguro de vida por 20 mil florines (más de mil 500 pesos) al primer niño o niña que nazca en el año.
José Martí comentó “...desventurado el que no sabe agradecer.”