Un hombre excepcional
Lo curioso es que ha habido cambios en la imagen que hemos tenido de Fidel. Primero lo vimos como un líder nacionalista de un país que tenía que liberarse de una influencia imperialista y estábamos a favor de esa perspectiva.
La segunda impresión fue cuando se declaró socialista comunista y dentro de nosotros, provenientes de medios católicos, hubo una reacción algo negativa y de un poco de miedo.
Después, poco a poco, hemos descubierto que el proyecto que seguía era absolutamente valioso para hacer salir justamente a un pueblo de un estado de opresión y miseria.
Nosotros hemos entendido toda la importancia de la Revolución cubana y de la personalidad de Fidel, trabajando en América Latina, África y Asia y viendo que la referencia a Cuba era esencial, porque teníamos aquí la prueba de que era posible cambiar situaciones.
Es muy claro que Fidel no cree que Cuba sea el paraíso, pero se puede constatar que se ha realizado, bajo la dirección de un hombre excepcional, una transformación de una sociedad que tenía más o menos las mismas condiciones que otras sociedades del Tercer Mundo, en la periferia del capitalismo. Y a pesar de todas las dificultades, a pesar del tiempo y de las contradicciones que se han encontrado en la situación internacional, con el bloqueo y la caída de la Unión Soviética, han demostrado que la posibilidad de triunfar existía.
Y lo que llama mucho la atención, en particular desde África, es el cambio político en el continente latinoamericano. Es realmente una esperanza para los que no han podido cambiar hasta ahora, y todo el mundo ve claramente que estos cambios no habrían sido posibles si la Revolución cubana no hubiera tenido lugar.
Yo personalmente, viviendo estas situaciones terribles de miseria, de pobreza y lucha en todos esos países, veo que la Revolución cubana, a pesar de sus dificultades y contradicciones que debemos reconocer, es una luz de esperanza. Así, la personalidad de Fidel, que ha sido un líder histórico para Cuba y ahora para el resto del mundo, especialmente para el Tercer Mundo, tiene un sentido muy profundo.
La segunda impresión fue cuando se declaró socialista comunista y dentro de nosotros, provenientes de medios católicos, hubo una reacción algo negativa y de un poco de miedo.
Después, poco a poco, hemos descubierto que el proyecto que seguía era absolutamente valioso para hacer salir justamente a un pueblo de un estado de opresión y miseria.
Nosotros hemos entendido toda la importancia de la Revolución cubana y de la personalidad de Fidel, trabajando en América Latina, África y Asia y viendo que la referencia a Cuba era esencial, porque teníamos aquí la prueba de que era posible cambiar situaciones.
Es muy claro que Fidel no cree que Cuba sea el paraíso, pero se puede constatar que se ha realizado, bajo la dirección de un hombre excepcional, una transformación de una sociedad que tenía más o menos las mismas condiciones que otras sociedades del Tercer Mundo, en la periferia del capitalismo. Y a pesar de todas las dificultades, a pesar del tiempo y de las contradicciones que se han encontrado en la situación internacional, con el bloqueo y la caída de la Unión Soviética, han demostrado que la posibilidad de triunfar existía.
Y lo que llama mucho la atención, en particular desde África, es el cambio político en el continente latinoamericano. Es realmente una esperanza para los que no han podido cambiar hasta ahora, y todo el mundo ve claramente que estos cambios no habrían sido posibles si la Revolución cubana no hubiera tenido lugar.
Yo personalmente, viviendo estas situaciones terribles de miseria, de pobreza y lucha en todos esos países, veo que la Revolución cubana, a pesar de sus dificultades y contradicciones que debemos reconocer, es una luz de esperanza. Así, la personalidad de Fidel, que ha sido un líder histórico para Cuba y ahora para el resto del mundo, especialmente para el Tercer Mundo, tiene un sentido muy profundo.
Quelle:
Cubadebate
04/01/2007