Discurso pronunciado en la clausura del III Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas, efectuado en el teatro "Karl Marx", el 8 de marzo de 1980
Datum:
Distinguidas invitadas e invitados;
Compañeros de la Dirección del Partido y del Gobierno;
Queridas compañeras:
Deseo, en primer término, expresar nuestro más profundo reconocimiento a las numerosas delegaciones que, procedentes de todos los continentes, nos han honrado y nos han acompañado en este Congreso. Y a la vez felicitarlas calurosamente a ellas, y a todas ustedes, por el Día Internacional de la Mujer (APLAUSOS).
Creo que no hay forma más digna de conmemorar esta fecha, que con la culminación de este gran Congreso. El Congreso ha sido un brillante recuento de lo que ha significado, significa y significará la mujer cubana en la Revolución.
No sería posible escribir la historia de nuestra Revolución en los últimos 20 años sin la Federación de Mujeres Cubanas. No hay prácticamente una actividad en que, de una forma u otra, no actúe; ninguna actividad, incluidas aquellas que se consideran casi patrimonio de los hombres: la guerra, la defensa. Aquí, como en Nicaragua, como en Namibia, como en El Salvador, como en Granada, la mujer tiene también una participación activa. Baste enumerar algunas de esas tareas, muchas de las cuales se mencionaron aquí, de extraordinaria importancia; por ejemplo, las que se refieren a la superación cultural de la mujer: desde la batalla por la alfabetización, en 1961, en que tuvo tan destacado papel la mujer cubana; desde las primeras escuelas para enseñar a las campesinas organizadas por la Federación, y por las cuales pasaron cientos de miles de campesinas, de modo que podía percibirse el cambio en el espíritu, en el pensamiento, en la vida de nuestras campesinas de los lugares más apartados del país, hasta la forma de vestir con las ropas que aprendieron a elaborar en las escuelas, programa que después se continuó a lo largo de estos 20 años. La lucha, los esfuerzos y los éxitos en la batalla por el sexto grado y por los estudios superiores al sexto grado, los estudios medios, los estudios universitarios, y que se refleja, por ejemplo, en ese dato tan interesante, que del total de mujeres trabajadoras estudian un 31%, mientras que del total de hombres trabajadores, es un 25% (APLAUSOS). Y no es que se trate de que tengan determinadas actividades los hombres que hicieran más difícil el estudio, sino que ese índice se refleja más o menos igual en los centros normales de trabajo; de modo que hay una mayor incorporación de la mujer al estudio. Decenas, cientos de miles de mujeres, además, han adquirido, a través de estos programas de superación, habilidades, destrezas que les permiten hacer cosas útiles, útiles para ellas, útiles para el país, incluso económicamente prometedoras, como lo demuestra, por ejemplo, la creciente producción de los talleres de los Poderes Populares de productos artesanales.
Parejamente al esfuerzo por la preparación cultural y técnica de la mujer, ha estado el esfuerzo por la superación ideológica de la mujer. ¿Y cómo habría podido llevarse a las masas de mujeres cubanas a ese nivel que hoy alcanzan, a esa conciencia política y revolucionaria que hoy ostentan, sin el esfuerzo de la Federación de Mujeres Cubanas? ¿Cómo habríamos podido llevar las ideas revolucionarias, los principios del marxismo-leninismo, en masa, a las trabajadoras, a las amas de casa, sin el esfuerzo tesonero, constante, de la Federación de Mujeres Cubanas? ¿Cómo habrían podido formarse tantos miles y decenas de miles de cuadros que en diversos niveles dirigen el esfuerzo de la organización? ¿Cómo habrían podido destacarse tantas mujeres en nuestra sociedad? ¿Cómo habrían podido prepararse tantos cuadros, no solo para el trabajo de la Organización en sí, sino para apoyar los distintos frentes de la Revolución? Trabajo que se ha reflejado también en los cuadros de dirección en general, a través del esfuerzo de las escuelas de la Federación y de la Escuela Nacional de la Federación, escuela que hoy, por cierto, en su matrícula tiene las dos terceras partes de los alumnos procedentes de otros países (APLAUSOS), y fundamentalmente de Africa, aunque están presentes todos los continentes (APLAUSOS). Se ha trabajado, y solo trabajando en forma infatigable se podría haber llevado la conciencia política y revolucionaria de las mujeres cubanas a los niveles que hoy alcanzan. Habría sido imposible, repito, sin el trabajo de la Federación.
Pero su actividad se refleja también, por ejemplo, en otros frentes, como el que aquí se mencionó tanto, de la lucha por la prevención y la erradicación del delito, el trabajo con los niños, el esfuerzo de las 12 754 trabajadoras sociales, cuadros que se prepararon precisamente para eso en un terreno tan importante. Y, casualmente, en días recientes en la dirección del Partido se había estado analizando también ese problema: qué tipos de instituciones debemos hacer, además de los centros de reeducación; qué casos deben ser atendidos en Educación, incluso en las escuelas corrientes; qué casos deben ser atendidos por Educación en escuelas ya de otro tipo que deberán crearse, qué experiencia existe sobre esto en otros países socialistas. Tema de gran importancia y de gran responsabilidad para el Partido y para el Gobierno, donde tenemos todavía que trabajar y mejorar lo que tenemos, y crear las instituciones adecuadas, porque lo necesita nuestra sociedad; lo mismo que necesita escuelas especiales para otros casos, en fin, y darles el tratamiento correcto, el tratamiento pedagógico y científico adecuado a este problema.
Pero hay dos frentes de la Revolución, que son los campos en que la Revolución ha tenido más éxitos, éxitos reconocidos en todo el mundo, incluso por nuestros enemigos; el frente de la educación y el frente de la salud pública (APLAUSOS), en los cuales la Federación y las mujeres juegan el papel decisivo.
En primer término la Federación, por el esfuerzo que hace para vincular la escuela y la familia; el Movimiento ya pujante —al extremo de alcanzar más de un millón, es decir, 1 400 000—, el Movimiento de Madres Combatientes por la Educación, que tan importantes y que tan decisivas tareas desempeña en la educación. La participación de la Federación en otra institución muy importante, los consejos de escuelas, y la participación directa de la mujer en la educación, en las distintas actividades de la educación, tanto en la enseñanza propiamente, como en los servicios que requiere cada escuela, y donde trabajan 200 000 mujeres; de los aproximadamente 300 000 trabajadores de la educación, las dos terceras partes son mujeres.
Y en la educación, qué país del Tercer Mundo, por no decir ya qué país de América Latina ha alcanzado los niveles de nuestro pueblo, los niveles de matrícula en las escuelas, los niveles de matrícula en el nivel medio, los niveles de escolaridad que ya va teniendo como promedio toda nuestra población. Y eso, fundamentalmente, con el esfuerzo abnegado de las mujeres cubanas.
Cuando se hablaba de internacionalismo y del espíritu internacionalista de las mujeres cubanas, a mí me venían a la mente dos ejemplos; el ejemplo del Destacamento Internacionalista "Che Guevara", que está enseñando en Angola (APLAUSOS), integrado en gran parte por mujeres. Pero otro ejemplo que está más cercano, el de los 1 200 maestros cubanos que están dando clases en Nicaragua (APLAUSOS), que han ayudado a crear cientos de nuevas aulas y que fueron a dar clases, no en las ciudades, sino a los más apartados rincones del país; en lugares a veces tan distantes que tienen que estar tres días a caballo para llegar, que es más que decir Sierra Maestra, Baracoa, es más que eso. Porque en el hermano país de Nicaragua existen menos comunicaciones que en Cuba. Y a esos lugares, a los más apartados, van a vivir como viven las familias campesinas que los albergan, a enseñar niños, a enseñar adultos, profesores que en algunas ocasiones tienen 50 alumnos, otros tienen hasta 100 y más de 100, de un grado y de otro grado. Son impresionantes las noticias del trabajo que desarrollan esos maestros en Nicaragua, y el prestigio que tienen, el reconocimiento que tienen. Bien, ese contingente, casi un 50%, está integrado por mujeres, ¡casi un cincuenta por ciento! (APLAUSOS), muchas de las cuales son madres (APLAUSOS).
Ha habido muy pocos casos de personas que tuvieron que regresar porque no resistían la prueba, muy pocos. Pero, recuerdo, pregunté: ¿eran hombres o eran mujeres? Bueno, pues en los primeros casos que yo recuerdo, no había ninguna mujer, no había ninguna (APLAUSOS). Puede haber algún caso que haya tenido que regresar por cuestiones de salud. Pero ningún caso porque no resistiera las condiciones de trabajo.
Claro está que cuando les prometimos a los hermanos sandinistas y al pueblo de Nicaragua que estábamos dispuestos a enviar médicos, enviar personal de la salud, y enviar maestros, es porque sabíamos que en nuestro pueblo había los maestros necesarios, todos los que necesitara Nicaragua, 1 200 y mucho más que eso, mucho más que eso. Más de 30 000 solo tenemos en las escuelas de formación de maestros, y ya este año tendremos a todos los maestros titulados (APLAUSOS). Y recuerden que no hace mucho tiempo, el 70% de los maestros eran no titulados, cuando se fundaron escuelas unas tras otras, para responder a la explosión de población, y no había maestros titulados suficientes para nuestras escuelas. Y los maestros que mandamos a Nicaragua eran todos titulados y con varios años de experiencia.
¿Y saben cuántos maestros se ofrecieron para ir a Nicaragua? Veintinueve mil maestros se ofrecieron, ¡veintinueve mil! (APLAUSOS), y de ellos, aproximadamente, la mitad mujeres (APLAUSOS). Y eso dice mucho por el hecho de que las mujeres son también madres, ¡madres!, y esposas. Hay que meditar realmente, pensar, detenerse a pensar para ver lo que eso significa, el mérito que eso significa, y la conciencia que significa.
No podemos hablar de conciencia por hablar de conciencia, decir: tenemos mucha conciencia. A veces incluso nos quejamos porque ciertamente nos falta para determinadas cosas; pero cuando vamos a hablar de nuestro pueblo y de su nivel de conciencia, pues es preciso citar ese ejemplo. Es una prueba irrebatible.
Y me pregunto, en el área de nuestro hemisferio, ¿qué país puede contar con eso: con esas mujeres, con esos hombres? Veintinueve mil, a pesar de los parámetros, 29 000 de los que estaban dentro de los parámetros de años de experiencia, límite de edad, lo que se puso. Bueno, la tendrá —no tengo la menor duda—, la tendrá en el futuro Nicaragua, tendrá esa fuerza, y podrá ayudar a otros pueblos (APLAUSOS), porque es un pueblo de extraordinarias virtudes, es un pueblo de extraordinario heroísmo, que empieza hoy aquel camino que iniciamos nosotros hace 20 años, el camino de la alfabetización, con un por ciento de analfabetismo dos veces y medio mayor que el que tenía Cuba. Creo que andan alrededor del 70% de analfabetismo. Pues bien, lo piensan erradicar en un año, también ahora, el 24 de marzo comienza su campaña de alfabetización, y van a movilizar más de 150 000 personas a alfabetizar, y estoy seguro de que a fines de este año no habrá analfabetismo en Nicaragua, y será ya el segundo país de América (APLAUSOS). Vean si es posible resolver algo sin la revolución, ¡el segundo!
También tienen su mortalidad infantil, alrededor de los 100 por cada 1 000, en el primer año, alrededor de 100. Y también ellos la reducirán considerablemente en los próximos años. Es decir, no dudamos de que otros pueblos hermanos tendrán lo que nosotros tenemos hoy en valores humanos y en valores morales.
Eso se manifiesta también en otras cosas, y aunque hoy se trate del Día Internacional de la Mujer y la clausura del Congreso, no podemos olvidar otros ejemplos. Cuando las misiones internacionalistas de Angola y Etiopía, se hicieron algunas exploraciones y se ofrecieron, estaban dispuestos a participar en esas misiones, más de 300 000 cubanos, más de 300 000.
Cuando se quiere hablar de una conciencia, esa es una conciencia, esa es una prueba. Aunque, desde luego, todavía nos falta conciencia sobre muchas cosas, y todavía tenemos que desarrollar conciencia.
Y claro, aun en todos estos terrenos de que estamos hablando, no vamos a dormirnos sobre los laureles ni podemos dormirnos soñando en los éxitos pasados, en los éxitos alcanzados, en los niveles de ahora. No. Estamos muy insatisfechos todavía, muy insatisfechos. Y tenemos que ganar mucho. Hemos ido ganando en el plan de perfeccionamiento, es decir, en el contenido de la enseñanza; pero tenemos que ir ganando también en la experiencia de los cuadros que en todos los terrenos tratan con los niños; en organización, en eficiencia, en nuestro sistema tenemos todavía que superar deficiencias, porque no puede ser otra la actitud del revolucionario. El conformismo no puede ser jamás, o la autosatisfacción no puede ser jamás la filosofía del revolucionario. Hablo del esfuerzo de nuestro pueblo.
Hay otro campo —como decía— el de la salud pública. Servicio tan valioso, tan fundamental y tan apreciado por nuestra población, donde la mayor parte de los trabajadores son también mujeres, incluyendo muchos médicos mujeres, o médicas —no sé cómo le dicen ahora (RISAS). Estuve preguntando si era médico o médica, pero creo que hay cierta libertad en el idioma. Preguntaba también si Vilma era presidente o presidenta de la Federación, y me dijeron: Bueno, ahora dicen presidenta. Hay que ver el trabajo y la participación de la mujer en ese servicio.
De modo que entre los dos: educación y salud pública trabajan más de 300 000 mujeres en nuestro país, y trabajos duros. El trabajo de la enfermera es un trabajo duro, un trabajo responsable, de una enorme importancia. También trabaja la Federación directamente en los planes de salud. El trabajo de las 61 000 brigadistas de la salud en los planes, tan importantes para la familia y para el pueblo, de prevención de enfermedades, por ejemplo, los planes de vacunación contra la difteria, la tosferina, el tétano, en fin, algunas más. En los planes de las pruebas citológicas, vean qué avance, y cómo por ese camino incluso podemos avanzar más, quién sabe cuántos miles y tal vez decenas de miles de vidas se han salvado mediante las pruebas citológicas, y cómo ese trabajo de masa en el terreno de la salud puede lograr más milagros.
También en la salud, aparte del trabajo de la Federación está el trabajo de las mujeres como mujeres, como trabajadoras.
Y los resultados también —aunque no podemos estar satisfechos, repito, y aunque tenemos que superar todavía muchas deficiencias—, el resultado lo da un dato, el del año que acaba de transcurrir en mortalidad infantil. Bajamos ya de 20. Llegamos a 19,4 (APLAUSOS), 19,4.
Bueno, qué país del Tercer Mundo tiene ese índice nuestro y un promedio de vida que se alarga, una expectativa de vida que se alarga —creo que estamos alrededor de los 69 las expectativas de vida—; pero creo, además, que las mujeres son más longevas que los hombres (RISAS). En ese promedio les corresponde una proporción mayor a la mujer, cosa que nadie se explica con los esfuerzos y los sacrificios que tienen que hacer las mujeres; pero parece que la naturaleza es sabia, ¿no es así, no hay mayor promedio para las mujeres?, tengo entendido, una buena noticia (RISAS y APLAUSOS), demuestra que la naturaleza no es tan injusta.
Pero qué trabajos se requieren para lograr ese índice, ese índice de 19,4. Se dice así, pero qué esfuerzo de médicos, de enfermeras, de trabajadores de la salud, de todo, de medicina preventiva, de consultas antes del parto —que ya tiene el promedio ese que ustedes señalaban en el informe de 8—, de esfuerzo en los hospitales de maternidad, lo que hacen los médicos en esa lucha por reducir y reducir más el índice, lucha desesperada a veces y llevando ahí los datos precisos, exactos.
Desde luego, que ese índice, ya ese solo índice en la salud, digamos, es un logro extraordinario. Y no dudo que algún día también nuestros hermanos nicaragüenses lo alcancen, superen el 100 que tienen ahora; y ya seguramente en los primeros años se podrá observar, porque es lo elemental que tiene que hacer un pueblo y que no lo hacen porque son responsables los gobiernos reaccionarios: qué se iban a preocupar por eso Somoza y el somocismo y el imperialismo.
Si vamos a hablar de los muertos del imperialismo, habría que culparle de esas decenas de miles de niños que murieron en Nicaragua, desde que intervinieron allí la primera vez, para impedir la revolución de Sandino.
Si se hiciera un cálculo estadístico de cuántos niños y cuántas personas deben haber muerto por abandono, por falta de asistencia médica, a lo largo de 50 años, cuando mueren 100 pudiendo el hombre salvar a 80 de los 100 niños que estén muriendo, de cada 1 000. Esas son las estadísticas que el imperialismo no saca, las víctimas que le ha cobrado su dominio a este hemisferio; porque ya cuando hablamos del hemisferio hay que hablar de millones y millones porque son muchos los países que tienen ese índice, de 100, y de 80, y algunos tienen más. No sé cuánto es el de Haití, pero creo que es altísimo, hay algunos más altos que el de Nicaragua; y los de Brasil, con toda su propaganda de desarrollo industrial, hay lugares en que tienen 200, lugares del país donde tienen 200; y en otros 100, por el estilo, resultado de la explotación.
Esas son las secuelas del capitalismo, del colonialismo, del neocolonialismo y del imperialismo, porque se mide en eso: en que los pueblos no son dueños de su país, no son dueños de su destino y están sometidos a los más indolentes gobiernos, a los más corrompidos gobiernos, a los más sumisos gobiernos, y que se traduce en esa inmensa pérdida de valores humanos y de valores morales. Y luego los imperialistas hablan de derechos humanos y ayudan a matar de hambre a millones de personas con su sistema, ¡simplemente son crímenes del sistema!
En esos dos campos que he mencionado, el papel de la mujer ha sido decisivo.
Una de las cuestiones que más se discutió en la elaboración del Informe Central, se ha discutido en la base, una de las cosas que más ha estado cultivando nuestra preocupación es lo relativo a la participación de la mujer en la vida económica del país. Quiero referirme a ese tema, a algunas preocupaciones que sé que ha habido sobre esto.
No hay dudas de que en los años anteriores en este terreno hemos avanzado mucho, mucho. Eso se demuestra en las cifras, digamos que de 262 000 mujeres trabajadoras antes del triunfo de la Revolución —creo que era en 1953—, actualmente hay 800 600. Como explicaba Vilma, en el Informe, no se trata solo de las cifras, si no el cambio de composición, puesto que muchos de esos empleos eran empleos de tipo doméstico, empleos en bares, muchísimos empleos de esa índole a los cuales tenían relegadas a la mujer, por lo general, en el capitalismo; lo cual contrasta con la cifra de que se han incorporado como mujeres calificadas, es decir, maestras, médicos, arquitectos, enfermeras, técnicos medio, se han incorporado 78 000, en los últimos años, como mujeres calificadas. Ese solo dato demuestra la situación real del cambio.
En los últimos cinco años se han incorporado a nuevos empleos 200 000 mujeres, es decir, se han estado incorporando en una proporción mayor que hombres; lo cual era también lógico, porque el hombre tenía mayores niveles de empleo que la mujer. Y se alcanzó ya ese nivel, el 30% de la población trabajadora son mujeres.
Lo que no resultará fácil a nuestro país, a nuestra Revolución, en los años futuros, es mantener estos ritmos de incremento en el por ciento; porque ya un país subdesarrollado alcanzar el 30% es un nivel alto, la proporción, es decir, de cada 100, 30 mujeres.
Todo esto coincide con un momento en que entran en edad laboral todos esos contingentes de jóvenes, que constituyeron un día la explosión poblacional. Ese fenómeno se observa en las escuelas, en los esfuerzos que fueron necesarios en construcciones de escuelas primarias para dar respuesta, y también en las escuelas medias donde ahora tenemos ya 1 100 000. Cuando Fernández habló aquí dijo que había crecido —no sé si dijo quince veces más o menos.
JOSE R. FERNANDEZ.- Doce veces.
CMDTE. EN JEFE FIDEL CASTRO.- Doce veces. Pero si dijiste 12, te equivocaste, Fernández (RISAS), porque había setenta y tantos mil nada más, no llegaba... Dice que eran 88 000. Está bien, doce veces. Pero doce veces no es cualquier cosa. ¡Un millón cien mil! Calculen el esfuerzo para poder asimilar esa población estudiantil que tenemos. ¡Enorme!
Ahora no podríamos decir lo mismo, que tengamos condiciones materiales para nosotros garantizar —lo mismo que garantizamos la escuela, la asistencia médica— una respuesta en empleo que tal ritmo de crecimiento requeriría, en inversiones y en nuevas fuentes de trabajo. De modo que confrontaremos algunos problemas en el terreno del empleo con motivo de esa arribada explosiva a la edad de trabajo.
Creemos, realmente, que es deber de la Revolución, deber primero del Partido y deber primero del Estado, hacer los mayores esfuerzos por ir encontrando fórmulas de solución, por ir encontrando respuestas a estos problemas de empleo.
Esto puede coincidir también con otro hecho: la búsqueda de la eficiencia en la economía, la búsqueda de la productividad. Trae aparejado también que se producen ahorros de recursos humanos, porque parte de la eficiencia económica consiste en el ahorro de recursos humanos. Aspiramos a tener una mayor eficiencia. No se trata de resolver el problema creando empleos por crear empleos que no reporten un servicio, que no reporten una utilidad; poner en una oficina a 50 cuando el trabajo lo pueden hacer 30 ó 25, por ejemplo. Ustedes comprenden. No sería la fórmula correcta, y sería antieconómica la forma de crear empleo a base de ineficiencia.
Y se ha ido haciendo un esfuerzo por elevar la productividad y se ha ido logrando; se ha ido haciendo un esfuerzo por la eficiencia y se ha ido logrando; y nos queda mucho por hacer y mucho por lograr en este terreno. Recuerdo que hubo cierto momento en que no alcanzaban los hombres de La Habana para descargar los barcos en el puerto, cuando existía una fórmula de pago igual, lo mismo si cargaba 5 toneladas que si cargaba 10. En algunos trabajos la vinculación ha ayudado a elevar la productividad notablemente. No alcanzaban los hombres, y aquello era, el puerto de La Habana, un barril sin fondo, pidiendo brazos. Y, sin embargo, hay que ver los logros que se han alcanzado en productividad en los puertos y en otras muchas actividades.
De modo que a nosotros nos coincide una mayor eficiencia, una mayor productividad, con una explosión de población que arriba a la edad laboral.
No sería prudente, no sería honesto hacer promesas de que habrá respuesta fácil, porque nosotros sí sabemos lo que hace falta en inversiones para dar una respuesta pronta, inmediata, a esa masa de jóvenes; la cantidad de recursos económicos que se requiere, que nosotros no tenemos, y que no podemos decir que en los próximos cinco años vamos a invertir tres veces más, porque tenemos que invertir lo que podemos invertir. Ahora, tenemos que pensar también cuántos medios y cuántas formas hay para buscar empleo útil. Ese es nuestro deber. Esa es nuestra responsabilidad. Y tiene que haber y aparecen.
En la Asamblea Nacional, se discutía recientemente y se recomendaba una forma de cobro en la tarifa eléctrica, una forma de cobro que debía ser mensual; pedían que fuera mensual y se llegó a la conclusión de que debía ser mensual, puesto que era trimestral y por cálculos de consumo mensual. No, medir, ir allí a medir lo que había gastado exactamente cada mes, y no a base de promedios. Eso requiere un número —digamos como un ejemplo— de personas que tienen que realizar la tarea de mediciones y cobro. Que no va a ser trimestral; lo que va a ser trimestral es lo de ustedes, la cotización de las mujeres (RISAS) mensual. Y ustedes saben cómo hay que caminar para cobrar (RISAS), y cómo tendrán que caminar nuestros trabajadores de la industria eléctrica. Pero es una necesidad, lo pide el pueblo, se considera más conveniente. Genera un número de empleos, empleo que en gran parte puede ser desempeñado por mujeres, no debemos olvidarnos, ¡no debemos olvidarnos! (APLAUSOS) Cito ese ejemplo.
Cito otros ejemplos. En la industria textil, que se usa a un promedio de 280 días al año, se podría usar 335 días al año y producir mucho más tejido, en base a un turno más. Haría falta un turno más para que no se detuviera la fábrica semanalmente. Solo para las reparaciones un período en el año. Y eso generaría mucho empleo, y generaría empleo de mujeres. Ese, para citar un ejemplo.
Puedo citar otro. En los centrales azucareros, ustedes saben cómo es, tienen que trabajar continuamente durante 150 días, muy fuerte. Algún día también habrá que considerar formas para que esté el descanso del trabajador en los meses de zafra, que es un trabajo muy duro, muy fuerte. En un momento dado, después que busquemos la mayor eficiencia, puede ser necesario. Eso no se ha hecho, porque no teníamos la fuerza de trabajo. Se hicieron otras cosas en beneficio del trabajador azucarero, como fue fundamentalmente la estabilización. Y esa era una demanda de los primeros años de la Revolución; no se ha podido hacer. Cuando tengamos un poco más de holgura, podemos hacer algunas de esas cosas. Es decir, en las propias fábricas actuales es posible más empleo. En talleres de tipo artesanal, quién sabe cuánto se puede hacer para consumo de la población y para exportar también. Quizás en eso los sandinistas nos puedan ayudar, porque ellos tienen magníficos trabajadores artesanales. Vean el regalo que hicieron hoy a la Federación.
Aparte, desde luego, de nuevas fábricas que entran en producción. Recientemente entró la textil de Santa Clara, que significa trabajo para miles y miles de personas en Santa Clara. Allí mismo se está construyendo Plantas Mecánicas, que va a ser una fábrica importante que va a producir componentes de centrales azucareros, para producir en Cuba la mayor parte de los componentes de un central nuevo. Ya casi llegamos al 50% y llegaremos al 70%, producirán tándems completos. Entran en producción este año dos grandes fábricas de cemento. Hay nuevas plantas que hemos estado construyendo, que entran en producción. Hay nuevos programas de inversión industrial, servicios que se van a desarrollar.
Claro, a veces el problema que se nos presenta es que la distribución del empleo no es igual. Hay lugares donde nos falta fuerza de trabajo ahora, y después nos faltará, y hay otros lugares en que hay un excedente. Los problemas de mayor excedente los tenemos precisamente en Oriente, porque cuando la época de las explosiones poblacionales, las explosiones en Oriente eran más grandes y el número de nacimientos era mucho mayor que en las provincias occidentales, por ejemplo. No se puede emular ni es bueno que emulen las provincias occidentales con las provincias orientales en materia de población (RISAS). En algunas áreas tenemos más problemas de mayor oferta de fuerza de trabajo. Pero cuando llega la hora de desarrollar un área como la de Moa, hay que buscar personal de todo el país para construir. Allí hay miles y miles de constructores de todo el país. Cuando llegue la hora de construir más todavía en Cienfuegos, ahora que tendremos que construir la primera planta átomo-eléctrica allí, tendrán que trabajar muchos miles. Cuando empecemos a construir la siderurgia en el norte de Oriente, tendremos que movilizar también miles y miles de constructores.
De modo que el problema que se presenta es real, es objetivo, lo cual no nos exonera a nosotros del deber sagrado y elemental de buscar fórmulas para dar una respuesta al problema del empleo, en el cual, con relación a la mujer, hemos estado adelantando mucho, mucho.
Ahora, eso sí, a toda costa, en lo que hemos logrado avanzar lo que tenemos es que impedir retroceder un solo paso, un solo paso. ¡Eso es muy importante! (APLAUSOS) Que de ese 30% no retrocedamos un paso; y si es posible avanzar algo más, avanzamos, si la realidad lo permite.
Claro, en los países socialistas desarrollados ya tienen un porcentaje más alto, un 40% y hasta más de un 40%, en países socialistas desarrollados, que nosotros no estamos todavía en ese caso.
Tenemos que ser muy cuidadosos, y ser profundos en este problema.
Desde luego, nosotros somos decididamente partidarios de que haya puestos preferenciales, para mujeres en los centros de trabajo; decididamente partidarios. Y creo que debemos mantener eso.
Sé que se han discutido otras cuestiones, como las relacionadas con que si hay algunos empleos que no están autorizados para las mujeres. Ya es un problema de otra índole, porque ya es un problema —digamos—médico, de salud: no se puede tomar cualquier decisión sobre un problema de esa índole, que sí se puede revisar, porque debe disminuir el número de puestos de trabajo donde no puedan participar las mujeres a medida que se desarrollan la tecnología, los equipos, a medida que cambian las condiciones de trabajo. Y vean, por ejemplo, ya muchas actividades: en la construcción hay una creciente participación de las mujeres, en los centrales azucareros ha habido una creciente participación de las mujeres.
De modo que esos puestos a los cuales no tienen acceso las mujeres tienden a reducirse, con el cambio de condiciones de producción.
La libre contratación —a mi juicio— no impide que en el proceso de selección de los trabajadores las administraciones consulten a las organizaciones, consulten al sindicato y consulten a la Federación (APLAUSOS), en el proceso de selección del personal a contratar libremente, porque no van a poner un anuncio en el periódico, no van a andar escondidos por allí. Para contratar a alguien, hay que saber a quién se esta contratando, a quién se esta seleccionando.
Puede haber dos casos: dos mujeres iguales, pero una tiene problemas de ingreso familiar y otra no los tiene; puede haberlos. Y hay que tener en cuenta eso (APLAUSOS). No podemos guiarnos por un criterio estrictamente económico, sin tener para nada en cuenta la cuestión de justicia social. Nosotros no somos capitalistas; nosotros somos socialistas y queremos ser comunistas (APLAUSOS). Y creo que eso ayudaría, no tiene por qué chocar.
La libre contratación significa que desaparece la asignación centralizada de la fuerza de trabajo, pero no quiere decir que el administrador por eso se vea libre totalmente. Yo creo que lo práctico, lo útil, es consultar: tiene el sindicato, tiene la Federación. Creo que eso ayudaría a la mejor selección del personal, no tengo la menor duda, sin violar el principio de la libre contratación.
Tenemos que ser muy cuidadosos en que determinadas situaciones coyunturales no nos lleven a retrocesos en lo que hemos ganado con la mujer, que es mucho, pero que tenemos que consolidarlo y seguir avanzando.
Si analizamos la cantidad de mujeres que están estudiando, sobre todo en muchas de estas actividades como maestras, enfermeras, técnicos medios de la salud, técnicos medios en general, las que están estudiando en las universidades, donde hay un porcentaje alto de mujeres, no hay duda de que seguirá aumentando considerablemente la calificación de las mujeres y las posibilidades de acceso a muchos puestos técnicos. Y se van destacando muchas compañeras.
Creo que ustedes eligieron para el Comité Nacional, en el día de hoy, a una compañera muy destacada que dirige un centro de investigaciones, que precisamente dirigió en el pasado los trabajos y dirige ahora los trabajos en la lucha contra la peste africana, la fiebre porcina africana. Y se van destacando, sobre todo, mujeres en los trabajos técnicos. Esa perspectiva es buena.
Y decía que tenemos que cuidar no retroceder ni un paso en lo que hemos alcanzado, porque trabajo que ha costado y luchas que ha costado, contra incomprensiones, contra prejuicios, para lograr un clima de igualdad, para vencer prejuicios, atrasos. Y, claro, si retrocedemos en el empleo, si retrocedemos en lo económico, vamos a empezar a retroceder en todo lo demás que hemos ganado.
Y pienso sinceramente que es deber nuestro, deber del Partido, deber del Estado, deber de los sindicatos, preocuparse por esto, y deber también de las mujeres. Es una de las tareas, de las funciones, de los objetivos de la Federación, que no es solo trabajar para la Revolución, no es solo ayudar en la salud, en la educación, en la lucha contra la delincuencia, en todas las tareas en que participa la mujer; no es solo su participación hoy grande, importantísima, en las tareas económicas y de los servicios, sino también es deber de la Federación estar atenta a todas las cuestiones que preocupen a la mujer, que le interesen a la mujer, y defender esos intereses en el seno del Partido, en el seno del Estado.
Vean cómo ustedes mismas han buscado algunas soluciones. Hace un tiempo, cada vez que había una reunión de la Industria Ligera, trabajadores que muchos de ellos son mujeres, siempre aparecía el problema de las escuelas, y la queja de que las escuelas terminaban a las 4:30 p.m. y que los círculos terminaban a tal hora y que los sábados por la mañana eran una tragedia, y ustedes mismas fueron proponiendo soluciones, y se idearon las auxiliares pedagógicas.
Ya hoy se habla —aunque en algunas provincias todavía hay problemas, según reflejaron— de mejor selección de las auxiliares pedagógicas, de un mejor trabajo en eso. Pero ya para el problema ustedes mismas idearon soluciones, porque se presentaba realmente una contradicción entre la hora de terminar en la escuela y la hora de terminar el trabajo; fueron buscando fórmulas. Y ya ustedes han estado discutiendo no el problema, sino cómo marcha la solución que ustedes buscaron.
Del mismo modo, la Federación debe esforzarse por pensar en todo lo que pueda contribuir en materia de empleo y en la solución de todos los problemas que ustedes han planteado. Y este es muy importante, es una de las tareas a las cuales tendrá que estar atenta la Federación de Mujeres Cubanas, en lo que se refiere a estos problemas de empleo de que estoy hablando y a la participación en la vida económica del país, aunque realmente, realistamente, no podemos decir que vamos a seguir creciendo a ese ritmo de años pasados, por estas razones que hemos explicado. También surgen otras fuentes de empleo. Ya tenemos miles de compañeros y compañeras, por ejemplo, trabajando en otros países adquiriendo calificación, tenemos algunos miles entre RDA, Checoslovaquia; tenemos miles de compañeros trabajando en el exterior como técnicos, ¡miles!, o como constructores. Claro, preferiblemente a ese tipo de actividades —no sé si me van a decir que soy discriminador—si tenemos que mandar 10 000 constructores, lógicamente, por el oficio, va a ser una mayoría de hombres. Entonces, podemos mandar fundamentalmente a los hombres a algunas de esas actividades, ya que discriminan a las mujeres, no las quieren a veces en la guerra, no las quieren, a pesar de que han demostrado su capacidad de participar (APLAUSOS).
Si hay una posibilidad para el país, incluso de hacer ciertos trabajos en el exterior de tipo económico, podemos utilizar la reserva de hombres que tengamos, sin excluir a las mujeres, desde luego, sin excluirlas; pero estamos conscientes de que cuando la mujer tiene que separarse de la familia, el sacrificio humano es mucho mayor que cuando sale el hombre. Estamos conscientes de eso.
Tenemos todos el deber de buscar soluciones sabias y justas a estos problemas. Y pueden confiar en el Partido, que esa será la línea que siga el Partido.
Se habló bastante de la promoción de la mujer en responsabilidades políticas y administrativas. Yo creo que este tema sigue teniendo también la mayor importancia. En algunos terrenos, retrocedimos. Digamos, en las elecciones del Poder Popular, retrocedimos, bajamos; en la segunda elección, había menos mujeres que en la primera, menos mujeres electas que en la primera. En la Asamblea Nacional logramos una buena proporción, pero en las elecciones de base, en las circunscripciones, se redujo en las últimas elecciones. Eso, naturalmente, tiene que llevarnos a meditar y a preocuparnos, cómo hemos retrocedido, cuando precisamente nos quejábamos de lo que se había logrado en la primera. Aspirábamos a un avance, y hemos retrocedido.
Claro, se dan algunas explicaciones; aquí se dieron algunas, la cantidad de responsabilidades que todavía tienen las mujeres, cómo se les dificulta. Pero, ¿no habrá prejuicios también? ¿No habrá prejuicios, incluso, en las mismas mujeres, que a la hora de votar, pues votan con prejuicios? Yo no digo que hay que votar por la mujer por ser mujer. Cuando se va a votar, hay que votar por la persona que, a juicio del ciudadano, esté más preparada, más capacitada; pero tampoco dejar de votar por una persona porque es mujer, o porque se tengan prejuicios. De todas formas, a nosotros nos parece bajo, realmente bajo, el por ciento de mujeres electas en las elecciones del Poder Popular, en las elecciones de base.
En otros campos hemos avanzado. Aquí se reflejaron, por ejemplo, en las direcciones sindicales cómo hay más de un 40% mujeres. Creo que en el Congreso anterior era menos, era un 30% más o menos. Es decir, es notable que teniendo la mujer una participación de un 30% en los cuadros sindicales tenga una participación de más de un 40%. Y habla de la confianza que tienen nuestros trabajadores en las mujeres.
No pude escuchar personalmente la intervención del compañero Landy, pero supe después que dio algunos datos: cómo se estaba comportando la situación en la Juventud, y cómo allí ya tenían un 40% de militantes que son mujeres. Habían avanzado del 29 al 40. Creo que es un avance significativo. Hemos avanzado en el Partido. Llegamos ya a 18,9. Tengo entendido que, por ejemplo, en la FEEM el 65% de los dirigentes son compañeras. En los pioneros —y tal vez eso sea lo más prometedor—, el 75% de los cargos entre los niños es de mujeres, lo tienen las niñas, el ¡setenta y cinco por ciento! (APLAUSOS) ¡Cosa notable! Se ve que los niños no tienen prejuicios (RISAS), cuando van a escoger, escogen compañeritas. Creo que es un dato realmente prometedor e interesante.
Pero el Partido y el Gobierno no pueden abandonar —no pueden abandonar ni un instante— la lucha por este propósito de la promoción de la mujer. Yo estoy absolutamente convencido de que la sociedad ganará más en la medida en que sea capaz de desarrollar y aprovechar las calidades, las capacidades morales, humanas e intelectuales de la mujer. Estoy absolutamente convencido. Y precisamente lo que diferencia una sociedad justa, una sociedad socialista de la capitalista, es esto.
Pero yo no estoy seguro de que la idea de la igualdad haya triunfado incluso a nivel mundial. No hay muchos ejemplos. Y aquí incluyo también países socialistas. Es decir, pienso que debe haber más promoción de la mujer a nivel de Estado y de Partido, sinceramente (APLAUSOS).
Es nuestro deber crear las condiciones, desarrollar esa conciencia. Es nuestro deber, deber tanto más sagrado y al que estamos moralmente obligados, por cuanto pienso a veces que todavía nuestro Partido es en gran parte un Partido de hombres, y nuestro Estado es en gran parte un Estado de hombres. Tal vez aquí en la tribuna no haya mayoría a favor de esa tesis (RISAS). Observo a algunos compañeros, no sé cómo piensan. Pero yo, realmente, lo creo, lo pienso. Y digo, ¿no estaremos padeciendo prejuicios, por mucho, incluso, que proclamemos la lucha contra los prejuicios?
Ese es otro tema abordado en este Congreso, abordado en el Informe Central y en las Tesis, muy importante. Ya digo: hemos avanzado, pero tenemos que seguir avanzando, y tenemos que impedir el menor retroceso en esta lucha histórica —que es histórica.
En el Congreso también se abordaron distintos problemas que afectan a la mujer, sobre todo relacionados con los servicios. Claro, institucionalmente hemos avanzado, en el Código de la Familia, en el Código de la Juventud, en la Constitución por promover la igualdad. Jurídicamente hemos avanzado, pero en la práctica también tenemos que avanzar. Qué cosas constituyen hoy una carga injusta sobre la mujer, qué cosas pueden ayudar a aliviarle esa carga. Y por eso, se refleja siempre, sobre todo en las mujeres trabajadoras, los problemas relacionados con los servicios, planteamientos que se han hecho. Y yo tengo mis dudas, realmente, si nosotros estamos haciendo las cosas de una manera correcta. Cuando, bueno, se cerró la peluquería a tal hora, y se acabó. Y, entonces, la mujer trabajadora no puede ir a la peluquería (APLAUSOS). Pongo un ejemplo, he puesto la peluquería, que no es el más esencial, que no es el más esencial. Pero aquí se habló también de las tintorerías.
Bueno, pues lo han planteado y lo han planteado con fuerza. Y se ha hablado de las tiendas. Yo sé, por lo menos en el Informe dice que cuando se quitaron... (APLAUSOS). En el Informe Central dice que en eso se retrocedió, y que cuando se suprimieron algunos ensayos que se estaban haciendo, no se contó con la Federación para nada, no se le pidió ni el criterio (APLAUSOS). Se dice en el Informe Central.
Creo que nosotros debemos pensar si acaso no somos capaces de resolver esos problemas. Si el de la escuela empezó a resolverse con auxiliares de pedagogía, ¿por qué no puede haber una peluquería abierta después que terminen las horas de trabajo? (APLAUSOS) ¿Acaso no trabajan los obreros de los ómnibus por la noche? ¿Acaso no trabajan los médicos y las enfermeras y los trabajadores de los hospitales por la noche? (APLAUSOS) ¿Acaso no trabajan los obreros de la industria eléctrica de noche, manteniendo la producción de la electricidad en las horas pico? (APLAUSOS) ¿Por qué, si realmente...? Bueno, que si van más o van menos, más tiempo para el pueblo, hasta para la que no trabaje; pero parece ser una necesidad.
Y, claro está, lo que dice Vilma en el Informe yo lo he oído también por ahí, que prácticamente se ha legalizado el ausentismo, la autorización para recibir esos servicios en horas de trabajo, ¡se ha legalizado! (APLAUSOS), porque no pueden resolver esos problemas a otra hora y tienen que resolverlos en las horas de trabajo. Y, ¡señores!, hay 800 000 mujeres trabajando, 800 600, según dicen los datos.
Se tienen esos problemas. ¿Por qué no pensar en soluciones de otro tipo, razonables? Servicios que sí, que funcionen a esa hora. ¿Pero no estamos hablando de que vamos a tener problemas de empleo? Bueno, pues eso es más empleo en las peluquerías y otros centros, más empleo (APLAUSOS).
Hay fórmulas diferentes: se pueden cambiar horarios, se pueden crear más turnos; depende de lo que sea y qué se considere más aconsejable. Porque la cuestión es que si no va a la peluquería, entonces se estará peinando en su casa; pero si va a la peluquería, va a pagar por el servicio que le den allí. Y si no tienen que estar todas las empleadas, como hay, digamos, en las horas pico de la peluquería, y si es a las 8:00 de la noche, o a las 9:00 p.m., no sé, entonces no tienen que estar todas, toda la plantilla, puede haber una, puede haber dos. En fin, habría que estudiar eso. ¿Y por qué no van a trabajar las máquinas de las tintorerías también de noche, si van a pagar allí por el servicio? (APLAUSOS) Van a pagar por el servicio, ¡van a pagar!
Hay que pensar en fórmulas prácticas; no tenemos que ser dogmáticos, inflexibles en eso. Hay que hacer las cosas que ayuden al pueblo, que ayuden a la gente en sus problemas, y nosotros comprendemos.
No he oído a ningún hombre —¡se los advierto!— a estas alturas protestar por eso (RISAS), ¡no he oído a ninguno! (APLAUSOS) Por algo será, ¡por algo!; a pesar del Código, ¡a pesar del Código! (RISAS) Son planteamientos de las mujeres trabajadoras, fundamentalmente, y tiene que responder eso a una realidad; y se dice en muchos sitios, en muchas partes. ¿Por qué tenemos que cerrarnos, si podemos buscar soluciones y crear servicios útiles? Hablo del caso del servicio útil para la población, servicios que se pagan para la población. Esa es la realidad.
Yo creo que los compañeros que atienden esos frentes deben profundizar y buscarles soluciones justas, razonables a esos problemas; que ayuden a crear condiciones para que no se vuelva loca la mujer trabajadora (APLAUSOS).
El Informe, y el Congreso, y las Tesis, han sido una patente muestra del espíritu internacionalista de la mujer cubana.
En realidad, nuestra Federación despliega un amplio e importante trabajo internacionalista en los organismos internacionales, en la FDIM; pero también en las Naciones Unidas, en las iniciativas, en el Año Internacional de la Mujer, en el Año Internacional del Niño. Y hay que decir realmente, lo decimos con satisfacción, que la Federación tiene un prestigio muy alto ganado en la esfera internacional (APLAUSOS), tanto en los organismos internacionales, como en las organizaciones de mujeres de otros países; países del campo socialista, del campo capitalista, y organizaciones de movimientos de liberación de países subdesarrollados. Tiene prestigio. Hay un bien ganado y merecido prestigio. Nuestra Federación creo que ayuda mucho a la política internacional de la Revolución (APLAUSOS).
La misma escuela que yo mencionaba, es una prueba de la confianza en la Revolución. Creo que las compañeras de Namibia, de Sudáfrica, de los movimientos de liberación, las compañeras saharauitas, tienen estudiantes en nuestra Escuela Nacional de Cuadros; hay decenas y decenas de estudiantes procedentes de muchas partes. Eso es un servicio importante que se hace, de tipo internacional; ayudar a formar cuadros a las organizaciones de mujeres de los países de los movimientos de liberación y de los países del Tercer Mundo, que los necesitan. Y creo que es muy significativo el hecho de que las dos terceras partes de los estudiantes son de otros países, son extranjeros, por usar la palabra extranjero, porque para nosotros no son extranjeros ninguna de estas delegaciones que están aquí, ninguno de los estudiantes que vengan de Namibia o de Sudáfrica; son, sencillamente, hermanos (APLAUSOS).
Participa la Federación en el movimiento internacional de las mujeres, pero participa en el movimiento internacional revolucionario, y participa la mujer cubana activamente en la solidaridad internacional. Y nos tranquiliza, nos satisface saber que cuando el Partido, cuando el país ha ofrecido algo, puede cumplir. Puede cumplir, porque tiene un pueblo que puede cumplir; tiene un pueblo en el que se puede confiar (APLAUSOS).
Permítanme, compañeras, que aproveche esta ocasión para referirme a algún otro tema, que no tiene que ver exactamente con el Congreso, pero que para nosotros es muy importante en este momento.
El país está enfrascado en un esfuerzo serio por la exigencia y la eficiencia. Siempre dijimos que esto no era una campaña, que esto tenía que ser una conducta, una línea. Esa línea empieza a manifestarse, a verse. En este mismo Congreso, y en la organización y preparación del Congreso, se ha visto, se ha apreciado. Se empieza a apreciar en muchas esferas. No debemos esperar cosas espectaculares a corto plazo, pero debemos esperar muchas cosas a largo plazo, las vamos a ir logrando. Se empieza a notar otra actitud en mucha gente, en el afán por cumplir sus tareas y sus obligaciones; en los cuadros, en muchos cuadros, una actitud más enérgica, más preocupada, más diligente. Claro, eso no es más que un comienzo.
Se han ido tomando medidas legislativas; se adoptó recientemente un decreto ley para fortalecer la disciplina laboral; se adoptarán otras disposiciones con relación a los trabajadores de educación, porque, lógicamente, no se le puede dar el mismo tratamiento a un sector que a otro. Hay trabajadores donde la disciplina es más importante; en un hospital es más importante, en una escuela, en el ferrocarril, por ejemplo, lo mismo. Se puede cometer indisciplina en otro lugar y no tiene la misma consecuencia que una indisciplina en el ferrocarril, por lo que significa y por lo que cuesta en pérdidas humanas y materiales.
Próximamente se va a adoptar un decreto ley sobre la responsabilidad que le corresponde a los administradores en el desempeño de sus tareas (APLAUSOS). Necesitamos que tengan autoridad, pero necesitamos también que sepan bien a qué atenerse en todo, y cuales son sus obligaciones y sus responsabilidades (APLAUSOS).
Algunos esfuerzos empiezan a notarse, digamos, por ejemplo, en el transporte en La Habana, se ha elevado de 19 000 viajes de promedio diario, a 26 500 aproximadamente, y se ve, se ve (APLAUSOS). Es indiscutible que no había habido respuesta a las inversiones que hizo el país en ómnibus, no había habido respuesta, y el país había hecho inversiones importantes en ómnibus, sin embargo no aumentaba el número de viajes por factores, algunos objetivos y otros subjetivos, completamente subjetivos.
Bueno, están recibiendo especial atención en la adquisición de piezas, en el aseguramiento de los medios materiales que necesita el transporte. El país ha decidido hacer todavía más inversiones en los ómnibus; se calcula que alrededor de 28 000 viajes, 29 000 estarían satisfaciendo la demanda. Cuando hacen falta 28 000 y se producen 19 000, lógicamente tienen que haber problemas. Los resultados alcanzados ya se deben, desde luego, al apoyo brindado por el Partido de la provincia, a los transportes, al trabajo del ministerio, al esfuerzo del sindicato y también, es justo reconocerlo, al esfuerzo de la administración nueva de los ómnibus de La Habana (APLAUSOS), que está desarrollando un notable trabajo, una gran actividad, una gran exigencia; el papel de los militantes del Partido en el seno de los trabajadores del transporte y de los obreros en general se ha notado, y empiezan a aparecer los ómnibus más limpios, etcétera.
Parejo a esto se va a hacer un esfuerzo en los arreglos de calles, se va casi a triplicar la cantidad de asfalto con plantas nuevas; un trabajo también en las terminales, y seguir profundizando.
Pero es alentador ver cómo ese problema, donde parecía que la disciplina estaba perdida y que era irrecuperable.. ¿No vamos a recuperar la disciplina? Pues sí, se esta recuperando la disciplina, para que vean ustedes que no hay nada imposible, y a algunos les parecía imposible recuperar la disciplina de los ómnibus. Bueno, también en los ferrocarriles la recuperaremos igual, y en los transportes aéreos, y en otras áreas, y en todas las áreas la recuperaremos, ¡cómo no la vamos a recuperar!, sí la vamos a recuperar; cuando hay un trabajo bien hecho, se empieza a observar la respuesta.
El país está enfrentándose a diversos problemas este año.
Yo diría que es el año de las plagas (RISAS), plagas por aquí, plagas por allá, o el año de la peste (RISAS), como creo que se titula un libro de un autor inglés; hablaba de la peste, creo que era de la peste bubónica, que llegaba por aquellas ciudades y acababa, creo que era en Londres.
Pero estas plagas, estas enfermedades tienen efecto, no tienen el efecto ese escandaloso de los ciclones, pero son muy nocivas. Estamos enfrentándonos a la roya de la caña, que afectó una de las mejores variedades que teníamos y de la cual estaban plantadas casi la tercera parte de las áreas cañeras del país; la afectó en rendimiento en caña. Pero no solo eso, en la zafra se comprueba que la afectó también en rendimiento en azúcar. Esa misma caña tiene menos azúcar por ciento de arrobas. De modo que los efectos de la plaga sobre los planes de producción que existían para el 1980, la plaga sola, la ha afectado en alrededor de un millón de toneladas de azúcar, entre la reducción en caña y reducción en rendimientos, aparte de otras plagas, porque la mala hierba es una plaga.
El año pasado la zafra se prolongó mucho, y como consecuencia de eso disminuyó el nivel de cultivos y de limpias en las cañas. De ahí la importancia este año de terminar cuanto antes la zafra.
Nos estamos enfrentando a esta enfermedad con variedades nuevas, 10 ó 12 variedades nuevas que son sencillamente resistentes a esa enfermedad, es por esa vía; hay un plan tenso de siembra de caña, más de 20 000 caballerías en primavera. Debido a ciertas limitaciones en la maquinaria, los hombres en el campo están haciendo un gran esfuerzo por tener listas las tierras, el esfuerzo más tenso en algunas provincias que en otras, pero en general tenso. En muchas provincias están trabajando las máquinas 24 horas, y los hombres durmiendo al lado de las máquinas, roturando y preparando tierras para siembra, precisamente para erradicar cuanto antes esta variedad de caña, cuyos efectos se observan este año.
El año próximo se va a hacer un esfuerzo aún mayor, en la primavera se van a sembrar 26 000 caballerías, para que no quede ni una mata de caña, ni en el Botánico, de esta variedad sensible. Se van a hacer algunas inversiones en equipos de preparación de tierras, precisamente, para el esfuerzo de este año, y sobre todo para el del próximo año. En dos años prácticamente quedará erradicada esa variedad, y sustituida por variedades nuevas.
Hemos tenido el problema del tabaco, donde se presentó la plaga el año pasado, y que este año prácticamente ha arrasado las plantaciones de tabaco, las ha arrasado; reduce la producción de tabaco al 10%, un año en que se había hecho un esfuerzo importante en la preparación de tierras.
Bien, a pesar de eso no va a faltar el cigarro a la población, no va a faltar. Nos vimos obligados a suspender las exportaciones que estaban pendientes de hacer, renunciar a toda exportación de tabaco en rama este año e incluso importar algún tabaco, para mantener los consumos de la población. De modo que en ese sentido la población no va a ser afectada, pero sí afecta los ingresos del país al salir totalmente del mercado en el presente año.
También esta plaga aparentemente tiene ya una solución técnica: productos nuevos que se estuvieron experimentando este año con buenos resultados, y ya están adquiridas las cantidades necesarias, desde ahora, porque esta enfermedad parece que ha estado afectando otros países con bastante virulencia. En nuestro país ha causado daños similares, pero afortunadamente podemos contar ya con un producto, cuya eficiencia este año, experimentalmente, se ha mostrado adecuada para combatir esa plaga. Se han adquirido los productos y se está en los trámites para disponer de todas las mochilas, todas las medidas para enfrentarnos el próximo año a esa plaga.
Surgió de nuevo otra vez en nuestro país la fiebre porcina. Vino por la región oriental, por la zona de Baracoa, según las primeras noticias. La atribuimos, con toda probabilidad a un hecho, un fenómeno que se ha ido produciendo de modo creciente en los últimos años, que es la llegada de decenas y decenas de barcos, de inmigrantes de haitianos que pretenden ir para Bahamas, para Estados Unidos, para otras partes, y llegan en sus barcos, muchas veces descompuestos, a veces sin combustible. En ocasiones se han dado casos también de naufragios. Pero llegan por la costa norte, por la costa sur. A veces traían animales vivos, alimentos, todo eso, y dadas las condiciones sanitarias del país, eso es un riesgo incluso para la salud humana.
El año pasado, por la zona de Guantánamo, llegaron 2 801 en 68 barcos. Pero otros van por otras zonas. Unos llegan a la costa norte de Holguín, algunos incluso en la zona de Nuevitas. Claro, lo menos que se ha podido hacer con ellos, en esos casos, es prestarle auxilio para que continúen viaje. Pero el fenómeno creciente —no se sabe hasta dónde va a llegar eso—, nos obliga a tomar medidas sanitarias muy estrictas por los riesgos que entraña de enfermedades para los animales, para las plantas, e incluso enfermedades humanas.
Ahora el país se está enfrentando con medidas muy enérgicas —tiene experiencia en eso— a la enfermedad: detectándola, liquidando los focos, y en fin, ya nos enfrentamos una vez y tenemos experiencia afortunadamente. Tenemos experiencia, tenemos los medios de diagnosticar, y estamos enfrentándonos a las tres plagas, cómo —a nuestro juicio— hay que enfrentarlas.
Ahora, en la zafra tenemos atrasos. Tenemos un atraso de más de 400 000 toneladas de azúcar. Ese atraso, en parte, es debido a la caña dejada de moler, y en parte, debido al menor rendimiento en algunas provincias. Esto exige un esfuerzo especial; por estas situaciones, por la importancia que tiene el azúcar, por la importancia que tiene la zafra, exige un esfuerzo especial. Se ha presentado una coyuntura de precios más favorable en el azúcar; ayuda en parte a compensar las afectaciones por lo del tabaco, por las demás plagas; pero tenemos que producir el azúcar, tenemos que producirla.
Es muy importante este año terminar temprano la zafra, que no se nos dilate, porque en el mes de mayo tenemos que hacer grandes siembras, y se juntan las dos tareas.
De modo que estamos pidiendo un esfuerzo especial de zafra a todas las provincias, en estos dos meses; marzo y abril, que tiene la caña más rendimiento en azúcar y, digamos, un esfuerzo extraordinario en mayo y junio; en mayo para terminar la zafra y realizar las siembras. Muchas provincias terminarán relativamente temprano, otras se van a dilatar algo, pero se juntan el final de la zafra, sobre todo, en algunos lugares, en algunas provincias, y el período mas intenso de siembras. De modo que las provincias van a tener que estar en estado de emergencia —podemos decir— en mayo y junio, además del esfuerzo especial que tienen que hacer en zafra en estos dos meses. El cultivo de la caña tiene que ser lo mejor posible este año, porque tenemos reserva de producción si limpiamos las cañas debidamente.
Y recuerdo una experiencia que tuve aquí en este Congreso. Tuve el placer, la satisfacción, la alegría de conversar con una delegada, que es presidenta de una cooperativa en Santa Clara. Me imagino que de ese tipo de valores tiene que haber muchos en el seno de nuestro pueblo; son los valores que tenemos que descubrir. Pero ella había participado en un congreso campesino. Volvió a su provincia, volvió a su zona y empezó a luchar por organizar una cooperativa. Ya organizaron la cooperativa, creo que en el año 1978, y ella dirige la cooperativa. Pero me explicaba que con las mismas cañas que tenían allí los campesinos que produjeron en el año 1978, 58 000 arrobas, en el año 1979 había producido 101 000 arrobas por caballería. Fue un año —dice ella— de mejor clima, desde luego; pero el clima no podía explicar ese salto de 58 000 arrobas por caballería a 101 000. Porque, explica ella, que le hicieron las tareas adecuadas a la caña: en la distribución del fertilizante dos veces, en las limpias en todos los cultivos. Casi duplicaron de un año para otro la caña.
Es decir, en los cultivos nosotros tenemos una gran reserva de producción. Por eso, esos meses de mayo, junio y julio no se pueden perder en los cultivos de la caña.
Y nosotros para compensar las dificultades que hemos tenido necesitamos el año que viene más azúcar que este año, tenemos imperiosa necesidad, y aparte de la siembra tenemos un recurso importante, que puede significar medio millón, 600 000, 700 000 toneladas de azúcar más que está en las limpias, y eso requiere un esfuerzo especial del país, es muy importante. Claro, un esfuerzo organizado, una movilización organizada, sin abandonar los otros frentes, sin descuidar por ello otras tareas como la producción de viandas y vegetales, la agricultura en general; es decir, tenemos que movilizarnos, pero movilizarnos organizadamente en las provincias para poder realizar ahora el esfuerzo especial este que ya se les ha pedido en la zafra, y el esfuerzo extraordinario de mayo y junio. Finalizando zafra, sembrando y cultivando las cañas.
En días recientes tuvimos una reunión con los primeros secretarios del Partido de cada provincia, y los responsables de la industria azucarera y de la agricultura cañera, para discutir todo esto, analizar todas las medidas y esfuerzos que habrían de hacerse. Y yo casualmente recibí recientemente una comunicación que la quiero dar a conocer aquí, porque me parece un buen ejemplo. Es una comunicación del Partido de la provincia de Holguín (APLAUSOS).
Dice así:
"Querido Comandante:
"Inmediatamente después de terminada la Reunión Nacional de Zafra presidida por usted, y analizando la situación de la actual campaña azucarera en nuestro país, hubimos de trasmitir al Buró Ejecutivo Provincial y a los primeros secretarios del Partido en nuestros 14 municipales los detalles de la discusión y sus precisas orientaciones.
"En esta reunión se acordó, entre otras cosas, lo siguiente:
"1.- Elevar a 800 000 toneladas métricas de azúcar el plan de la provincia, lo que representa aumentar en 22 746 toneladas, o sea, 36 000 más que el año anterior. Todos los centrales tienen su cuota, con excepción del Guatemala el que trabajará para reducir el déficit.
"2.- Para lograr este objetivo se aumentará en 12 millones de arrobas la caña a procesar, no teniendo dificultad alguna con el estimado.
"3.- Elevar la producción con una meta diaria de 5 790 toneladas durante los meses de marzo y abril.
"4.- Trabajar para pasar al primer lugar nacional en este mes de marzo.
"5.- Organizar el gran contingente ‘Segundo Congreso del Partido’, introduciendo la fuerza de la siguiente forma:
"Marzo y abril: zafra y siembra.
"Mayo y junio: siembra y limpia, extendiéndola hasta el 26 de julio.
"Para garantizar esta movilización ya se ha realizado un trabajo de disposiciones y se cuenta hasta estos momentos con más de 25 000 obreros y trabajadores dispuestos. Aquí orientamos incluir a todos los dirigentes del Partido, organizaciones de masa, UJC y organismos del Estado, para que participen por lo menos un mes en dichas labores,
"6.- Atendiendo a sus orientaciones de hacer el máximo esfuerzo hasta el 30 de abril, se acordó extender hasta esa fecha el período emulativo de la operación 90, por 90, por 85. Y del primero de mayo al 26 de julio, la emulación ‘Mi aporte al Segundo Congreso’.
"7.- Continuar con perseverancia la batalla por la reducción del consumo de petróleo. Hasta la fecha se han ahorrado más de 3 millones de galones contra la pasada zafra y en la última decena un solo central consumió por encima de la norma,
"8.- Teniendo en cuenta que ya tenemos el 87% de la tierra en movimiento para la siembra de primavera, quedamos en terminarla para el 30 de abril y cumplir la cifra de más de 700 caballerías sembradas para esa fecha.
"Comandante, por otra parte decidimos tomar medidas para producir en la provincia la mosca lixophaga contra el bórer y revisar las medidas contra el carbón y otras posibles plagas en la caña.
"De igual forma constituimos una comisión para que elabore un expediente a cada central de la situación social de sus bateyes, para poder ir priorizando los que más problemas confronten y ya ir preparando condiciones para asimilar la posible asignación de personal universitario.
"En cuanto a las reparaciones para la próxima zafra y teniendo presente sus palabras, ‘de que el año que viene en ningún central puede haber excusas y que si no le damos prioridad a la industria azucarera estamos locos’, acordamos crear un grupo de trabajo que organice esta actividad paralela a la zafra, se inicie el acopio de los materiales y recursos necesarios y mantenga chequeos permanentes sobre esta importante y vital tarea, revisando a su vez las medidas que hay planteadas a cada central. Ejemplo: calderas, de Guatemala.
"Por último, se decidieron medidas prácticas para continuar atendiendo la producción viandera y la ganadería. El domingo 2, en el central ‘Antonio Maceo’ ganadores de la emulación la decena pasada y en el acto de masas los holguineros ratificamos ante usted y la dirección de nuestro Partido que estos objetivos serán cumplidos con entereza y honor revolucionario.
"Le saludo y abrazo fraternalmente en nombre de todos mis compañeros, y le reiteramos que los revolucionarios de la tierra que sirvió de cuna al mayor general Calixto García no fallarán. Miguel Cano Blanco" (APLAUSOS PROLONGADOS).
Frente a situaciones, dificultades, problemas, este es el tipo de respuesta que esperamos del Partido, que esperamos de las provincias. Y estoy seguro de que con este mismo espíritu, los compañeros de las demás provincias van a responder a la situación.
Hay que ver lo que significan ya los años de organización, de experiencia, las fuerzas que hemos creado. Hemos creado fuerzas capaces de dar respuesta a determinadas situaciones, pero tienen que estar presentes la dirección y el espíritu de la dirección y la voluntad de la dirección de librar las batallas y de ganarlas. Con este espíritu nuestro país se enfrentará a estas y a cualquier otra dificultad, para librar las batallas y ganarlas.
Permítanme también decir algunas palabras sobre la situación internacional.
En las últimas semanas la situación internacional se ha ido agravando. Se ha producido un notable retroceso en los avances logrados para poner fin a la carrera armamentista, para avanzar por el camino de la distensión internacional, para consolidar el terreno ganado en el camino y la búsqueda de la paz, como consecuencia de la política imperialista, de los elementos más reaccionarios del imperialismo que vienen agudizando esta situación, que empezó hace algunos meses.
Ustedes recordarán el escándalo que armaron por los días de la VI Cumbre sobre la presencia del personal militar soviético en Cuba, un personal militar que había estado en Cuba hacía 17 años. Y lo sabían todos los gobiernos norteamericanos, todo el mundo lo sabía. Sin embargo, empezaron a agitar la cuestión y armaron un escándalo en torno a todo eso, para justificar, bueno, la política de hostilidad hacia Cuba, combatir la influencia de Cuba y, además, justificar medidas intervencionistas en el área, dilatar la aprobación de los Acuerdos SALT II.
Después reanudaron sus vuelos espías sobre el país; organizaron un comando en el área de Cayo Hueso, un comando militar; organizaron unos desembarcos por la bahía de Guantánamo. Eso, en lo que se refiere a nuestro país.
Internacionalmente, se movieron hacia el desarrollo de bases militares en el océano Indico; con motivo de los sucesos de Irán, buscaron el pretexto de movilizar escuadras navales hacia la región del océano Indico y del Golfo Pérsico. Acordaron en la OTAN la instalación de 572 proyectiles nucleares de alcance medio en Europa, tratando de romper el equilibrio de fuerzas, tratando de obtener ventajas militares. Y aprovechando los sucesos de Afganistán, sucesos que fueron provocados precisamente por las intervenciones imperialistas desde el exterior en Afganistán, ellos los han utilizado para elevar al máximo la tensión internacional; para la aprobación de grandes presupuestos y gastos militares; para continuar por ese camino de la creación de bases, el intento de romper el equilibrio de fuerzas; para tratar de llevar al mundo de nuevo a la época de la guerra fría; para justificar la política agresiva del imperialismo en todo el mundo.
Naturalmente que estos son hechos preocupantes, porque estas situaciones de tirantez internacional afectan a todo el mundo, y el mundo se encuentra en este momento con una serie de crisis: crisis económica, crisis energética, inflación, recesión. Entonces, ¿cuáles podrán ser las consecuencias, si tenemos, además, de nuevo, guerra fría y auge de la carrera armamentista, para todos los pueblos, para todos los pueblos sin excepción? Especialmente, para los países subdesarrollados, todos estos problemas son sumamente serios. En momentos en que precisamente hay que luchar más por la paz, en el momento en que hay que luchar por la colaboración internacional, en el momento en que hay que movilizar recursos económicos para el desarrollo de gran número de países, que fue lo que nosotros planteamos en las Naciones Unidas, lo que está resultando es esta situación realmente grave y preocupante para todos los pueblos del mundo.
Nos preguntamos si el mundo puede darse ahora el lujo de nuevas carreras armamentistas, el lujo de la guerra fría otra vez, en medio de los problemas económicos que tiene.
Los gastos de armamentos, a los cuales se refirió Vilma en la Resolución Final, los gastos de armamentos rebasan ya los 400 000 millones de dólares por año, ¡cuatrocientos mil millones de dólares por año! Es algo verdaderamente increíble en una situación de problemas económicos y de pobreza que afecta a miles de millones de personas. Es una cosa loca.
Esta situación, por cierto, también nos afecta a nosotros.
Recientemente, el asesor principal de Carter, en unas declaraciones públicas, dijo que, si se producía un problema en cualquier otra área del mundo, ellos se tomaban el derecho de escoger el área que más les conviniera para su acción; de una forma en que todos los observadores de Washington infirieron que se refería a Cuba, que se refería a Cuba. Y nadie, por cierto, del Gobierno norteamericano, desmintió esto. Era una clara amenaza contra nuestro país, dando a entender que, si se produce un conflicto en la zona del Golfo Pérsico, ellos podrían responder con un ataque a nosotros.
Desde luego, para atacarnos a nosotros hay que contar con nosotros, ¡hay que contar con nosotros también! (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Fidel, seguro, a los yankis dales duro!") Esto demuestra que los imperialistas no aprenden las enseñanzas de la historia, no aprenden. Yo creo que esta es una manera desvergonzada de amenazar a nuestro país. Se olvidan de problemas anteriores, se olvidan los problemas que originaron la Crisis de Octubre y qué estuvo en el fondo de esa crisis y de las medidas adoptadas por Cuba, debido precisamente a esas amenazas de invasión a nuestro país.
Claro está que nosotros no vamos a ponernos nerviosos (EXCLAMACIONES DE: "¡Nunca!") Hemos pasado ya 21 años de Revolución y nunca nos han quitado el sueño las amenazas imperialistas. ¿Los peligros? Sabemos que hemos vivido en peligro, sí, sabemos el precio de nuestra Revolución. Sí, hemos tenido 21 años de peligro, sí, sí. A veces más, a veces menos, en dependencia de un presidente, en dependencia de sus asesores, en dependencia de otros factores. Esto fue una clara alusión a Cuba.
Por otro lado, con relación a nosotros, estimulan las salidas ilegales del país, los secuestros de embarcaciones, poco menos que recibiendo como héroes al que secuestre una embarcación. Y se han dado casos, se han dado casos. Nosotros les hemos protestado y les hemos advertido; porque ya la otra vez alguna gente se ahogó en el camino, y nosotros dijimos: "Nosotros no tenemos la culpa, porque no somos nosotros los que pusimos las restricciones." Les hemos pedido, les hemos exigido que tomen medidas y que desalienten ese tipo de actividades, porque ya se sabe todas las consecuencias que esto tiene.
Así empezaron con los secuestros de aviones, y después no había quién parara el chorro de aviones norteamericanos aterrizando aquí, secuestrados allá en Estados Unidos; porque, si en todas partes hay locos, allá hay muchos más locos que aquí (APLAUSOS). Había veces que se reunían tres aviones norteamericanos aquí. Entonces, después, pienso que no tendrán moral ninguna para exigir que nosotros tomemos medidas —como lo estamos haciendo— contra los secuestradores de aviones, si ellos no toman medidas contra los secuestradores de barcos (APLAUSOS).
Esperamos, igualmente, que adopten medidas para no estimular las salidas ilegales del país; porque nosotros entonces podríamos también tomar nuestras medidas. Ya una vez lo hicimos; porque no vamos a estar tomando nosotros medidas contra los que pretenden salir ilegalmente del país, y ellos estimulando la salida ilegal del país. Ya una vez nos vimos obligados a tomar medidas en este sentido. También se lo hemos advertido, porque ya en una ocasión tuvimos que abrir el puerto de Camarioca. Y nos parece una prueba de la falta de madurez del Gobierno de Estados Unidos volver a crear situaciones similares; porque, en definitiva, nosotros mantenemos el principio de que esta asociación revolucionaria es una asociación voluntaria, ¡voluntaria! (APLAUSOS) La lucha por el socialismo y la lucha por el comunismo es una lucha voluntaria; ese fue, es y ha sido nuestro principio. Y, por tanto, espero que no nos veamos de nuevo en la necesidad de tomar medidas de esa índole. Que no se imaginen que nosotros no tenemos respuestas para esas políticas.
Son evidentes los propósitos intervencionistas de Estados Unidos en todas partes, pero sobre todo en esta área, en el área del Caribe y en el área de Centroamérica; sus propósitos intervencionistas en Granada, en Nicaragua, en El Salvador, en Cuba, en el Caribe y en Centroamérica. Se ven claros, evidentes, los propósitos intervencionistas para frenar el movimiento revolucionario.
Ya, cuando Nicaragua, lo intentaron; se encontraron con una fuerte resistencia en el seno de las naciones latinoamericanas. Se mueven y maniobran para frustrar el proceso revolucionario en El Salvador también. Esas intenciones son evidentes, son claras. No van a detener con eso la marcha del proceso de los pueblos, ni la marcha de la independencia de este hemisferio que, de una forma o de otra, por unos caminos o por otros, tiene que marchar hacia la independencia, tiene que crear la oportunidad de hacer lo que nosotros hemos hecho, lo que los nicaragüenses han hecho o están haciendo.
Aquí han hablado representantes de las mujeres de Canadá, de Estados Unidos, de Francia, de España, han explicado los problemas que tienen allí, los problemas sociales, la situación de la mujer en todos esos países, cómo es objeto de discriminación, de injusticias; las escuché yo hablar en esta tribuna.
¿Por qué? ¿Por qué no van a tener derecho los pueblos de nuestro continente a su independencia, a su libertad? Fueron demasiados siglos de opresión colonial y de opresión imperialista para que eso pudiera durar eternamente, y sencillamente no puede durar. Y tendrán que renunciar a sus políticas imperialistas, a sus políticas intervencionistas en este hemisferio, tendrán que renunciar; y tendrán que resignarse a la realidad del derecho de los pueblos de América Latina y del Caribe a ser libres y a ser dueños de sus destinos y a hacer los cambios que estimen pertinentes, porque eso no lo podrán impedir de ninguna forma.
Tal vez creen un colosal Viet Nam en este hemisferio; si intentan impedirlo, crearán un colosal Viet Nam en Centroamérica, o más grande todavía, en el hemisferio; porque la lucha de los pueblos no la van a poder frenar, los pueblos no se van a intimidar, ningún pueblo. Ya los revolucionarios hace mucho rato que han perdido el miedo, y lo están demostrando, y lo demostraron los sandinistas (APLAUSOS), lo demostraron los sandinistas de manera heroica e impresionante, y lo están demostrando los salvadoreños de manera heroica e impresionante (APLAUSOS).
Y no hay medios para detener ese espíritu. Pueden hacer más costosa la lucha, la pueden hacer más sangrienta, más dolorosa; pero no tienen forma de evitarlo. Podrían todavía tener el sentido histórico de que lo inevitable es lo inevitable, y resignarse, resignarse a la realidad de que nuestros pueblos aspiran y no cejarán hasta no ser absolutamente independientes y libres y dueños de sus destinos.
Sí, hay que tener sentido de la historia para ver lo que eso significa, lo que significan las revoluciones aquí, al lado del monstruo imperialista; sí, lo que significó la Revolución Cubana y su línea firme, su línea inclaudicable, indoblegable. Hay que tener sentido de la historia y de las realidades para comprender el mérito que tiene la Revolución Sandinista y el mérito que tiene la Revolución Granadina. Granada, Nicaragua y Cuba son tres gigantes que se levantan para defender su derecho a la independencia, a la soberanía y a la justicia, en las puertas mismas del imperialismo (APLAUSOS). Solo pueden calificarse de gigantes los pueblos que son capaces de eso. Y el número de gigantes inevitablemente crecerá hasta el día en que nuestra América sea un gigante (APLAUSOS), y existan, si se quiere, dos gigantes: ellos y nuestros pueblos (APLAUSOS). ¡Pero tenemos derecho a la vida, tenemos derecho al desarrollo, tenemos derecho a la justicia, tenemos derecho al progreso! Y no como ha sido hasta ahora, que nos han tratado de la forma más miserable, más despectiva que pueda imaginarse. Ya lo hicieron desde el siglo pasado con México, y lo hicieron con Centroamérica, y lo hicieron con el Caribe, y lo hicieron con toda la América Latina. Y sabemos que hay riesgos. Frente a las amenazas y a las insinuaciones de que podemos ser víctimas de invasiones, responderemos fortaleciendo nuestras defensas (APLAUSOS), responderemos profundizando nuestras conciencias (APLAUSOS), y responderemos como hemos respondido siempre (APLAUSOS).
Lo lamentamos, porque cuánto tiempo tendrá que pasar hasta que puedan comprender estas realidades, hasta que se resignen a la realidad de Cuba, hasta que se resignen a las realidades del mundo de hoy. ¡Cuánto tiempo tendremos que esperar!
Hay algo de lo cual estamos seguros. Nosotros hemos estado 20 años en estas condiciones, 21. Y 21 años son ya 21 años. Veintiún años de bloqueo, de bloqueo contra Cuba; 21 años de amenazas contra Cuba, 21 años de no resignarse a Cuba. Y ahora no sé si están nerviosos porque ven que otros pueblos siguen el camino de la independencia y siguen el camino de la revolución, de su revolución, no de la Revolución Cubana. Cada uno hace la revolución con su estilo. Nosotros la hicimos con el nuestro; los nicaragüenses, con el suyo; los granadinos, con el suyo. Y cada nueva revolución hace un nuevo aporte a las experiencias revolucionarias. Los sandinistas están haciendo aportes, los granadinos están haciendo aportes. Lo que nos caracteriza es precisamente nuestro propio espíritu de independencia, lo que nos caracteriza es la defensa de los principios soberanos de nuestros países, el anhelo de luchar por nuestros pueblos, de acabar con el analfabetismo, de acabar con la miseria, de acabar con el desempleo, de acabar con la falta de asistencia médica, de acabar con la pobreza, de acabar con la indignidad, que bastante había en nuestro país, desde la prostitución, el juego, el tráfico de drogas. Todas esas indignidades que nuestro pueblo liquidó, como lo están haciendo ahora otros pueblos. ¡Cuánto tiempo —repito— tendrá que pasar! Pero debemos estar preparados para un largo tiempo. Estoy convencido de eso.
No quiere decir que abandonemos nuestra lucha por la paz. Nosotros no seguimos una política de provocaciones, nosotros no estamos interesados en crear conflictos; nosotros, incluso, estamos conscientes de que es deber de nuestro país luchar por la paz, aportar su esfuerzo para evitar que continúe deteriorándose la situación internacional, para evitar el retorno a la guerra fría. Estamos conscientes de que ese es uno de nuestros deberes, no solo como país independiente, como país consciente, como país revolucionario, como país socialista, sino país que tiene una responsabilidad ante otros países en el seno del Movimiento de los No Alineados. Sabemos los problemas que tiene el mundo, sabemos la necesidad de insistir en la búsqueda de la paz, en la colaboración internacional, en la solución de los problemas económicos, en la solución de los problemas del desarrollo para el mundo. Sabemos que ese es deber nuestro, obligación nuestra, y no vamos a renunciar a seguir luchando. No vamos a renunciar a seguir luchando por eso. No vamos a renunciar a seguir haciendo un aporte internacional en la lucha por la paz, en la lucha por la distensión; es decir, no vamos a renunciar a esos esfuerzos. Es nuestro deber hacerlo. Pero tenemos que ser realistas, porque no basta que nosotros tengamos una política internacional si existe contra nosotros otro tipo de política. Nosotros no podemos mudarnos de este hemisferio. Y si pudiéramos, no lo haríamos por una cuestión de vergüenza y de dignidad (APLAUSOS PROLONGADOS). Estamos realmente satisfechos con nuestra ubicación geográfica.
No seguimos una política deliberada de enfrentamiento con Estados Unidos. No nos negamos, incluso, a conversar; no nos negamos a un esfuerzo de mejoramiento de relaciones, si eso en cierta forma ayuda a un clima de paz en este hemisferio, o en la arena internacional. Es decir, es bueno que nosotros digamos cuál es nuestra política para que nadie se equivoque, para que no haya lugar a equivocaciones. Pero sí podemos garantizar y asegurarles a todos, a nuestros adversarios, que este país no podrá ser jamás amenazado, jamás podrá ser intimidado, jamás podrá ser doblegado, jamás podrá ser obligado a abandonar uno solo de sus principios (APLAUSOS PROLONGADOS Y EXCLAMACIONES DE: "Como Fidel no hay dos, como mi Cuba no hay dos").
Esa es nuestra posición.
Este año nuestro Partido tendrá su Segundo Congreso. Este año trabajaremos en la elaboración del segundo Plan Quinquenal con mucha más organización, con mucha más experiencia, conscientes de las dificultades, de las limitaciones; pero no vamos a desanimarnos, ni vamos a dejar de hacer el mayor esfuerzo. Apoyándonos en nuestros recursos, apoyándonos en la solidaridad y en las relaciones económicas con el campo socialista. ¡Con bloqueo, o sin bloqueo, seguiremos luchando frente a todas las dificultades (APLAUSOS), frente a todas!, las dificultades naturales, las dificultades de cualquier índole. No van a lograr jamás que se desaliente nadie en las filas de nuestra Revolución (APLAUSOS).
Este año es un año de dificultades, pero será también un año de avance, de avance, de todo lo que todavía podemos mejorar en lo que está en nuestras manos; de todo lo que todavía podemos mejorar en el orden subjetivo, como se demostró en el ejemplo de los ómnibus y en otros más, en otros muchos más. Como se demuestra en el esfuerzo que están haciendo los hombres en la preparación de tierra en este momento, ese esfuerzo tremendo, que lo sabemos (APLAUSOS). Como en el esfuerzo que estoy seguro hará nuestro pueblo en estos dos meses, y en los otros dos meses también, para enfrentar como es debido, con la energía adecuada, la valentía y la decisión adecuadas, las dificultades. Será un año de dificultades, pero también un año de avance en muchos terrenos, en que la Revolución saldrá fortalecida políticamente e ideológicamente.
Es una magnífica perspectiva, y una gran alegría, el Segundo Congreso, al cual nuestro Partido llega con una militancia más aguerrida, más preparada, más numerosa, tanto el Partido como la Juventud. Pero también es muy alentador ver cómo se desarrollan nuestras organizaciones de masas. Es muy alentador haber visto este Congreso, es muy alentador (APLAUSOS). Es muy alentador para nuestro Partido, y para todos nosotros, la calidad de este Congreso, la profundidad de este Congreso, el espíritu reflejado en este Congreso, porque nosotros sabemos que ustedes vienen de la base y vienen de todos los rincones del país (APLAUSOS); han traído aquí la energía, el entusiasmo revolucionario, la conciencia revolucionaria de todos los rincones de nuestro país (APLAUSOS); han traído aquí la madurez de nuestra Revolución, han traído aquí la experiencia de nuestra Revolución (APLAUSOS).
Y poderosas como la Federación tenemos otras organizaciones de masas: nuestro glorioso movimiento obrero (APLAUSOS); nuestros Comités de Defensa de la Revolución, que este año cumplirán también 20 años (APLAUSOS); nuestro movimiento campesino (APLAUSOS), nuestras organizaciones de estudiantes (APLAUSOS), nuestra Organización de Pioneros (APLAUSOS), nuestra Juventud (APLAUSOS), nuestro Partido (APLAUSOS PROLONGADOS).
¡Con esto contamos para enfrentar el porvenir! ¡Con eso contamos para seguir marchando hacia adelante, para seguir profundizando y fortaleciendo nuestra Revolución, y para seguir practicando consecuentemente nuestros principios internacionalistas! (APLAUSOS)
¡Gracias, compañeras! ¡Gracias por el aliento que ha significado este Congreso, por el estímulo que hemos recibido de ustedes!
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!
(OVACION)