Una iniciativa presentada el pasado 29 de octubre en el Parlamento canadiense exhorta al Gobierno de Canadá a solicitar a su par de EEUU poner fin a las sanciones económicas contra Cuba y las campañas de subversión, hostilidad y agresiones contra el país caribeño, y eliminar a la Isla de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, que elabora arbitrariamente el Departamento de Estado norteamericano.
 
La petición solicita al Gobierno canadiense que adopte las medidas y acciones inmediatas para preservar la soberanía de Canadá, asegurando que las empresas y otras entidades canadienses no participen en las sanciones económicas de Estados Unidos contra Cuba mediante, entre otras cosas, la aplicación de la Ley contra las Medidas Extraterritoriales Extranjeras (FEMA, por sus siglas en inglés).
 
El documento presentado en el Parlamento insta al Gobierno de Ottawa a asegurar que las relaciones bilaterales se basen en la igualdad y el respeto de la soberanía, la independencia y el derecho a la autodeterminación de los pueblos.
 
El respaldo mostrado por ciudadanos canadienses a solo seis días desde el registro oficial de la iniciativa presentada por Isaac Saney (en representación de la Red Canadiense de Solidaridad con Cuba) y patrocinada por Niki Ashton, miembro del Parlamento federal por la provincia de Manitoba, es una muestra fehaciente de la solidaridad del pueblo canadiense hacia Cuba.
 
Los lazos y la amistad entre los pueblos de Canadá y Cuba se remontan más allá de los 76 años de relaciones diplomáticas ininterrumpidas entre ambos países. Las relaciones han sido cultivadas, desarrolladas y fortalecidas a lo largo de los años en diversas esferas del ámbito comercial, de inversiones, científico, cultural, deportivo y significativamente en los lazos pueblo-pueblo.
 
Más de un millón de turistas canadienses visitaba Cuba cada año antes de la pandemia de COVID-19, no solo por las bellezas naturales o riquezas culturales de la Isla, sino también por la calidez, hospitalidad y amistad del pueblo cubano.