Este sábado regresó al país el tercer grupo de la brigada del Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias Henry Reeve, que prestó ayuda contra la COVID-19 en Sudáfrica desde abril del pasado año.
 
El equipo lo conforman 31 colaboradores procedentes de todo el territorio nacional, entre médicos especialistas en Medicina General Integral, licenciados en Electromedicina, en Gestión de la Información y en Higiene y Epidemiología.
 
La mayoría ya había cumplido misiones internacionalistas en otras regiones y durante su estancia en tierras sudafricanas contribuyeron al enfrentamiento de la enfermedad en las provincias de Mpumalanga, Eastern Cape y Gauteng, con mayor representación en la última por ser la de más contagios.

El doctor tunero Yoel Antonio Milanés López estuvo al frente de estos profesionales y contó que arribaron al continente africano cuando ganaba auge la pandemia e hicieron todo lo posible por disminuir sus efectos en la población.
 
Vivimos tres etapas de mucha intensidad, añadió, con elevadas cifras de casos positivos, pero siempre nos mantuvimos en la primera línea junto a los enfermos, en las zonas más pobres e intrincadas.
 
Así lo ratificó el doctor Ángel Luis Cordero Blanco, de Artemisa, quien expresó que fueron meses difíciles en un escenario sanitario muy complejo, lo cual demandó superiores esfuerzos e intensas jornadas de trabajo.
 

No obstante, significó, eso se revirtió en el agradecimiento de los pobladores, quienes nos despidieron incluso con lágrimas.
 
En esta ocasión los médicos cubanos atendieron a más de 50 mil pacientes, de ellos, alrededor de 25 mil relacionados con el SARS-CoV-2, lo cual incluyó la toma de muestras para PCR (siglas en inglés de Reacción en cadena de la polimerasa) y la pesquisa de contactos.
 
De igual forma, los galenos participaron en la realización de intervenciones quirúrgicas, partos y cesáreas, y destacó además la actividad de los electromédicos en las reparaciones y mantenimientos a diversos equipos.