El Comandante en Jefe Fidel Castro advirtió aquí que la globalización neoliberal perpetúa la desigualdad y condena a los países subdesarrollados, en particular al Caribe, lo que hace imposible cualquier intento de competir con los países ricos.

Durante una de varias intervenciones en la sesión de debate entre los mandatarios asistentes a la III Cumbre de la AEC, Fidel sostuvo un diálogo con el Presidente de Costa Rica, Miguel Ángel Rodríguez, quien reclamó el fin de los subsidios que Europa y América del Norte destinan a la producción de azúcar.  

Los productos básicos de nuestros países han sido atacados por los subsidios de ese tipo, indicó Fidel, pero acotó que otros problemas como el intercambio desigual es otra de las consecuencias de la globalización neoliberal, por el cual "todo lo que nos protegía desapareció".  

Advirtió sobre los peligros del ALCA, que ahora avanza y puede destruir todos nuestros esfuerzos unificadores.  Luego preguntó a sus colegas si eran muchas las economías caribeñas que importan leche en polvo. "Les habla alguien que ya perdió toda ilusión de que un día el azúcar valga más de lo que cuesta en Cuba". Informó que nuestra producción azucarera, de la cual viven miles de familias, es subsidiada en divisas.  

Acotó que marchamos a un mundo en el cual desaparecen las barreras arancelarias. Quisiera saber cuánto tiempo el maíz mexicano, país donde se creó una cultura sobre la base de ese cultivo, va a soportar la competencia del maíz norteamericano. La tecnología norteamericana, recordó, es más productiva por hombre y por hectárea.  Argumentó que las economías caribeñas son incluso más vulnerables, sujetas a los avatares de los fenómenos meteorológicos, lo cual disminuye todavía más respecto a la competencia del mundo desarrollado.  

Fidel aseguró que más de 100 países del planeta no pueden comprar la leche en polvo a los precios actuales. Como están las cosas -vaticinó- podría producirse una catástrofe alimentaria en la cual algunos pocos tendrán grandes ganancias y otros muchos pasarán hambre.  En otra de sus intervenciones, el líder de la Revolución inquirió al moderador, Hugo Chávez, sobre un proyecto mencionado por el mandatario venezolano respecto a un oleoducto transcaribeño.

Explicó la experiencia cubana con las plantas de Energás que producen energía de manera barata, eficiente y con implicaciones mínimas al medio ambiente.  Chávez se refirió a un estudio que podría ser factible para unir a las islas caribeñas mediante un oleoducto, cuya mayor extensión estaría en tierra firme de esas ínsulas. El Jefe de Estado venezolano le dijo que la idea incluye a Cuba, a lo que Fidel le respondió que incluso se podría alargar a Cayo Hueso, para sumar al Norte.

Durante el debate interactivo, Hugo Chávez, comentó sobre intentos de sabotear la amistad entre Cuba y Venezuela. "Me llegaron a decir al principio que no podía ir a La Habana y les respondí que se equivocaron, pues soy Presidente de un país soberano. Hay un plan diabólico dijo, de satanizar las relaciones bilaterales", denunció.  
Pero afirmó que tales propósitos se equivocan porque cada paciente venezolano y su familiar que vienen de Cuba, llegan enamorados de la mayor de las Antillas y riegan ese sentimiento por Venezuela. Citó el caso de un enfermo que llevaba cinco años sin caminar y luego de cinco meses recuperó esa capacidad.

"Y los cubanos no nos cobran un centavo", apuntó.  Reiteró su deseo de que la Cumbre deje resultados concretos y encomió el optimismo de Fidel y su perseverancia en participar en cónclaves de este y otro tipo.  Finalmente Hugo Chávez informó a los mandatarios sobre el paro convocado por la cúpula empresarial el pasado lunes, a lo que Fidel, en la última intervención de la jornada dijo: "Ojalá que el próximo paro sea cardíaco".