La joya que concibió Fidel
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A principios de la década del 70 del pasado siglo, un grupo de médicos bajo la guía del doctor José Luis Fernández Yero, comenzó a trabajar en el diseño de una tecnología que pudiera hacer el diagnóstico prenatal de malformaciones congénitas, sin riesgo para la madre, en los laboratorios del Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNIC).
El objetivo era dotar al país de un sistema capaz de encontrar en los inicios del embarazo la presencia en el feto de algunas de esas anomalías con marcada incidencia en la mortalidad infantil.
Los resultados preliminares del novedoso proyecto (ya a finales de 1978 disponían de una técnica propia que permitía hacer el diagnóstico de las malformaciones más severas en muestras de líquido amniótico) fueron presentados en una exposición efectuada en julio de 1981 en el Palacio de la Revolución, dedicada a reflejar diversos desarrollos científicos aplicados a la Medicina.
Como ha contado a Granma el doctor Fernández Yero, allí tuvieron la oportunidad de explicarle al Comandante en Jefe Fidel Castro el trabajo que venían realizando, incluso le mostraron fotos de niños nacidos con diferentes tipos de deformaciones.
Tras observarlas en silencio por unos segundos, el máximo líder de la Revolución expresó: «Uno solo de estos casos que se detecte y se pueda evitar vale la pena todo el esfuerzo que se haga».
De inmediato orientó validar el procedimiento y extenderlo a cada rincón del país. Así bajo su permanente orientación, al año siguiente nace el Sistema Ultramicroanalítico, conocido por Tecnología SUMA.
Si bien los primeros equipos y programas de computación surgieron en el CNIC, los favorables resultados de los análisis practicados condujeron a que en enero de 1986 se aprobara construir una nueva institución, capaz de asumir la producción a escala industrial de los reactivos y tecnologías requeridas.
Edificado en apenas 19 meses, el 7 de septiembre de 1987 Fidel inauguraba el Centro de Inmunoensayo (CIE), con la misión de impulsar el diseño y producción de tecnologías para el pesquisaje masivo de diferentes enfermedades.
Plenamente convencido de sus enormes potencialidades, el Comandante en Jefe escribió ese día en el libro de visitantes de la flamante instalación: «Este centro es una verdadera joya de la cual nos sentimos orgullosos. Felicidades a todos sus trabajadores. Nuestro pueblo espera mucho de ellos».
CRUZADA POR LA VIDA
Fundadora y directora general del CIE desde hace un lustro, la máster en Ciencias Niurka Margarita Carlos Pías, afirma que el mayor logro de la entidad radica en haber trabajado durante treinta años en favor de la salud de nuestro pueblo, con relevantes aportes científicos de gran impacto social.
Resaltó que en la actualidad el Centro de Inmunoensayo constituye el soporte tecnológico fundamental de importantes programas nacionales de salud, como es el de atención materno infantil.
«Por ejemplo, mediante el empleo de la Tecnología Suma el país pudo realizar las pruebas para el diagnóstico precoz del hipotiroidismo congénito a todos los infantes cubanos nacidos a partir de 1986. Al cierre del 2016 sumaba 3 957 923 el número de bebés estudiados, de los cuales 917 tenían la enfermedad.
«Una vez confirmado que presentaban la dolencia, se les aplicó enseguida el tratamiento médico indicado, evitando así que crecieran con retraso mental severo (cretinismo). Hoy la mayoría de ellos desarrollan una vida normal y están incorporados a la sociedad», aseveró la directora del CIE.
Es justo mencionar que Cuba fue la segunda nación de América en tener un programa completo de hipotiroidismo congénito en recién nacidos, después de Canadá y primero que Estados Unidos.
Sobresalen asimismo los resultados alcanzados en el diagnóstico prenatal de malformaciones congénitas (programa cubano de alfafeto proteína), mediante el cual fueron estudiadas entre 1982 y diciembre del 2016 un total de 4 349 951 gestantes, detectándose 8 842 deformaciones incompatibles con la vida.
Lo anterior permitió la interrupción del embarazo, siempre que la pareja así lo decidió, y representó un aporte significativo en la reducción de la tasa de mortalidad infantil y su mantenimiento dentro de las más bajas a nivel internacional. Vale apuntar también que nuestro país se convirtió en el segundo del mundo en poner en marcha un programa completo de alfafeto proteína.
Perteneciente al grupo empresarial BioCubaFarma, el CIE tiene 418 trabajadores y cuenta con 26 tipos de estuches de reactivos o kits para diagnosticar 19 dolencias diferentes, que junto a las ya mencionadas incluyen la hepatitis B y C, VIH, dengue, fibrosis quística, enfermedad de Chagas y lepra, por mencionar algunas.
El número de laboratorios con Tecnología SUMA en Cuba asciende en estos momentos a 1 562, en tanto 546 funcionan en el exterior, fundamentalmente en naciones de América Latina y Asia.
Según precisa la máster en Ciencias Niurka Margarita, el cáncer y las enfermedades crónicas no transmisibles son hoy temas de máxima prioridad en las investigaciones del Centro de Inmunoensayo, tomando en cuenta que ocupan lugares prominentes dentro de las principales causas de muerte en Cuba.
Los esfuerzos fundamentales están dirigidos a la búsqueda y desarrollo de nuevos procedimientos para la detección temprana de algunas de ellas, a fin de aumentar las posibilidades de mantenerlas bajo control, y disminuir de forma significativa la mortalidad.
Figuran en la relación los glucómetros y biosensores desarrollados allí para medir el nivel de glucemia en sangre, lo que facilita el autoanálisis del paciente diabético en su propia casa, y la prueba denominada UMELISA Microalbúmina, para la prevención de la insuficiencia renal crónica.
Esta última tecnología ya fue utilizada por 187 laboratorios SUMA distribuidos a lo largo y ancho de nuestro archipiélago en el 2016.
También sobresale el análisis UMELISA PSA, de suma utilidad en el diagnóstico precoz del cáncer de próstata (extendido a las 15 provincias y el municipio especial Isla de la Juventud), la prueba rápida para la detección específica de hemoglobina humana oculta en heces fecales SUMASOHF, un factor predictivo del cáncer de colon, y el sistema SUMASCOPE, dirigido a mejorar la calidad en la pesquisa y la capacidad de diagnóstico temprano y tratamiento del carcinoma cérvico-uterino.
Cada equipo, tecnología, kits y otros productos de la institución se concibieron con capacidad intelectual propia. Gracias a su introducción y generalización pudieron salvarse muchas vidas y se evitó el desarrollo de terribles enfermedades en los niños, proporcionando felicidad y sosiego a incontables familias cubanas. Imposible medir en dinero el impacto de tantos beneficios humanos y sociales.
Para Niurka dirigir el Centro de Inmunoensayo representa un compromiso muy grande, pues se trata de lograr que el colectivo de trabajadores no disminuya un ápice su condición ser fieles continuadores de la misión encomendada a ellos por Fidel: hacer siempre ciencia en favor del bienestar de la población.