En un masivo acto, Bolivia recordó el Día de la Rebeldía Nacional de Cuba, celebrado cada 26 de julio como homenaje a los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes en 1953.
 
La ministra de Salud de la nación sudamericana, Ariana Campero, el vicetitular de coordinación con los movimientos sociales, Alfredo Rada, el consejero de la embajada cubana aquí, Eric Valdés, encabezaron el homenaje, realizado anoche en el Ministerio de Salud.
 
Campero ratificó el compromiso de los movimientos progresistas con la Revolución Cubana, y el cariño y amor de los bolivianos hacia el pueblo cubano y, sobre todo, su gran fidelidad con el pensamiento de Fidel Castro, a quien calificó como el gran comandante de toda Latinoamérica.
 
Además, consideró de epopeya latinoamericana la gesta protagonizada por el líder cubano en 1953, acompañada por un grupo de jóvenes, quienes en desigual combate enfrentaron a las fuerzas militares de la dictadura de Fulgencio Batista, y destacó la resistencia urbana y el papel de las mujeres en esa lucha.
 
Según la alta autoridad, ellos sembraron una semilla de lucha y esperanza para mantener encendida la esperanza de las revoluciones en América Latina.
 
El 26 de julio representante un día de lucha de unidad, pero sobre todo de resistencia, afirmó y agregó que la Revolución Cubana ilumina al mundo con su ejemplo y a las personas que quieren construir una sociedad distinta ante el empuje de una oleada neoliberal e imperialista.
 
Para Campero, la nación antillana demuestra que con la unidad del pueblo, compromiso, convicción y las ideas todo es posible para resistir el bloqueo que el gobierno de Estados Unidos mantiene sobre Cuba desde hace casi 60 años.
 
Por su parte, Rada reiteró el respaldo y defensa de Bolivia a los procesos revolucionarios de Cuba y Venezuela como mejor homenaje a la gesta del 26 de julio.
 
De acuerdo con el viceministro, el proceso de cambio de la nación andino amazónico atraviesa por momentos muy difíciles ante la instauración de gobiernos neoliberales y de derecha en la región.
 
Si algo podemos aprender del pueblo cubano y de su máximo líder es que en la adversidad debemos ser más fuertes para llevar adelante la Revolución, aseveró y abogó por radicalizar aún más el proceso como la mejor manera para tenderles las manos a los revolucionarios latinoamericanos.
 
En otra intervención, el historiador y profesor boliviano José Roberto Arze disertó sobre la gesta del 26 de julio y todo lo que significó para Cuba, al marcar el inicio de una nueva concepción de lucha, que en un tiempo no lejano hizo trizas a la dictadura Batista y creó las condiciones para el desarrollo de la Revolución.
 
De acuerdo con el también lingüista, aunque la acción fracaso desde el punto de vista militar contribuyó a articular un movimiento con altas cualidades morales y políticas que marcaron la ruta de la posterior lucha guerrillera y culminó con el triunfo del 1 de enero de 1959.
 
De manera particular, resaltó el papel de Fidel para organizar y conducir el enfrentamiento a la tiranía hasta su derrota, su poder para conducir al pueblo en la construcción de una nueva sociedad, con la unidad de las fuerzas revolucionarios y la creación de un gobierno, afianzado en los principios de independencia, soberanía, solidaridad internacional y antimperialismo.
 
Al acto también asistieron una representación de la Brigada Médica Cubana en Bolivia, alumnos de la Escuela de Formación Política, integrantes del cuerpo diplomático del país antillano, del partido comunista boliviano y el Comité 90 años de Fidel, y familiares de los mártires de la guerrilla del Che.
 
El presidente de la nación andino amazónica, Evo Morales, también rindió homenaje a la gesta de 26 de julio en su cuenta de Twitter.
 
'Se cumplen 64 años de la rebeldía de un pueblo libre y soberano. ÂíViva Fidel! #CubaEsNuestra', escribió.