Los cubanos recuerdan hoy la entrega al líder de la Revolución Fidel Castro, hace 55 años, del Premio Lenin de la paz, por la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
 
Instaurado el 20 de diciembre de 1949, el reconocimiento tenía gran relevancia política pues premiaba a ciudadanos de cualquier país del mundo, independientemente de sus diferencias políticas, religiosas y raciales, por sus logros en la lucha contra los instigadores de la guerra y la defensa de la paz.
 
El líder cubano obtuvo el reconocimiento en 1961, cuando el naciente proceso revolucionario de la isla adquiría vertiginosamente por su carácter humanista la admiración del mundo, a solo 90 millas de Estados Unidos, rememoró el diario Granma.
 
Al recibir tal distinción en un acto celebrado en la capital cubana, Fidel mostró su vocación pacifista y destacó que la lucha contra la guerra y el desarme significaba una actitud activa a favor de la independencia y la liberación de los pueblos, según indicó el rotativo.
 
De acuerdo con historiadores, el galardón intentó asimismo fomentar la paz entre los pueblos y era un equivalente al Premio Nobel de la Paz, el cual siempre se asignó a figuras occidentales que no fueran críticas con las causas profundas de los pueblos.
 
Nicolás Guillén en 1954 y Vilma Espín en 1977 fueron las otras personalidades de esta nación caribeña que recibieron tal distinción.