Abrazo de manigua y guerrilla
Justo a las 6:50 p.m. de la tarde de este jueves el cortejo fúnebre con las cenizas del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz pasaba por el antiguo cuartel Agramonte del Regimiento Segundo del Ejército de Batista, sitio emblemático de la ciudad, transformado en ciudad escolar luego del triunfo revolucionario. Y allí, como en muchos sitios de la urbe, solo se escuchó una voz: «Yo soy Fidel».
Antes, sobre las cuatro de la tarde, las cenizas del guerrillero rebelde habían llegado a territorio camagüeyano por el municipio de Céspedes. No hubo desde ese segundo una voz apagada, sino potente, un cuerpo lejano, sino apretado con sus hermanos, una familia distante, sino multiplicada.
A lo largo del tramo de la Carretera Central en una de las provincias más extensas de Cuba, con el mismo fervor de la caballería que rescató al mayor general Julio Sanguily de las tropas españolas, un mar de pueblo recibió a su Comandante en Jefe.
Miles de hombres y mujeres de esta tierra permanecieron congregados desde antes del mediodía, sin temer al intenso sol o la lluvia. Muchas personas decidieron asistir al tributo con el nombre de Fidel escrito en sus rostros, como expresión de la gratitud y el compromiso con el legado de un hombre que rebasó las fronteras de Cuba para inscribirse en la historia del mundo del siglo XX y XXI.
Lo más solemne y sentido ocurrió alrededor de las 7:15 de la noche, cuando arribaron al salón Jimaguayú, en la base del Monumento al Mayor General Ignacio Agramonte y Loynaz, las cenizas del Comandante en Jefe, en su tránsito hacia la inmortalidad.
En la plaza, el pueblo agramontino acompañó al líder de la Revolución con una vigilia en la que artistas de la provincia compartieron poemas y canciones para quien fuera un celoso defensor de la educación y la cultura.
En horas de la mañana de hoy, el cortejo fúnebre continuará su marcha. Será este otro momento en el que los camagüeyanos demostrarán una vez más su fidelidad al ideario de un guerrillero que hizo realidad el anhelo independentista de patriotas como Agramonte.