Cuba marca el camino en la lucha contra el VIH/sida
Se calcula que en 2013 nacieron 240.000 niños y niñas con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), un dato mucho más alentador que el de 2009, cuando 400.000 bebés dieron positivo a la infección, pero sigue lejos de la meta de 40.000 nacidos seropositivos para 2015.
A contracorriente de la tendencia mundial, una pequeña nación insular dio pasos enormes hacia el cumplimiento de la meta para este año. Ese país es Cuba, donde en 2013 se registraron solo dos bebés nacidos con VIH, el virus que causa el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida).
El martes 30, la Organización Mundial de la Salud (OMS) validó a Cuba como el primer país del planeta en eliminar la transmisión de madre a hijo del VIH/sida y la sífilis.
“Esta es una celebración para Cuba y una celebración para los niños y familias de todo el mundo”, declaró el director ejecutivo del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (Onusida), Michel Sidibé.
“Esto demuestra que acabar con la epidemia del sida es posible, y esperamos que Cuba sea el primero de muchos países que… busquen la validación por haber acabado sus epidemias entre los niños”, añadió.
Cada año se embarazan más de 1,4 millones de mujeres que viven con el VIH. Sin el tratamiento adecuado, tienen entre 15 y 45 por ciento de probabilidades de transmitir el virus a sus hijos durante el embarazo, el parto o la lactancia.
Pero si la madre y el niño o niña reciben el tratamiento antirretroviral adecuado, el riesgo de transmisión desciende a apenas uno por ciento.
Desde 2010, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la oficina regional de la OMS en América, colabora con sus socios en Cuba y otros Estados de la región para aplicar un programa integral que erradique la transmisión madre a hijo del VIH y la sífilis.
Este proceso supuso la mejora del acceso temprano a la atención prenatal, exámenes para las embarazadas y sus parejas, partos por cesárea y la sustitución de la lactancia materna.
Estos servicios se prestaron dentro del marco más amplio del acceso equitativo y universal a la salud, en el que la salud materna e infantil se integra con programas de lucha contra las enfermedades de transmisión sexual.
“El éxito de Cuba demuestra que el acceso universal a la salud y la cobertura universal sanitaria son factibles y, de hecho, son la clave del éxito, incluso ante desafíos abrumadores como el VIH”, declaró la directora de la OPS, Carissa Etienne, el 30 de junio.
“El logro de hoy de Cuba brinda inspiración para que otros países avancen hacia la eliminación de la transmisión de madre a hijo del VIH y de la sífilis”, añadió.
La OMS y sus asociados publicaron por primera vez en 2014 las pautas generales que rigen los procesos y criterios para la validación de la eliminación de la transmisión de madre a hijo.
Dado que es imposible que el tratamiento y la prevención tengan 100 por ciento de eficacia, la “eliminación” se define como “una reducción de la transmisión a un nivel tan bajo que ya no constituye un problema de salud pública”, según la OPS.
En marzo de este año un grupo de expertos sanitarios de 10 países visitó Cuba para evaluar su progreso en el cumplimiento de la meta de eliminación. El quipo pasó cinco días recorriendo centros de salud, laboratorios e instituciones gubernamentales y entrevistando a expertos y demás personas relacionadas con la temática.
La misión, que incluyó a expertos de Argentina, Japón y Zambia, tomó en cuenta varios indicadores, todos los cuales deben cumplirse durante al menos un año, como la confirmación de que las nuevas infecciones de niños como consecuencia de las transmisiones de madre a hijo sean inferiores a 50 casos por cada 100.000 nacidos vivos.
Otros indicadores, que deben cumplirse durante al menos dos años a fin de recibir la validación, incluyen la verificación de que más de 95 por ciento de las mujeres con VIH conozcan su estado y reciban al menos una visita prenatal y medicamentos antirretrovirales.
“La eliminación de la transmisión de un virus es uno de los mayores logros posibles de la salud pública”, destacó la directora general de la OMS, Margaret Chan, el 30 de junio.
“Esta es una victoria importante en nuestra larga lucha contra el VIH y las infecciones de transmisión sexual, y un paso importante para tener una generación libre del sida”, añadió.
Según el informe correspondiente al Día Mundial del Sida 2014, en 2013 había 35 millones de personas que viven con VIH/sida.
Desde el inicio de la epidemia en la década de 1980, 39 millones de personas murieron a raíz de enfermedades relacionadas con el sida y cerca de 78 millones se infectaron con el VIH.
Gracias a la perseverancia de los esfuerzos locales e internacionales en la lucha contra la epidemia, la mortandad descendió considerablemente en el último decenio, de 2,4 millones de muertes en 2005 a 1,5 millones en 2013, equivalente a una caída de 35 por ciento.
Las infecciones nuevas también disminuyeron 38 por ciento desde 2001, de 3,4 millones a 2,1 millones en 2013.
En la población infantil, las infecciones nuevas bajaron de 580.000 en 2001 a 240.000 en 2013.
Si más países siguen el ejemplo de Cuba, la comunidad internacional estará más cerca de cumplir su objetivo para 2015, así como de la meta definitiva de la erradicación del sida.