Hombre de tenaz y valiente ejecutoria
Hoy es 13 de agosto, Fidel Castro cumple 86 años de edad. Nosotros, que conocimos a Fidel en la Universidad de La Habana en aquellos lejanos tiempos del año 1948, imaginábamos que en el futuro de Cuba pudieran surgir nuevos hombres, pero nunca al punto de que en aquel banco frente a la Escuela de Derecho donde nos reuníamos los estudiantes universitarios, teníamos entre nosotros al hombre que iba a cambiar los destinos de Cuba.
Eso sí, cualquiera que conociera a Fidel Castro en aquellos tiempos sabía de sus condiciones de líder, de orador consumado, de hombre de tenaz y valiente ejecutoria, que organizaba manifestaciones universitarias bajando la escalinata, donde combatíamos el aumento de los precios en los productos alimenticios, el aumento en el precio del transporte, la campaña contra la compañía de electricidad y sus altas tarifas, en fin, un hecho que era notorio y común en el estudiantado cubano de la época. Pero Fidel Castro más allá de un agitador estudiantil fue conformando un pensamiento político, ese pensamiento político hizo explosión -por decirlo de alguna manera- cuando el golpe de estado de Batista el 10 de marzo de 1952.
A partir de ahí Fidel Castro, audazmente y con un pensamiento claro en el destino que le tenía deparado la historia, tomó el comando de la Generación del Centenario para lanzarse a la acción directa. Produjo el asalto al cuartel Moncada y no voy a contar la historia; después el desembarco del Granma, las hazañas de la Sierra Maestra y el triunfo de la revolución el primero de enero de 1959, que abrió una nueva etapa para la historia de Cuba. Fue Estados Unidos, a 90 millas de Cuba, quien intentó continuar manteniendo vigente su política de dominación imperial sobre la pequeña isla echando atrás el sueño de Martí de que Cuba debía ser absolutamente libre y soberana.
Han pasado los años y a pesar de las circunstancias y de que en el camino se han tropezado grandes escollos, ahí está la revolución cubana y aquí estamos los cubanos de todas partes, mirando hacia la pequeña isla y su destino. En Cuba como en América han surgido hombres de valor en la historia; el primero nuestro fue José Martí, y luego Fidel Castro que, quiéranlo sus enemigos o no, está en Cuba como el baluarte defensor de la plena soberanía. Se podrá estar con diferencias políticas o ideológicas frente a Fidel Castro, ese no es el tema a discusión, sino lo que cuenta para todos los cubanos es la relación de Fidel con la independencia de Cuba. Si Fidel Castro ha representado para los cubanos la independencia y la soberanía, también lo representa para el resto de América.
No importa el criterio ideológico que se pueda sostener, Fidel Castro es parte de la historia de Cuba y de la historia de América. Hoy su figura está más alta que nunca, negarlo es negar el sol o la realidad de la vida. Yo considero que Fidel Castro es uno de esos hombres que salen al espacio y que perecen en el empeño o logran plasmar en realidad sus sueños juveniles como aquellos que teníamos los estudiantes cubanos de la Generación del Centenario, hablo de los años cincuenta del siglo pasado. Reconocemos sus méritos y sus glorias; como el propio Martí decía, son los mezquinos los que ven las manchas de sol, son los honestos los que ven su luz. Para Fidel Castro en la distancia no queda otra alternativa que decirle: “Llegaste a plasmar tu sueño en realidad”.