خطابات و تداخلات

Palabras pronunciadas por el Comandante Fidel Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Primer Ministro del Gobierno Revolucionario, en Sosnowiec, Polonia, ante el monumento a la insurrección de los mineros de Silesia en los años 1919-1922, el 8 de junio de 1972, “Año de la Emulación Socialista”.

التاريخ: 

08/06/1972

Queridos amigos de Sosnowiec:

Estamos haciendo un recorrido por la región de Silesia.  Como ustedes comprenderán, esta región es grande, de manera que la vamos recorriendo a toda la velocidad que dan esos automóviles.  Tal vez demasiado rápido para conocerla bien, pero no para dejar de comprender la importancia que tiene para Polonia esta región, la importancia que tiene para todo el pueblo el trabajo de ustedes; para comprender, además, el espíritu de ustedes, el entusiasmo de ustedes, el patriotismo de ustedes y la conciencia de ustedes.

Por todas partes hemos visto miles y miles de rostros alegres, entusiastas, de niños, de hombres, de mujeres, y hemos visto por todas partes una gran animación, un gran colorido, una gran belleza, sobre todo una belleza popular.

Viendo aquí las enormes riquezas de esta región, sin embargo, nos maravilla más todavía la riqueza política, la riqueza revolucionaria, la riqueza humana de esta región.

Sabemos, además, la historia de sus luchas, los esfuerzos y los sacrificios de sus antepasados, los sufrimientos que las poblaciones de esta región han tenido que soportar, y sus luchas heroicas por la independencia, por la liberación nacional y por la liberación social.

Nuestra delegación ha sido recibida con una gran hospitalidad.  Se nos han conferido grandes honores:  entre otros, el inmenso honor de concedernos el uniforme, las insignias y el título de Minero de Honor (Aplausos).

Ayer nos dieron el traje y hoy aquí nos han dado la primera condecoración.  Me parece que si este recorrido se prolonga, voy a terminar con tantas medallas como un héroe del trabajo.  Y, en realidad, no he tenido la oportunidad de bajar a una mina ni producir todavía un kilogramo de carbón.

Pero les prometemos a ustedes, en reciprocidad de todos los honores y de todas las atenciones, luchar con más ahínco por estrechar las relaciones entre nuestros dos pueblos y entre nuestros dos partidos; luchar con más ahínco en nuestra propia patria por consolidar la Revolución Cubana y por ayudar al movimiento revolucionario y a la lucha de los pueblos, para que algún día todos los pueblos puedan tener lo que ustedes tienen hoy, que es la oportunidad de construir su futuro, la oportunidad de construir una sociedad humana y justa, la oportunidad de ser verdaderamente libres sin explotadores ni explotados.

Los felicitamos por sus éxitos, por los de hoy y por los de mañana.

¡Viva el pueblo de Polonia!
¡Vivan los heroicos mineros de Polonia!
¡Viva la amistad entre los pueblos de Cuba y de Polonia!  (Aplausos.)

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