Dispuesto a llevar lejos lo que se ha conquistado
Aquí estamos en un clima de verdadera revolución y la consigna es protegerla y hacerla avanzar. Visto de cerca, Fidel Castro mejora, si ello es posible, la excelente impresión que da visto de lejos. Me parece un hombre valiente, audaz, temerario, dispuesto a llevar lejos lo que se ha conquistado y que no le tiene miedo a que le llamen «rojillo» o rojo de una vez, cosa que por supuesto no es. Curioso: yo pensaba encontrar la calle en plena ebullición, llena de tanques, patrullas, órdenes, cascos, machetes y hasta cañones... Pues bien, no: hay una tranquilidad, o mejor dicho, una normalidad perfectamente civil. Claro que en las calles ponen su nota simpática los barbudos, como el pueblo llama a los soldados rebeldes. Esto porque un «sejour» de dos años en la Sierra les hizo crecer el pelo de la cara y de la cabeza, lo cual les da un aspecto tan anacrónico como romántico. Parecen contemporáneos de Espronceda. A esto deben añadir ustedes que su comportamiento es impecable: amables, finos, correctos, sonrientes, son el polo opuesto del bárbaro ejército de Batista. Por lo demás, los fusilamientos siguen su curso y el pueblo los alaba y agradece, tantos fueron los crímenes —cada día aparecen nuevos— y atropellos que cometió aquella gente.
مصدر:
Fragmento de carta a Rafael Alberti.
01/02/1959